Proyección Crisis España

«El desarrollo viene con el empleo». Esta simple frase resume una realidad de siempre: el trabajo permite la superación y el crecimiento, otorga dinamismo y diversificación a las economías. Para todos los países, cualquiera que sea su nivel de desarrollo, la base para impulsar la prosperidad, la inclusión y la cohesión social de manera sostenible y creciente es contar con una oferta suficiente de empleos. Cuando la escasez de empleos o medios de vida disponibles mantienen a los hogares en la pobreza, hay menos crecimiento, menos seguridad y menos desarrollo humano y económico.

En el contexto actual de una economía internacional frágil y turbulenta, la creación de empleos es la prioridad mundial más acuciante en materia de desarrollo.

Los empleos vinculan a las personas con la sociedad y la economía en las que viven. El acceso a un trabajo seguro, productivo y remunerado de manera justa — asalariado o por cuenta propia — es un factor fundamental para la autoestima de las personas y las familias, que les afirma su sentimiento de pertenencia a una comunidad, y les permite hacer una contribución productiva.

La experiencia ha demostrado que el crecimiento económico por sí solo no es suficiente. El fuerte crecimiento económico de las últimas décadas, antes de la crisis, no permitió asegurar una creación de empleo sólida ni resultados económicos incluyentes.

A medida que el entorno económico externo se vuelve menos estable y propicio, la posibilidad de progreso depende cada vez más de la aplicación de políticas nacionales que promuevan un crecimiento favorable a la creación de empleo y a la reducción de la pobreza. Si bien las circunstancias, las prioridades y las necesidades específicas de cada país difieren entre sí, todas las estrategias nacionales de desarrollo deberían conceder un lugar central a los objetivos relativos al empleo y a los medios de subsistencia, y deberían dejar un amplio margen para el diseño y la adaptación de las políticas a nivel nacional.

A lo largo de este seguimiento e investigación sobre el conflicto que España y la Comunidad Europea vive hoy en día en a modo general, pudimos dar cuenta de que en la actualidad ningún país está exento de una crisis como las que estos países viven hoy en día. Una mala gestión económica, una mala administración de los bienes y de los servicios, e incluso una dependencia económica de otros países son factores muy influyentes al momento de los conflictos y las caídas abruptas de la economía o como en este caso específico, el empleo.

Enfocándonos hacia los puntos centrales de la expansión de la crisis desde sus inicios, y, dado el análisis de nuestra investigación, podemos concluir que el mayor traspié que vivió España, y otros países del conglomerado europeo como Grecia y otros, fue la aceptación de una moneda única que, pese a los beneficios que conllevaba, perjudicó de manera sustancial a estos Estados. Si bien estos países estaban al tanto de que el cambio de moneda podría haber traído consecuencias, quien se habría imaginado que a pocos años se desataría la catástrofe que se ha desatado, y es que en realidad no muchos países se negarían por ejemplo a beneficios comunes como la eliminación del riesgo del tipo de cambio entre países, la eliminación de los costes de conversión, y aún más, mercados financieros más profundos y directos entre estos aliados. En 2002 doce Estados de la Unión Europea fueron los que adoptaron el euro como moneda común, dentro de los cuales los más perjudicados hoy en día se encuentran entre ellos, aunque así, de manera paradójica también, los más beneficiados.

Dentro de las grandes consecuencias que ha tenido este gran cambio para los países afectados, encontramos una fundamental: la necesidad de los países de ajustar el valor de su moneda, a las distintas situaciones económicas dominantes, ya que como es sabido, al momento de crearse la Unión Europea no todos los países se veían en situaciones económicas similares, de hecho, la brecha entre los más desarrollados y los de economía más incipientes era bastante amplia, lo que de una u otra manera explicó a largo plazo, que sean ellos mismos quienes hayan caído en esta crisis de manera mucho más profunda. Como un ejemplo

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