Proceso De Cristo

oncepto de testamento

Negocio jurídico formal, unilateral, personalísimo y esencialmente revocable con el que el otrogando regula su sucesión por causa de muerte. Esta regulación se hace mediante la institución de uno o más herederos y con el ordenamiento de otras disposiciones.

Los testamentos pueden ser de varios tipos pero el más utilizado a lo largo de la Historia es el testamento ordinario o nuncupativo. Este testamento se realiza en presencia del notario y de los testigos y queda copiado en el protocolo notarial. Este testamento también se puede hacer delante del rector de la parroquia en aquellos lugares en los que no hay notaría.

Los testamentos catalanes presentan una estructura, disposiciones y cláusulas que se mantienen a lo largo de la Edad Media y de la Edad Moderna, si bien algunos tipos de legados ordenados en los testamentos pueden variar por circunstancias diversas.

En principio los testamentos medievales empiezan con una invocación religiosa o con alguna frase alusiva a la muerte. Siguen las señas personales del otorgando, la elección de albaceas, la petición de que sean pagadas sus deudas y restituidas sus injurias. Este primer apartado acostumbra a incluir también la elección de sepultura en el cementerio parroquial o, como es costumbre en el ámbito urbano bajomedieval, en los cementerios de los conventos de las órdenes mendicantes.

Después, los testamentos incluyen los legados de tipo religioso, entre los que hay las celebraciones de misas, los legados a conventos, iglesias y ermitas, así como a entidades benéficas características de la Baja Edad Media: hospitales, caja de pobres, caja para las mujeres en edad de maridar y las cajas destinadas a la redención de cautivos.

Los legados a los familiares, amigos, esclavos propios..., junto con la institución del heredero universal, acaban con el listado de mandas. Finalmente aparecen algunas cláusulas que completan el testamento: la elección de tutores en caso de que el testador o testadora tengan hijos menores, las cláusulas de revocación de otros testamentos y la cláusula final. Firman el testador y los testigos y el notario escribe la fecha tópica y la cronológica.

A partir de mediados del siglo XIV se suele acompañar el testamento de una nota de publicación, acto que se celebraba pasados unos días de acontecerse la muerte del causante. También, hay que tener en cuenta que el testamento puede ser reformado parcialmente por un codicilo.

Testamento ológrafo: Escrito de la mano del testador.

Consultad ejemplos de testamentos en la base de datos “Construimos Historia”

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