Reseña Maternidad subrogada

Maternidad Subrogada

        “Podemos definir a la maternidad subrogada como un procedimiento mediante el cual una persona o una pareja encargan a una mujer la gestación de un niño, el cual será entregado a la pareja o persona que solicito después de su nacimiento.”

Ingrid Brena

Partiendo de esto podemos explicar que las parejas después de realizarse varios estudios para concebir ser padres se dan cuenta que los resultados son negativos, es decir, son estériles.

Vivimos en un mundo globalizado, de tal manera que los avances científicos crecen y ofrecen a las personas realizar lo que deseen, en este caso tener un hijo, así viendo varias opciones llegan al punto de buscar a una mujer para “alquilar un vientre” y de esa manera cumplir su deseo de ser padres. Después de eso se realizan una serie de estudios para garantizar que ella se encuentra en buenas condiciones de salud física y mental, y siendo así podrá tener un embarazo saludable y en consecuencia el bebé no tendrá ninguna complicación.

Para concebir al bebé, la madre de alquiler es sometida a una fertilización in vitro (FIV), utilizando los óvulos o el esperma de los futuros padres, o en el caso de que estos fueran incapaces de procrear, se buscara un donante de óvulos, de esperma o de embriones para así poder llevar a cabo la inseminación.

La portadora (madre biológica) es remunerada económicamente, después de que el niño nace se le entrega la remuneración. En México la subrogación es de $45 mil dólares, pero después de todo el procedimiento la madre no está obligada a entregar al niño, puesto que ella puede reclamar la patria potestad, estoy de acuerdo con esto ya que después de 9 meses la madre biológica puede llegar a sentir afecto por él bebé que está creciendo en su vientre y en consecuencia de esto no querer entregar lo. Por eso es importante que la madre de alquiler tenga familia, mínimo un hijo previo antes de prestar este tipo de servicios,  así mismo todo depende de la actitud que muestre la portadora durante el embarazo. De igual manera los padres que tienen la presunción de la paternidad pueden retractarse de su decisión, por eso es necesario que estos también lleven a cabo una terapia psicológica.

Todo esto tiene un lado positivo y un lado negativo, como ya lo mencione el lado positivo es que permite tener familia a las parejas que no pueden concebir un bebé o que pierden el embarazo, viendo el lado negativo los bebés son considerados como producto, ya que se hace a través de una compra y se puede rechazar o regresar, eso me parece muy injusto ya que quizá la madre que está alquilando su vientre no quiera hacerse cargo del bebé y en consecuencia de esto el bebé queda indefenso ante la sociedad o de otra manera obligar a la madre que aborte como fue en el caso de Gammy que presentaba malformaciones y fue rechazado por una pareja homosexual de Australia, Gammy fue abandonado en Tailandia  por el hecho de que nació con Síndrome de Down y estos se llevaron únicamente a su gemela que no presentaba ninguna malformación o discapacidad, la madre de alquiler quiso reclamar a la gemela a pesar de sus condiciones económicas pero la custodia fue denegada y la niña se quedó con la pareja homosexual que ya había pagado por ella. Con este caso nos damos cuenta que en efecto los bebés son tratados como productos y solo se quedan con el que tenga un alto índice de calidad.

En Estados Unidos de América se presentó el caso de “Baby M”, donde la madre después de 3 días de entregar al niño y finiquitado el contrato lo quería de vuelta, como este era el primer caso que se presentaba en la corte norteamericana, donde la madre biológica estaba reclamando la custodia de su hijo, cabe recalcar que tenía el esperma del padre contratante, siendo así la corte le otorgo la custodia del niño a la madre biológica la cual la compartía con el padre bilógico que este siguió casado con la madre que había encargado al bebé en primera instancia. 

Este solo es un ejemplo de los muchos casos que se han presentado alrededor del mundo, cuando la portadora se retracta de dar al bebé por el lazo afectivo que este crea. Desde el punto de psicológico quitarle el bebé a la madre inmediatamente después del parto le puede generar depresión postparto, por esto es que deben de llevar una terapia psicológica previa y durante el embarazo y estar plenamente conscientes del objetivo del vientre de alquiler.

Otra de las contradicciones que podemos observar es que el bebé nunca va a conocer su origen ya que seis personas pudieron estar involucradas en su creación, aparte de todas las situaciones legales que puedan desatarse de esto.

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