Resiliencia en ancianos atendidos en la Red de Atención Básica de Salud en municipio del nordeste brasileño
Enviado por Diana Laura Hernández Vázquez • 2 de Noviembre de 2018 • Biografía • 3.317 Palabras (14 Páginas) • 168 Visitas
Resiliencia en ancianos atendidos en la Red de Atención Básica de Salud en municipio del nordeste brasileño
Camomila Lira FerreiraI; Lúcia Maria Oliveira SantosII; Eulália Maria Chaves MaiaIII
RESUMEN
Se objetiva evaluar la capacidad de resiliencia, autoestima y apoyo social en ancianos mediante estudio exploratorio con muestra por conveniencia constituida por ancianos, pacientes de la red pública de salud del municipio de Natal/RN-Brasil, los cuales respondieron al cuestionario y a las Escalas de Resiliencia, Autoestima y Apoyo Social. Participaron 65 ancianos, edad promedio 71 años, 81% de sexo femenino, con baja condición socioeconómica. Se identificó que los ancianos presentan características resilientes, autoestima positiva y apoyo social percibido como satisfactorio, aún ante las pérdidas y declinaciones experimentadas en la vejez. Además de eso, se verificaron correlaciones moderadas y positivas entre resiliencia y autoestima, ya que en la medida en que una aumenta, la otra también se eleva. De este modo, vivir bien dicho período crítico parece ser favorecido por la resiliencia como recurso favorecedor del desarrollo y por los factores de protección, importantes indicadores de salud.
Descriptores: Anciano; Envejecimiento; Resiliencia psicológica; Salud del anciano
INTRODUCCIÓN
Sobre la base de la comprensión de la resiliencia como la capacidad humana para adaptarse y cambiar las situaciones de riesgo y vulnerabilidad en fortalezas, el objetivo de este artículo es evidenciar la importancia de entender cómo algunas personas de edad, a pesar de todos los inconvenientes de la vejez, son capaz de acceder y vivir bien en la etapa de desarrollo, lo que minimiza los efectos del dolor y las pérdidas que se acumulan a través de la vida.
En esta perspectiva, el estudio trata de evaluar la capacidad de resiliencia, autoestima y apoyo social entre los sujetos de edad avanzada, y verificar los efectos de estos factores de protección en su proceso de envejecimiento.
REVISIÓN DE LITERATURA
La resiliencia es un concepto con el crecimiento de referencia en la literatura científica nacional e internacional. Se entiende como la capacidad humana para hacer frente a las adversidades, lo que permite a la persona a ser cambiado por estos factores potenciales de estrés, el ajuste o superando así estas experiencias traumáticas / estresantes. La resiliencia se discute no sólo como un atributo innato o adquirido, sino como un proceso interactivo y multifactorial que involucra aspectos personales, el entorno, el número y la calidad de los eventos de la vida, y la presencia de factores de protección (1).
Los factores de protección consisten en características con el potencial de promover la capacidad de recuperación, ya que pueden reducir al mínimo los efectos negativos o disfuncionales eventuales en la presencia de riesgo, además de poder modificar, mejorar o cambiar su respuesta a la vista de cualquier peligro dado. Por lo tanto, los factores de protección no, necesariamente, eliminar los riesgos; sino que animan a los individuos a superar esos riesgos, trabajando como mediadores y protectores contra la adversidad (1-2).
Cuando la resistencia se considera que es la capacidad de desarrollarse normalmente en situaciones difíciles o de riesgo, y que todo el mundo, en un grado mayor o menor, eventualmente enfrentar algunas de estas condiciones de vida, la capacidad de recuperación y la interacción entre los factores de riesgo y de protección pueden ser integrados durante toda la vida, en la edad adulta y la vejez (2).
El estudio de este constructo entre los ancianos ganó relevancia con la creciente preocupación por el envejecimiento de la población. Esto ocurre debido al aumento de las expectativas de vida, que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) será de 73 años en 2025. La misma tendrá lugar en Brasil, donde la expectativa de vida aumenta 67-74 años, en 2025, es decir, provocando un aumento de dos veces en el número de individuos de edad en el país, que hoy corresponde a 18 millones de personas (3).
En cuanto a la edad, existen incontables definiciones para caracterizar este proceso de desarrollo humano. La mayoría de los conceptos se refieren a la determinación múltiple de este proceso, marcado por cambios en uno de los aspectos físicos, sociales, biológicos y psicológicos, así como a sus dimensiones políticas, culturales y económicas. En esta configuración, la vejez se considera una etapa de la vida a menudo visto como un período de estancamiento y al final de la vida, una de descenso y las pérdidas, la desesperación y el miedo a la muerte, sin ninguna posibilidad de desarrollo, la participación y la implicación en los muchos contextos de la vida (4).
El envejecimiento humano, por lo tanto, es un proceso del ciclo evolutivo que pueden plantear riesgos para la salud y la calidad de vida psicológica de uno, ya que implica pérdidas significativas para el individuo que está envejeciendo. Todos los cambios que la experiencia mayor puede resultar en sentimientos negativos, como el abandono, la inutilidad, falta de autonomía, y la pérdida de control sobre el entorno y de uno mismo (4). Sin embargo, el mayor número de factores biológicos, sociales, psicológicos, culturales y económicos afectan el proceso de envejecimiento humano, se debe observar que los diferentes aspectos del trabajo en la vida de las personas mayores con el fin de protegerlos de las situaciones de riesgo y / o en condiciones adversas, y movilizarlos hacia la adaptación y / o la superación de estas experiencias, y enseñarles cosas nuevas y compensar posibles pérdidas (1).
Se dio cuenta de que, a pesar de la existencia de amenazas y riesgos inherentes a la vejez, algunas personas de edad avanzada pueden desarrollar normalmente y evitar la aparición de diversas patologías, sin ningún tipo de complicaciones o secuelas que pudieran afectar a su independencia y autonomía. Por lo tanto, después de superar una situación de riesgo, los ancianos asumen un papel activo en su tratamiento e involucrarse en la prevención de situaciones crónicas y sus síntomas. Esto se hace posible por revertir las pérdidas asociadas a la edad. Para ello, esta población utilizar recursos tales como la capacidad de resiliencia, autoestima, apoyo y cuidado de la familia, los equipos de salud y las instituciones de la comunidad (5). Por lo tanto, a través de estos recursos, los ancianos tienen la posibilidad de hacer frente a las adversidades que marcan esta fase de desarrollo, el logro de resultados exitosos en todo el proceso de envejecimiento.
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