Resumen Isla 5 Faros
Enviado por topami • 26 de Octubre de 2013 • 586 Palabras (3 Páginas) • 814 Visitas
La isla de los 5 faros
TEXTO RESUMEN
Nos comunicamos para transmitir una idea. Y nosotros debemos ser los primeros en tenerlo claro. Tenemos que pensar qué es exactamente lo que queremos decir. Cuando queremos decir demasiadas cosas corremos el riesgo de que ninguna llegue con claridad. Se diluye el mensaje. Esto no significa que nos limitemos a exponer una única idea. Significa que el resto de explicaciones deben estar a su servicio. No es suficiente con tener una única idea. Además debe ser valiosa, grande, original. Debemos ofrecer algo especial. El mensaje debe ser único e interesante.
Para hacerlo interesante, capaz de ser recordado, podemos recurrir a las historias. Las historias se fijan en la mente, lo cual no ocurre con la mera información. Hay que utilizar la creatividad, pensar en metáforas, en comparaciones, en una manera de contar la historia que sea sugestiva.
Para llegar a nuestros interlocutores tenemos que escoger con cuidado nuestro lenguaje. Éste dependerá de las personas a quienes va dirigido el mensaje. El lenguaje referido tanto al vocabulario utilizado como a los ejemplos, las situaciones y la construcción de las frases, el ritmo, el tono, la duración.
Una vez construido el mensaje hay que trabajar su escenificación. Hay que pensar que el mensaje es lo que el otro entiende, no exactamente lo que queremos decir. No importa lo que nosotros tengamos intención de decir, sino lo que capte nuestro receptor. Entre lo que queremos decir y lo que capta la gente están nuestros sentimientos. Debemos estar en contacto con nuestros sentimientos. Si los ignoramos, no sabemos lo que estamos comunicando. Nuestros sentimientos pueden distorsionar nuestro mensaje, porque no podremos esconderlos. Los demás los captarán por nuestra voz y nuestro cuerpo. Por eso, porque ellos captan lo que nosotros no vemos, debemos observar en todo momento a los interlocutores. Mirarles a los ojos, leer sus reacciones, cambiar la comunicación en todo momento en función de las reacciones que percibamos.
En nuestra exposición nuestro objetivo debe ser mostrarnos convencidos, contagiar entusiasmo, y hacer que los otros se acerquen (¡si quieren!). Cuando intentamos convencer, no convencemos. Con ilusión y convencimiento debemos invitar a los demás a compartir nuestro mensaje. Tenemos que evitar las afirmaciones categóricas, el tono imperativo, las opiniones taxativas y el empeño de querer exponer las comunicaciones de “arriba abajo”. No defender encarnizadamente nuestras posiciones porque eso, sin duda, es lo que menos convence.
Y todo ello ¡tratando de provocar emociones!
En la construcción de nuestro mensaje y en el acto mismo de comunicación debemos conseguir “tocar” a los otros, llegar a su corazón. Olvidamos las cosas que sólo entendemos. Recordamos siempre las cosas que, además de entender, sentimos.
Ferran Ramon-Cortés (2006).
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