Responsabilidad social universitaria como un nuevo enfoque al sistema educativo internacional

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INTRODUCCION:

La responsabilidad social universitaria, como un nuevo enfoque al sistema educativo internacional, en el que se trata de concientizar a los alumnos de los costos y consecuencias de los impactos negativos, tomando en cuenta los tres niveles de responsabilidad moral, jurídica y social, ¿qué pasa con los niveles y sistemas educativos de los países desarrollados frente a los sub-desarrollados? ¿En realidad tienen la capacidad, consciencia y objetivo final de formar alumnos   competitivos a nivel global éstos últimos? A nivel social qué pasa con la responsabilidad en las regiones más pobres de los países en vías de desarrollo que llegamos al extremo donde los padres venden a las hijas para ser explotadas como sexoservidoras o esclavitud en otros trabajos (sureste de México, Filipinas, etc., etc.). ¿Se puede lograr una responsabilidad social en los grupos con pobreza extrema de los países más pobres del mundo, donde es muy deficiente el nivel educativo, de salud, nutricional, económico y laboral?

DESARROLLO:

   Definimos la responsabilidad social, como la resolución de los impactos negativos y disminuir nuestra fragilidad como seres humanos, hacernos responsables por los impactos y por los actos. Los impactos son efectos sistémicos, no son consecuencia de actos aislados, por lo que debemos cambiar a un sistema justo, sostenible social y ambientalmente, las buenas acciones no tienen efecto sistémico, no tienen capacidad de transformación y pueden durar eternamente pero mientras se realicen en forma aislada no tendrán impacto.

Somos responsables de lo que hacemos y debemos ser responsables de lo que hace lo que hacemos. Se necesita de un observador científico con una ética intachable para develar nuestros impactos, por lo que desde este punto de vista, la responsabilidad social debe estar interrelacionada con la ciencia y las universidades como formadoras de los actos y la consciencia humana. Por lo que debemos de buscar su implantación en los gobiernos locales y centrales, en organizaciones no gubernamentales, en las empresas en las universidades y en forma prioritaria en la ciudadanía activa.

   Esto nos lleva a pensar qué tan comprometidos están los líderes internacionales religiosos, políticos y económicos (por ejemplo los presidentes de las potencias mundiales para trabajar en la búsqueda de la responsabilidad social, ya que como se menciona se tendrán que realizar reformas constitucionales para que ya haya involucrado un aspecto jurídico y sea más organizado e institucionalizado la implantación de sistemas con responsabilidad social, ya que actualmente se consume 1.5 veces los recursos del planeta y en caso de continuar sin control este índice podría aumentar a 3 o 4 veces y tratar de reducir éste índice de insostenibilidad planetaria, tratar de reducir los índices tan altos de desigualdad a nivel nacional e internacional, así como los problemas en la distribución de la riqueza que se ha acentuado en las últimas décadas. Hay que ser optimistas y atentos porque las soluciones sistemáticas si existen, la prueba se ha reflejado en el promedio de vida de la población que en las últimas décadas ha aumentado de 50 años a 75 años en México y a 85 años en Francia. Habrá que trabajar en economías de flujo y no de stocks, pensar en economías tipo circular y no lineal, en donde se aprovechen al máximo los recursos humanos y económicos, donde se busque aprovechar los residuos y deshechos de las empresas, donde se busque el rendimiento en la optimización de recursos y no solamente basar las ganancias en las ventas.[pic 4]

   Se menciona que no importa formar excelentes profesionales si es para servir a un desarrollo insostenible y que éstos “jugadores siempre van a jugar mal incluso cuando juegan bien” y esto nos revela que cuando las bases o principios están mal, por más que tratemos de capacitar en responsabilidad social, no se podrán obtener los resultados deseados. No visualizamos nuestros impactos colectivos, nuestra ética tiene mirada estrecha como para cubrir nuestra responsabilidad social, nos falta poder de control sobre nuestro propio poder, a medida que la relación autor (causa) y un acto (efecto) se diluye ya no sabemos cómo aplicar nuestros juicios éticos de responsabilidad, mientras más alejados o ignorantes de un fenómeno, menos posibilidades de involucrarnos en él, por ejemplo la hambruna en África y su consecuencia la desnutrición severa y frecuentemente hasta la inanición, si no estamos conscientes de ella, nunca tomaremos medidas para resolverla.

   Existen 3 dimensiones de la ética y con las que tenemos que trabajar simultáneamente ya que en la realidad siempre están relacionadas y no se pueden separar en nuestros actos y son la responsabilidad moral sobre lo que hacemos frente a los demás y de nuestros actos, responsabilidad jurídica y que es frente a las leyes     y la responsabilidad social que es frente a los impactos de acciones colectivas y son las “avalanchas sociales de nuestro mundo “ en una avalancha ningún copo de nieve se siente responsable” pero al desplazarse millones de copos como podrían ser las personas se logran cambios importantes hacia la responsabilidad social.[pic 5]

   En la actualidad ya no es suficiente con las certificaciones, porque aunque es una forma de estandarizar los procesos y empoderar a los trabajadores, debe haber una responsabilidad más allá de las empresas, de lo que trata ISO 26,000 y que exige su institucionalización universal.

   Se revisa también el esquema de los actos y sus consecuencias que son imputables a sus autores y con respecto a los impactos no son imputables directamente a las personas sino a los conjuntos sociales, lo que nos dice que la responsabilidad social se fortalece cuando se hace social. La responsabilidad social es un operador de creatividad política, crea nuevas redes de cooperación para una sociedad responsable de sí misma, pero que finalmente es una responsabilidad difícil de instituir. Por lo que se necesitaría trabajar en alianzas globales, lograr una corresponsabilidad por los impactos sociales a controlar entre todos los interactores, es urgente acabar con el “fairwashing” de la responsabilidad social empresarial, porque la RSE no es un movimiento transformador aún, habrá que cambiar de la filantropía a desarrollo sustentable, habrá que realizar un cambio sistémico que implique justicia y sostenibilidad.

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