Resumen cosas añejas

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 Cosas Añejas

Drama Horrendo.

Este cuento cominza haciendo una descripcion de la puerta del conde en un esplendido dia de primavera en el cual pasaba por alli un carruaje tirado por una briosa mula rodando por el enlodado caminode Guibia y San Jerónimo.

Dicho coche iba bien cubierto y el que lo conducia no iba menos recatado de las indiscretas miradas.

En un momento dicho coche se paró en la rústica entrada de una de las quintas que de lado y lado del camino se extienden hasta mas de dos leguas en dirección del celebrado Haina.

Y asi continua el autor describiendo el paisaje y la hambientacion de la época.

Se apeó el auriga no asi el señor y acercandose con una orden terminante salio una joven agraciada a la puerta bizca de un bohío y tras ella la familia habitante de la estancia todos con ropa ligera y la joven con su pelo suelto y rubio dijo alegremente, papá!!.

El personaje saco la cabeza y casi gruñendo un !buenos días!, hija y un !salve señores! El cual fue contestado de modo expresivo por todos los presentes, que daban muestra de ser parientes o amigos del mismo.

Uno de ellos pregunto: Acaso viene usted ya por la niña Don N? si ya es tiempo respondio el don.

De inmediato movimiento y arreglo de malestas se sintio dentro de la casa. Luego de las despedidas arranco penosa volanta de donde aquella chiquita habia hechado raices.

Luego de un corto trayecto por la historica ciudad y el baluarte inmortal detuvose  en la calle las damas frenta a una solariega casa de antaño azotada como todas por el salvajismo haitiano, con aspecto señorial.

La joven subió la escalera y entró en su alcoba, un tinte de melancolía bañaba sus delicadas facciones y cierta pesadez moral empezo a batir aquel espíritu.

Despues de lo que se expresa nos damos cuenta que todo es la deshonra de la joven la cual estaba en cinta de un miserable el cual su padre que era el comendaor de entonces habia jurado vengar de una manera u otra. Para cual pidió a su hija cuidar la honra de su familia y que no sintiera mas pena por lo que le habia sucedido.

De manera general nos pudimos percatar de que este no es mas que una real descripcion de la ciudad colonial que se veia para los años despues de 1823 comensada para entonces el yugo haitiano sobre nuestro pais. Valese el autor de una seri de actos para asi mostra el estado en que estba dicha ciudad y haciendo esto de una manera magistral el ya mencionado escritor utiliza la historia de esta bella joven la cual termina en uan tragedia que espanta a la impresion humana pero que no menos cautiva a aquellos que tienen la dicha de escudiñar dichos escrtos.

Dicho drama se vive la oscura noche en que la joven es llevada por unos criados diabolicos a dar a luz aun sombrio lugar en las orillas del rio Ozama. Llevan como partera a una comadrona

Llamada Seña Petronila la cual es practicamente obligada hacer el parto la misma mostrando gran habilidad para el trabajo que habia sido encomendada toma al recien nacido acabado de salir de las entrañas de aque indefensa joven y lo pasa aque tenebranrte hombre el cual sin vacilar lo toma por los pies y dandole vuelta y sin menor duda lo arroja al rio. El niño exhaló en el aire para  luego ser tragado por la furia de aque despiadado rio el cual lo desaparecio al instante sin dejar rastro alguno. Pero lo mas impactante de tan hoorendo crimen es el hecho de tanto el padre de la joven como ella misma fuesen los autores del dicho acto tras lo cual la comadrona seña Petronila se tuvo que quedar callada al percatarse de qui habia sido el autor de este drama horrendo.

Bajo Cabello o un Razgo Audaz

En este se puede apreciar como en los tiempos en que duarte era precidente de la republica un tripulacion de marineros y sus respectivos comandantes navegaban a bordo del navio que llevaba como nombre san José. En aquella noche tan especial para todo mundo como la noche buena se disponian a celebrar en el puente dicho barco la tan esperada cena de noche buena.

Ya pasada la media noche y cuando todo estaba listo en medio de tanta alegria se escucho la fuerte voz de un centinela gritar !Tierra a proa!, y como si se tratase de una cruel jugada del destino nadie entendio lo que aquel grito decia, todo mundo penso que una flota haitiana estaba a la vista, cuando de nuevo se escucho la voz decir !Tierra a babor!, !Tierra a Estribor!.

Aquellos tres fuertes grito fueron coronados por otros dos gritos a coro de todos los que alli presente estaban !Bajo Cabello!, !Bajo Cabello!. Dicha exclamación hizo el efecto de un salvese quien pueda. La espantosa confución provoco que en un instante todos se hicieran de armas en mano para disputar los botes y por consiguiente la vida, porque como en un naufragio o incendio inminente a bordo la salvación parecía imposible.

Aque brutal instinto de conservacion iba convertir el antes alegre y feliz puente  de El San José, en un teatro de trajicas luchas.

Pero luego de tanta tensión todo volvio a la calma, pero cuando esto paso la noche buena haia terminado sin comensar. De ahi en adelante el autor sigue narrando la cadena de sucesos que acontecieron en El San José y a toda su tripulacion dejando entre ver con una mención especial la del pescado que le hiciera daño a casi todos a bordo.

Luego de varios días llegaron a las costas de la antigua ciudad, en la cual avistaron gran movimiento, cosa que extraño a todos sin saber a que atenerse y teniendo un percanse por todos los caprichos de una antojadiza señora disque poílitica. !Que diablos pasa en la capital preguntaron al práctico que acababa de subir al barco.

Que hayy fiesta por la proclamación del General  Santana, respondio el curtido práctico.

Lugo de muchos festejos y salves el mistico barco siguió realizando grandes travesias a pesar de gran edad de la cual este viaje de aventuras mas memorable del mismo y el cual siguió haciendo útiles servicios.

Barriga Verde

A fines del siglo pasado, vagaba por las calles de Santo Domingo un pobre muchacho, que parecía ser penínsular, sin paradero fijo y sin alma cristiana que por él fuese.  No se sabía cuándo ni cómo ni dónde había arribado a estas hospitalarias playas.  Solamente se aseguraba que había sido robado en España y traído aquí, no se sabe por qué motivos, en algún buque de los que por rareza se aparecía por  estos puertos.

Su edad dicen que no pasaba de 5 o 6 años, aunque acaso llegaría a diez.  El inclemente clima de la isla había hecho fácil presa en el abandonado niño, que le consumía, relajando su organismo, le habían proporcionado protuberante vientre y mortal color a su fisionomía.

Y, o porque estaba cubierto con camisa hecha jirones que dejaban ver sus venas azuladas verdeando sobre el blanquísimo cutis de su vientre, según opiniones, o, lo que es más corriente, por que vestía un viejo y raido chaleco de paño verde, el caso es que los ociosos muchachos de la época, con su habitual malignidad, bautizaron a su indigno colega con el ridículo mote de Barriga Verde, nombre por el cual era generalmente conocido.

Un día, un pacífico habitante de la ciudad, hombre de color, de holgada vida, persona de bien de los que abundaban en esa época, fue llamado por su esposa:

¡Ay!- taita Polanco, que así lo denominaba, -mira que ahí en la calzada está un pobre muchacho blanco enfermito ¡el pobre! Está tiritando de calentura.

Era el dicho habitante de temperamento que aquí somos todos, es decir generosos y hospitalarios a carta cabal, que dejando sus herramientas salió a la calle y reconociendo al muchacho, con dulzura exclamó:

 -¡Eh! Barriga Verde,  ¿Qué tienes, estás mal?-

El niño apenas respondió con un débil gemido y continuó temblando de frío
-¡Pobre muchacho!- murmuró taita Polanco.

Ayudado por su  mujer lo cargaron y lo entraron en su morada dónde ya le habían hecho preparar un aposento cómodo. Luego le prepararon pócimas caseras y cuidados, al poco tiempo Barriga Verde se restableció.  Le rasuraron la cabeza por estar llena de piojos y lo vistieron con un sayon blanco como de muerto.  El esmero en la alimentación provocó que algunas personas se refirieran  a su aspecto como el de un botón de rosa, muy blanco,  sonrosado, de ojos azules, pelo rubio, nariz perfilada, cara redonda  y lleno de carnes. Parecia inteligente.  La familia le rodeaba de atenciones y cuidados, tratándole como un príncipe.  La gente se había acostumbrado a ver al honrado y trabajador taita Polanco y su postizo hijo, y admiraba también el aspecto distinguido del último y su preciosa carita.

Falta hacer notar que tiempo después de estar aquí el desamparado niño, llegaron unos papeles que sin duda eran reales provisiones o requisitorios para que se buscara a un niño que había desaparecido de la
Corte de España, requisitorios que dicen, se dirigieron a todos los dominios españoles; perdida ya la esperanza de encontrársele en la peninsula.  Pero un día misteriosamente, nadie sabe como sucedió, Barriga Verde desapareció tan misteriosamente como habia aparecido, cuando ya estaba hecho un mocito y cuando mas encariñados estaban todos. Aquél hogar felíz fue todo confusión y llanto.

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