Reseña Racismo Indigenas

El artículo del que escribiré en esta ocasión, Pueblos indígenas y racismo cotidiano, realizado en septiembre del 2020 y publicado en la Revista de la Universidad de México. Su autora Judith Bautista Pérez, estudió Sociología en la Universidad Autónoma Metropolitana en Xochimilco y la maestría en sociología en la Universidad Iberoamericana en la ciudad de México. Ha realizado diversos artículos sobre temas de racismo, mujeres y pueblos originarios, de los cuales destacan “Espacios de lucha contra el racismo”, “Mujeres indígenas y el racismo en México”, entre otros.

El racismo se ha vuelto un problema cotidiano en nuestros tiempos, llegando a tal nivel de que ni siquiera se note. Se expresa a través de acciones ya sean planificadas o espontaneas ejercidas por personas en las que las características de los otros son utilizadas como pretexto para humillar y/o violentar. En otras palabras, el racismo se aprende y se genera de manera habitual en espacios públicos e íntimos, tal es el caso de los micro racismos, que contribuyen al fomento continuo de violencias brutales. Las naciones y pueblos indígenas de igual manera son víctimas de esta práctica, el termino indígena pretende unificar y generalizar un proceso histórico; pero también alude a experiencias diferentes de pueblos y naciones. Esto permite resaltar la constante lucha y resistencia desde distintos frentes; uno de ellos es revertir los efectos del racismo como mecanismo de dominación y de colonización de las naciones indígenas.

La autora nos plantea que México existe la combinación de colonización constante con la violencia estructural, por un lado, la permanente lucha y resistencia de las naciones forzadas a incorporarse al estado. Por el otro, el mestizaje; aunque tiene sus propias contradicciones mantiene la existencia de otras sociedades nacionales; sin embargo, sujetas a una red de tensiones políticas y económicas que reiteran mantener un concepto unificado de estado-nación mexicano. El proyecto de mestizaje se ha llevado a cabo para desvalorar a grupos, sujetos políticos y poblaciones originarias; en otras palabras, despojarle los bienes, territorio, historia y principalmente la dignidad a las naciones indígenas. Cuando los sujetos señalados como “inferiores” dejan de luchar, se normaliza la dominación y se repite día tras día; de esa manera el racismo se normaliza llegando a nivel de volverse cotidiano. Ninguna comunidad de Yeétsi Loo Yu ‘ú (La Tierra) debería tolerar el sometimiento de la vida a la opresión.

Judith Bautista nos plantea de manera franca y precisa un problema que ha ido creciendo en estos años, se deben dar soluciones para que desaparezca el racismo en distintos aspectos, pero en este caso hacia los pueblos indígenas, no se les debe oprimir y hacer a un lado sus creencias y tradiciones.

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