¿Que hemos cambiando en estos 524 años de historia?
Enviado por Alo Crego • 7 de Septiembre de 2016 • Ensayo • 1.721 Palabras (7 Páginas) • 214 Visitas
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Históricamente, desde el comienzo del colonialismo europeo en el año 1492, se impuso en Latinoamérica un modelo de dominio y utilitarismo a los recursos provenientes de la naturaleza, creando así el origen de la riqueza en manos del hombre dominante. Hoy vivimos en relación con la tecnología, el ambiente y la sociedad como base de un sistema de consumo que controla estos tres pilares. Hoy vemos al ambiente de manera similar que en la época de la colonia, donde el recurso es la fuente de todo desarrollo, y a su vez, es manipulado de diferentes maneras para poder concretarlo.
Ambos sistemas marcan una diferencia entre el dominador y el dominante, como lo fueron América latina y Europa, y como lo es hoy, entre los países desarrollados y los en vía de desarrollo. Ambos también, fuertemente relacionados de manera dependiente en sus actividades productivas y económicas, dando lugar a una mirada del ambiente al servicio exclusivo del hombre.
Entonces, ¿Qué hemos cambiado en estos 524 años de historia?
Nuestra conciencia evolucionó de la mano con los modelos impuestos, cómo nos educaron y cómo adoptamos una cultura que permitiera esa explotación. Pero, ¿Por qué permitimos que suceda? ¿Qué nos limita a no poder optar por un desarrollo diferente, que enfatice en nuestros valores y considere al ambiente como algo más que un simple recurso?
Volviendo a la mirada del colonialismo sobre las tierras latinoamericanas, es imperativo mencionar aquello que Eduardo Gudynas cita en su libro “Ecología, Economía y Ética del Desarrollo Sostenible”: “Quedaban atrás los miedos ante el entorno, convirtiéndolo en una “canasta” de recursos que pueden ser extraídos y utilizados. Minerales, animales y plantas eran vistos como abundantes y al alcance de la mano; las llanuras y bosques eras descriptos como inmensos aguardando su explotación” (Gudynas, 2004, p14). La naturaleza era vista como un medio, donde solo importaba el fin para obtener un mejor beneficio. Así mismo, el escritor Tomás Buch, hace referencia en su libro “Desarrollo y Ecopolítica- Los grandes debates de la tecnología, el ambiente y la sociedad-” al modelo actual, a las consecuencias de la historia y cómo se relacionan los tres pilares fundamentales. Buch afirma que: “No es un secreto el hecho de que, en los últimos años, se ha intensificado la explotación de diversos tipos de recursos naturales latinoamericanos por parte de empresas extranjeras” (Buch, 2013, p 31). El modelo de consumo que incrementa su producción, satisface necesidades y genera más demanda. Cabe destacar que, todo ocurre en el mismo territorio pero en distintos contextos históricos que permiten mantener latente la manipulación de los recursos, el poder concentrado en unos pocos y la mirada de la naturaleza a nuestro servicio. Continuamos firmemente con creencias, intereses, ideas y decisiones que nos llevan a actuar de manera similar, ayer y hoy.
En nuestras raíces esta la idea de dominación y progreso. Aquel progreso que sostiene el crecimiento social y el beneficio económico. Un progreso totalmente dependiente del ambiente. Descubriendo lo que dice Gudynas: “La ideología del progreso no demuestra que sea imposible otro desarrollo distinto, alternativo, sino que sustenta la legitimidad del actual. Desde la perspectiva progresista sólo puede existir un tipo de Naturaleza: debe estar por fuera del ser humano, debe ser fragmentada, y convertida en recursos de utilidad” (Gudynas, 2004, p 44). Buch también afirma que la ideología del progreso es la que mantiene el crecimiento tecnológico, la evolución de la sociedad y como ésta modifica el ambiente el cual es el que le da origen y poder a este progreso. Es consecuente citarlo: “Nuestra cultura es a la vez antropocéntrica y utilitaria: por razones que se pierden los albores de la prehistoria, aceptamos como un hecho que la Tierra existe hoy por y para la especie humana” (Buch, 2013, p 38).
En estos 524 años, la naturaleza manipulada, explotada y contaminada, es la que continúa sosteniendo a los modelos. Ella y nuestras conductas como sociedad, son herencias de los efectos del sistema. Nuestras formas de ser, de pensar y convivir están direccionadas por los principios de progreso, desarrollo y consumo, presentes en cada uno de nosotros y en nuestra conciencia colectiva.
Cabe aclarar que de ahora en adelante, optaré por llamar a “los modelos”, el modelo, ya que uno es consecuencia del otro y, continúa vigente por nuestras ideas impuestas y decisiones de poder que lo mantienen vivo.
Este modelo nos separa, nos incluye en actividades económicas pero nos excluye entre fronteras, sostiene diferencias en un marco aparente para que todos seamos parte de iguales beneficios. Es el modelo el que mantiene el mundo globalizado e interconectado, sin embargo nos fragmenta debido a los distintos intereses, a los distintos grados de conexión al que cada estado puede acceder según sus condiciones, tal como si es un estado desarrollado o en vías de desarrollo. Como bien Gudynas habla en su texto: “América Latina- Geografías fragmentadas: sitios globalizados, áreas relegadas”, revela que: “En casi todos los países, buena parte de la insistencia en aprovechar esos recursos naturales no apunta a satisfacer ciertas necesidades internas, sino a exportarlos. Se asume que ese comercio internacional generará los ingresos necesarios que permitirán a las economías nacionales atender sus gastos y, eventualmente, atacar los problemas de la pobreza” (Gudynas, 2005, p4).
Mientras este modelo esté completamente vigente existirá dicha apropiación, donde estemos conectados a la economía global de manera efectiva, segura y ágil, impidiendo lograr beneficios locales concretos. Si existiera un aporte a los derechos sociales y ambientales se evitaría en parte así, la fragmentación territorial y social en américa latina. Por dicha razón, ¿Por qué permitimos que esta explotación ocurra, siendo que de esta manera, no se promueve el cuidado de las generaciones futuras, no se brinda a las personas los valores fundamentales y al ambiente su reconocimiento merecido? ¿Qué ambiente queremos sustentar si la conciencia es “Arrasar con todo, por tal de ganar más”?
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