Resumen de "Cómo ser Creativo"
Enviado por Carlos Canizales • 20 de Abril de 2017 • Apuntes • 1.416 Palabras (6 Páginas) • 220 Visitas
¿Cómo ser creativo en el siglo XXI?
¿Podemos definir paso a paso lo que se necesita para ser una persona creativa? ¿Es acaso la creatividad simplemente un proceso alcanzable si se sigue al pie de la letra la metodología?
Escribo éste resumen simplemente como un joven estudiante, lleno de aspiraciones y metas por cumplir, todo lo que he hecho en mis cortos veintiún años de vida sigue la misma regla, mirar hacia adelante, siempre adelante.
Cuando era tan sólo un pequeño niñato caminaba sin rumbo, mis objetivos eran tan planos como el pizarrón donde aprendía con martirios cosas inútiles (y otras no tanto). Mi familia era para mí como cualquier familia, mis amigos sólo tenían las letras pues aún no entendía esos sentimientos. Acostumbrado a ser “El mejor” sin siquiera quererlo conseguía una vida cómoda y tranquila, sin preocupaciones y con la única labor de cumplir reglas y seguir las órdenes, era una máquina perfecta y los elogios se encargaban de aceitar mis engranajes, hasta que un buen día sentí lo que jamás había sentido, una competencia acérrima por tomar mi lugar, aquel niño nuevo, desconocido y frío podía mejorar todo lo que yo hacía perfectamente bien fue en ese entonces que conocí la competencia y afortunadamente a mis diez años desprendí aquella tela que cubría mis ojos y pude ver cosas que jamás imaginé que existieran.
La educación en el mundo se encarga de generar máquinas, unas un poco más perfectas que otras y en algunos casos muchas muy imperfectas. Desde pequeños morimos un poco sin siquiera saber que estamos vivos, nos condenamos a una vida tan simple que confundimos la felicidad con la satisfacción, es necesario un torbellino para poder despertar de aquél dulce infierno en el que nos encontramos; nuestra cerrada, cuadrada y completamente oscura mente. La valentía es destacada por su rareza, nadie desea tomar las riendas pues no estamos acostumbrados a ello, nadie desea correr riesgos porque jamás los hemos tenido y esto genera un círculo vicioso que lleva repitiéndose años y años. En un mundo como el nuestro, una idea puede ser muy valiosa y es preferible que lo valioso lo conserven aquellos que siempre lo han tenido, es por eso que somos educados de esa forma, destinados a modificar algo para que parezca nuevo o vernos obligados a perder años de estudio para que nuestras ideas tengan validez, porque hoy en día un papel vale mucho más que una idea y la única manera en la que podemos otorgarle el valor que queremos, es sustentarnos en un papel que asegura (aunque no sea verdad) que nosotros conocemos el tema y nuestra idea puede ser valiosa. Mantenernos así durante tantos años, generó una sequía inimaginable de ideas, el agua, estaba allí, pero las condiciones no permitían que subiera al cielo y se juntara con otras gotas para poder después ejercer su magnífico acto y empapar el árido suelo en el que se encontraban.
Después de aquél terremoto pude comprender que la estabilidad no es más que un mito, muchas personas viven toda su vida estables y seguros, convencidos de que han logrado sus metas, pero no pueden darse cuenta que sus metas jamás existieron y que mientras ellos quemaban sus pupilas para construir los sueños de otros, sus hijos podían estar generando sueños más grandes que poco más tarde serían aplastados por la monotonía de la cotidiana vida, es así como se genera la anticreatividad.
Para ser creativo necesitas ser inteligente, carismático, centrado y un sinfín de adjetivos que a los diez años no conoces que existen y no te crees capaz de tenerlos, admiramos a luchadores, futbolistas o incluso comediantes por cumplir con aquellas cualidades, desdeñando las nuestras y apagándolas mientras nos dedicamos a tomar una figura “exitosa” para tratar de emularla.
“No necesitas estudiar para ser exitoso” podía oír ésta frase cada vez que mis compañeros obtenían malas notas. “No necesitas ser el más rápido para ser exitoso” decían los padres de mis compañeros con sobrepeso y fue entonces que comprendí que nuestros creadores nos preparan para aceptar el fracaso sin antes motivarnos por obtenerlo. “YO QUIERO SER EL MEJOR EN TODO” dice un ególatra (YO) justo dos segundos antes de continuar siendo descalificado por el resto, preferimos apuntar con el dedo antes que adoptar posturas nuevas, es mucho más cómodo palmear un hombro y motivar a que todo siga igual, antes que estrechar nuestra mano para impulsar a alguien levante la mirada y fije una meta clara por imposible que parezca. Es por eso que admiramos y recelamos a los valientes, pues en ellos vemos el reflejo de alguien que posiblemente pudimos haber sido, pero no lo somos, nos incomoda el hecho de mirar que alguien piensa de forma diferente, nos provoca escozor el creer que todo lo que hemos aprendido era información equívoca y que los métodos y formas con las que hemos vivido siempre pueden sustituirse por otros que suenan lógicos, pero no están comprobados.
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