Reconociemiento de casos de violencia intrafamiliar

CÓMO RECONOCER CASOS DE VIOLENCIA INTRAFAMILIAR.-

En estos tiempos hay algunas frases que se hacen eco en las más diversas culturas. Algunas son en verdad ejemplares, mientras que otras un presagio de muy mal augurio para el bienestar, a veces para la vida misma de una persona.

Frases como "lo hace porque me quiere", o "no duele tanto", incluso "fue cosa de sólo un momento" esconden el abuso y el maltrato, en un acto criminal denominado "violencia intrafamiliar". Esta forma de abuso tiene señales reconocibles, y exponerlas es el primer paso para dar fin a este enorme flagelo social.

Primeras señales de abuso

A veces discutimos con nuestras personas más cercanas, como nuestra pareja, padres, hermanos o amigos. Al exacerbar nuestros nervios y emociones, puede que digamos cosas de las que nos arrepentimos luego. Este es un serio problema, aunque si sucede sólo una vez, nos arrepentimos y pedimos disculpas luego, pondremos fin a ello.

En cambio, si repetimos el comportamiento y cada vez más aumentamos las apuestas, empeorando los insultos, las palabrotas y las malas intenciones, sólo estamos alimentando a la bestia. Quien permite estas palabras es tan culpable como quien las dice, y ponerle fin al asunto es un tema de necesidad por parte de ambos en la discusión, utilizando las herramientas adecuadas, así sea terapia con profesionales, el distanciamiento temporal o el fin de la relación. Es por el bien de ambos, y no lo contrario.

El paso hacia la violencia

Cuando las palabras hirientes, despectivas, los comentarios maliciosos se ven acompañados de formas de contacto físico, el asunto toma una nueva dimensión. Para la ley es prácticamente lo mismo que una persona te tome violentamente del brazo y te sacuda, a que te golpee el rostro a puño cerrado. El abuso físico es completamente ilegal, además de ser inmoral y poco agraciado de parte del abusador.

Estas situaciones se suelen dar luego de una etapa denominada de "acumulación de tensiones", pasado el abuso oral. Se debe prestar atención a las condiciones de la dupla de personas: si hay una situación estresante de por medio (por ejemplo, padres que pelean una o dos veces cuando uno de sus hijos está gravemente herido o internado en un hospital), o si suceden simplemente porque sí, por celos, o por haber tenido un mal día en el trabajo.

Tampoco es necesario que haya insultos a nivel de malas palabras. Comentarios hirientes y despectivos ("no sé para qué haces dieta si te ves mal de todos modos", "esas arrugas te están comenzando a ganar" o "es tierno ver que te esfuerces sin lograr jamás nada") son los que desencadenan el abuso intrafamiliar. Cuando los permites (hacia ti, hacia otro miembro de la familia, hacia otras personas) no estás haciendo otra cosa más que avalar el comportamiento, apoyando secretamente el abuso.

Qué hacer en casos de violencia o abuso familiar

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