Riesgos Psicosociales COVID-19

Gestionando el riesgo psicosocial en época de COVID-19

Estrategias para prevenir la depresión, la ansiedad y el estrés.

La salud emocional en tiempos de coronavirus

Con el COVID-19 presente en nuestro país, nos encontramos en un periodo de crisis donde varias emociones se han vuelto presentes en la cotidianidad (miedo, incertidumbre, desesperanza, frustración, preocupación, rabia, etc.).

Esto ha puesto en juego nuestra salud mental al generar un malestar psicológico en los ciudadanos y trabajadores; por esto, es debido informarnos sobre las acciones que podemos realizar para el adecuado manejo y control de nuestros pensamientos, emociones y conductas.

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Además, comprendemos que algunas personas pueden experimentar ciertos episodios en diferentes circunstancias, tales como:

Depresión. Se puede definir por mantenerse en un estado de ánimo bajo o una pérdida de interés o placer en casi todas las actividades de la vida diaria. Se deben considerar la mayoría de los siguientes puntos para poder determinar si se experimenta este episodio, y así pasar a su debida intervención.

• Vaivenes en la rutina
• Alteraciones del sueño
• Cambios en la alimentación (pérdida o aumento del apetito)
• Agitación o enlentecimiento visibles por los demás
• Fatiga o pérdida de energía
• Sentimientos de inutilidad o de culpa excesivos o inapropiados
• Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse
• Pensamientos recurrentes de muerte (no sólo temor a la muerte)

Ansiedad. Aparece un grado de tensión y preocupación excesiva, ya sea por no querer tener problemas, contraer una enfermedad, experimentar una crisis, estar lejos de casa o de los seres queridos, etc. Y esto puede ir acompañado por varios de los siguientes síntomas:

• Inquietud o impaciencia
• Cansancio
• Dificultad para concentrarse
• Irritabilidad
• Alteraciones del sueño

Ataques de pánico. Es la aparición súbita de síntomas de aprensión, miedo pavoroso o terror, acompañados habitualmente por una sensación de peligro inminente. Pueden aparecer algunos de los siguientes aspectos, y saber identificarlos puede ayudar a manejar la impresión:

• Aumento de frecuencia cardíaca
• Sudoración
• Temblores o sacudidas
• Náuseas o molestias abdominales
• Inestabilidad, mareo o desmayo
• Miedo a perder el control
• Escalofríos o sofocaciones

Estrés. Se considera estrés al mecanismo que se pone en marcha cuando una persona se ve envuelta por un exceso de situaciones que superan sus recursos.  El individuo experimenta una sobrecarga que puede influir en el bienestar tanto físico como psicológico y emocional

• Dolores corporales y de cabeza
• Mala memoria
• Cambios de la conducta
• Cambios de peso
• Problemas estomacales.
• Cansancio constante y prolongado
• Rigidez y tensión
• Problemas al dormir

Salud mental y bienestar en la familia:

Las siguientes recomendaciones son acciones sencillas que podemos poner en práctica para controlar el riesgo psicosocial y mantener el bienestar:

• Realiza acuerdos de convivencia familiar. Compartan y definan normas de comportamiento, así como alternativas de manejo de conflictos y de expresión emocional.
• Ayuda a los niños a encontrar maneras positivas de expresar sus emociones y sentimientos, como el temor y la tristeza.
• Mantén la rutina y los horarios habituales en la medida de lo posible, o ayuda a crear nuevas rutinas u horarios, agregando ejercicio físico regular, el aseo y las tareas domésticas diarias, o incluyendo actividades como leer, cantar, bailar, etc. Mantén contacto regular con tus seres queridos (como por teléfono o por alguna red social).
• Mantén la interacción social y los espacios de apoyo emocional. Conversa con amigos y familiares.
• Elige un momento de tiempo para charlar sobre diferentes temas. Relájense juntos, diviértanse en familia.
• Ora en familia para el fortalecimiento espiritual.
• Manténganse en contacto cuando los miembros regresen a sus respectivos trabajos.

Salud mental y bienestar laboral

Comparte información constructiva

• Comunícate con tus colegas de manera clara y alentadora.
• Identifica errores o deficiencias de forma constructiva para corregirlos.
• Todos nos complementamos: los cumplidos pueden ser motivadores poderosos y reductores del estrés.
• Comparte frustraciones y soluciones. La resolución de problemas es una habilidad profesional que proporciona una sensación de logro incluso para pequeños incidentes.

Mantén el contacto con compañeros

• Habla con tus compañeros de manera constante, procura brindar y recibir apoyo mutuo. El aislamiento debido al brote infeccioso puede producir miedo y ansiedad. Cuenta tus experiencias y escucha las de los demás.

Respeta las diferencias

• Algunas personas necesitan hablar, mientras que otras necesitan estar solas. Reconoce y respeta estas diferencias en ti y tus compañeros.
• Evita el lenguaje catastrofista, utiliza pensamientos positivos para cambiar la perspectiva de la situación, la situación es compleja, pero la superaremos.

Comunica de manera asertiva pensamientos y sentimientos

• Mantén un tono de voz bien modulado y estable. Saber escuchar y hacer retroalimentación cuando sea necesario, es importante.
• Cuando veas debido exponer tus opiniones, bríndalas de manera clara y respetuosa.
• Cuida el compañerismo con el resto de tu equipo. Se agradecido.

Al regresar al trabajo

• Conocer en qué momento se encuentran tus compañeros y la empresa en general.
• Brindar apoyo posible ante las dificultades o limitaciones para reanudar las actividades.
• Mantenerse en calma siguiendo los protocolos dados por la empresa y los lineamientos gubernamentales de protección sanitaria.

Salud mental y bienestar personal

Un abordaje eficiente y a tiempo

• Controla el pánico:

Evita la sobreinformación e identifica los momentos donde los pensamientos se salen de control. Allí, implementa ejercicios de relajación, verifica la fuente de información, realiza tareas que te distraigan y busca apoyo en los demás.

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