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Reconciliación


Enviado por   •  17 de Abril de 2015  •  1.949 Palabras (8 Páginas)  •  179 Visitas

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La Reconciliación

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Los cristianos estamos llamados a la santidad; para ello hay que vivir en gracia de Dios; pero podemos perder la gracia bautismal por el pecado mortal, que mata la vida sobrenatural del alma y rompe la amistad y la comunión con Dios. El pecado, como explica el Papa Juan Pablo II, es un acto suicida, porque ante todo, el hombre se daña a sí mismo, destruyendo toda obra buena.

El Señor Jesús ha instituido el sacramento de la penitencia, que se llama también y muy adecuadamente "Sacramento de la Reconciliación" o Confesión, para perdonar los pecados cometidos después del Bautismo y abrirnos así la puerta a la reconciliación con Dios.

Jesucristo, por ser Dios, tiene poder para perdonar los pecados, y dio este poder a los Apóstoles y sus sucesores en el sacerdocio, quienes actúan "en la persona de Cristo"; o sea que, de hecho, es el mismo Jesucristo el que perdona por el misterio del sacerdote.

¿Qué es el sacramento de la reconciliación?

Es el sacramento instituido por Jesucristo para perdonar los pecados cometidos después del Bautismo.

¿Qué es necesario para hacer una buena confesión?

Para hacer una buena confesión es necesario:

1º Examen de conciencia.

2º Dolor de los pecados.

3º Propósito de enmienda.

4º Decir los pecados al confesor.

5º Cumplir la penitencia.

¿Qué es el examen de conciencia?

Es recordar los pecados cometidos desde la última confesión bien hecha.

¿Qué es el dolor de los pecados?

Es un sentimiento o pena interior de haber ofendido a Dios.

¿Qué es propósito de la enmienda?

El propósito de la enmienda es una firme resolución de no volver a pecar y de evitar todo lo que pueda ser ocasión de cometer pecados.

¿Qué pecados debemos confesar?

Debemos confesar todos los pecados mortales no confesados anteriormente, con su número y circunstancias. Conviene decir también los pecados veniales.

¿Qué pecado comete el que calla por vergüenza la confesión de algún pecado mortal?

El que calla por vergüenza la confesión de algún pecado mortal comete un grave pecado llamado sacrilegio, y no se le perdonan los otros pecados confesados.

¿Qué ocurre si se olvida la confesión de un pecado mortal?

Si se olvida la confesión de un pecado mortal, la confesión vale, pero el pecado olvidado debe manifestarse en la próxima confesión.

¿Qué es cumplir la penitencia?

Cumplir la penitencia es rezar las oraciones y hacer las buenas obras que manda el confesor.

¿Qué es el secreto de confesión?

El secreto de confesión es el silencio absoluto que el sacerdote está obligado a guardar sobre los pecados escuchados en la confesión.

Creo en el perdón de los pecados"

976 El Símbolo de los Apóstoles vincula la fe en el perdón de los pecados a la fe en el Espíritu Santo, pero también a la fe en la Iglesia y en la comunión de los santos. Al dar el Espíritu Santo a su apóstoles, Cristo resucitado les confirió su propio poder divino de perdonar los pecados: "Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos" (Jn 20, 22-23).

(La IIª parte del Catecismo tratará explícitamente del perdón de los pecados por el Bautismo, el Sacramento de la Penitencia y los demás sacramentos, sobre todo la Eucaristía. Aquí basta con evocar brevemente, por tanto, algunos datos básicos).

I Un solo bautismo para el perdón de los pecados

977 Nuestro Señor vinculó el perdón de los pecados a la fe y al Bautismo: "Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y sea bautizado se salvará" (Mc 16, 15-16). El Bautismo es el primero y principal sacramento del perdón de los pecados porque nos une a Cristo muerto por nuestros pecados y resucitado para nuestra justificación (cf. Rm 4, 25), a fin de que "vivamos también una vida nueva" (Rm 6, 4).

978 "En el momento en que hacemos nuestra primera profesión de Fe, al recibir el santo Bautismo que nos purifica, es tan pleno y tan completo el perdón que recibimos, que no nos queda absolutamente nada por borrar, sea de la falta original, sea de las faltas cometidas por nuestra propia voluntad, ni ninguna pena que sufrir para expiarlas... Sin embargo, la gracia del Bautismo no libra a la persona de todas las debilidades de la naturaleza. Al contrario, todavía nosotros tenemos que combatir los movimientos de la concupiscencia que no cesan de llevarnos al mal" (Catech. R. 1, 11, 3).

979 En este combate contra la inclinación al mal, ¿quién será lo suficientemente valiente y vigilante para evitar toda herida del pecado? "Si, pues, era necesario que la Iglesia tuviese el poder de perdonar los pecados, también hacía falta que el Bautismo no fuese para ella el único medio de servirse de las llaves del Reino de los cielos, que había recibido de Jesucristo; era necesario que fuese capaz de perdonar los pecados a todos los penitentes, incluso si hubieran pecado hasta en el último momento de su vida" (Catech. R. 1, 11, 4).

980 Por medio del sacramento de la penitencia el bautizado puede reconciliarse con Dios y con la Iglesia:

Los padres tuvieron razón en llamar a la penitencia "un bautismo laborioso" (San Gregorio Nac., Or. 39. 17). Para los que han caído después del Bautismo, es necesario para la salvación este sacramento de la penitencia, como lo es el Bautismo para quienes aún no han sido regenerados (Cc de Trento: DS 1672).

II El poder de las llaves

981 Cristo, después de su Resurrección envió a sus apóstoles a predicar "en su nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las naciones" (Lc 24, 47). Este "ministerio de la reconciliación"

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