Programa de Contaduría Pública, Facultad de Ciencias Económicas
Enviado por anyerson • 25 de Mayo de 2018 • Ensayo • 1.372 Palabras (6 Páginas) • 111 Visitas
“El Problema No Son Los Vendedores Ambulantes, El Problema Es El Olvido del Estado Colombiano”
Claudia Lizeth Ruiz Males, Eliana Rivera Gómez y Obeimar Andrés Narváez Ruiz
Fundación Universitaria de Popayán
Notas del autor
Claudia Lizeth Ruiz Males, Eliana Rivera Gómez y Obeimar Andrés Narváez Ruiz,
Programa de Contaduría Pública, Facultad de Ciencias Económicas, Administrativas y Contables, Fundación Universitaria de Popayán.
La correspondencia relacionada con este trabajo debe ser dirigida a: Fernando Oviedo, Fundación Universitaria de Popayán, Popayán Cauca.
“El Problema No Son Los Vendedores Ambulantes, El Problema Es El Olvido del Estado Colombiano”
En Colombia, la gran mayoría de empleos informales resultan de personas que para llevar el sustento a sus hogares se dedican a las ventas ambulantes. Conseguir algo de dinero es un desafío que deben enfrentar cientos de vendedores ambulantes por las ciudades de Colombia, día a día bajo la lluvia y el sol es una lucha constante por territorios para transitar o ubicar sus puestos de venta en lugares de mayor afluencia de personas, ocasionando diferentes problemáticas sociales como la invasión del espacio público e inseguridad generada por delincuentes camuflados de vendedores. Para mitigar estas situaciones, algunas autoridades locales han tomado ciertas medidas para desalojar las ventas ambulantes de espacios públicos. Pero si se analiza profundamente, ¿será que la problemática radica en las ventas ambulantes? o más bien, ¿es un fenómeno que obedece principalmente al olvido del Estado colombiano a las comunidades menos favorecidas? Es evidente la falta de acceso a educación gratuita, las pocas oportunidades de empleo formal y acorde a sus conocimientos para jóvenes después de terminar estudios, al desplazamiento forzado generado por grupos armados al margen de la ley y la falta de acceso a un empleo digno y con prestaciones sociales para las personas mayores de 40 años; sumando lo anterior y otras razones más, se genera cada día un aumento en el porcentaje de empleos informales en Colombia.
Ha sido un gran reto para las autoridades locales la persecución que realizan a los vendedores ambulantes con el fin de desalojar el espacio público. Ciertas medidas pedagógicas y otras de hecho, han sido efectivas y en otros casos no, ya que se genera un conflicto de intereses; por un lado, están los derechos de personas que tienen establecimientos de comercio formales y peatones que transitan libremente por el espacio público y, por otro lado, el derecho de los vendedores ambulantes al trabajo digno y justo.
Si revisamos los derechos fundamentales de las personas, en este caso el derecho al trabajo digno, encontramos en la Constitución Política de Colombia, lo siguiente:
Artículo 25. “El trabajo es un derecho y una obligación social y goza, en todas sus modalidades, de la especial protección del Estado. Toda persona tiene derecho a un trabajo en condiciones dignas y justas” (Suarez, 2016, párr. 3).
Por otra parte, en la declaración Universal de Derechos Humanos (1948), se estableció:
Artículo 23.1. “Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo.”
“…que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana y que será completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección social…” (Suarez, 2016, párr. 4).
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Fotografía: Matyas Rehak, septiembre 10 de 2015.
Teniendo en cuenta lo anterior, toda persona tiene derecho a desarrollar libremente el trabajo, entonces las autoridades locales deberían revisar las normas y buscar alternativas que beneficien a las partes involucradas en esta situación. No es justo que se les impida trabajar honestamente, que a diario salen a las calles con la esperanza de que sea un día bueno para vender sus productos y poder llevar dinero para sostener su hogar. Ser vendedor ambulante no es una opción, es la única forma que les queda para subsistir a estas personas desprotegidas y olvidadas por el Estado, es la triste realidad en un país tan desigual, donde los derechos de la población menos favorecida son vulnerados.
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