Robin Crusoe
Enviado por amosa • 8 de Agosto de 2013 • 2.109 Palabras (9 Páginas) • 390 Visitas
Introducción
Hasta ahora se ha hablado mucho de la importancia de que el alumnado con discapacidad se desenvuelva en el mundo de todos, de que forme parte de la vida de
las aulas y participe de una educación que potencie las relaciones sociales y el pleno
desarrollo. Éstas han sido preocupaciones especialmente para los profesionales
que cuentan con alumnado con discapacidad en su aula. Sin embargo, rara vez se ha
reflexionado sobre estos temas en aquellas aulas donde no había escolarizada ninguna
persona con discapacidad.
Debemos saber que es importante que las personas con discapacidades especiales convivan con otros niños y así logren tener una relación más compleja, en un entorno escolar.
Hasta la fecha muchas de las instituciones públicas de nuestro país se niegan a recibir a estas personas y negarles el derecho a la educación, pero debemos de tener en cuenta que existen derechos y leyes que respaldan este tipo de situaciones.
Por otro lado, vemos necesario abordar la inclusión educativa como una oportunidad
que tiene todo el alumnado para aprender acerca de la discapacidad y llegar a adquirir
así, o desarrollar, el respeto hacia las personas diferentes. No podemos olvidar que
los alumnos y alumnas tienen derecho a “saber sobre discapacidad” y que es responsabilidad del profesorado contribuir a esta concienciación.
Se trata de una realidad que ha de ser conocida por toda la comunidad educativa.
Todos los agentes deben desarrollar estrategias adecuadas para que el sistema
educativo sea cada vez más inclusivo.
Objetivos
Investigar los derechos y garantías que deben recibir las personas con discapacidad
Marco teórico
Derecho a la Inclusión
La inclusión es fundamentalmente un derecho, pero es sin duda un concepto amplio que conviene aclarar. Podemos mencionar que de acuerdo con el artículo 14 de ley 7600: De igualdad de oportunidades para las personas con discapacidades dice: “El estado garantiza el acceso a la educación, y sea pública o privada, independientemente de la discapacidad que presente”. La educación es un derecho que cada persona debe recibir nadie puede por ningún motivo negársela a una persona y menos tratándose de personas con discapacidad.
Podemos recoger y considerar diferentes definiciones como, por ejemplo, la de Patterson: “Es una forma de vida, una manera de vivir juntos, basada en la creencia de que cada individuo es valorado y pertenece al grupo. Una escuela inclusiva será aquélla en la que todos los estudiantes se sientan incluidos”. Esta premisa implica que todas las alumnas y alumnos sean aceptados, reconocidos en su singularidad, valorados y con posibilidades de participar en la escuela con arreglo a sus capacidades.
Un enfoque inclusivo pretende valorar la diversidad como un elemento enriquecedor del proceso de enseñanza-aprendizaje y, en consecuencia, favorecedor del desarrollo humano. Inclusión implica una actitud y un compromiso con un proceso de mejora permanente; conlleva el esfuerzo de análisis y reflexión de culturas, políticas y prácticas educativas, la identificación de barreras y objetivos de mejora. Avanzar en inclusión es avanzar en actitudes de respeto, tolerancia y solidaridad; es educar en valores, aunque los valores no sólo se enseñan, se viven; es aprender a convivir conviviendo. Para hacer realidad estos objetivos, para que no se queden sólo en buenos deseos, es precisa la información, sensibilización y mentalización de todos los agentes de la Comunidad Educativa, incluido el alumnado; es importante que se pueda conocer y comprender esta diversidad. Por este motivo, es importante que los docentes asuman la responsabilidad de formar en la diferencia. “Las diferencias encierran grandes oportunidades de aprendizaje. Las diferencias constituyen un recurso gratuito, abundante y renovable…” (desconocido) De esta manera, se podrá reconocer la diversidad como una oportunidad para enriquecer las interacciones y los aprendizajes. Es necesario “socializar la diferencia” a partir de información y de ejemplos adecuados para la interacción.
Escuela inclusiva entendida como:
Aquélla que identifica las barreras para el aprendizaje y la participación para luego minimizarlas, a la vez que maximiza los recursos que apoyan ambos procesos.
Aquélla que no se centra únicamente en las necesidades de los alumnos y alumnas sino que reflexiona sobre los planteamientos del contexto escolar.
Aquélla que ofrece a todo su alumnado oportunidades educativas y ayudas para su progreso.
Aquélla que promueve ambientes de aprendizaje que capaciten a todos los alumnos y alumnas para participar en una enseñanza lo más individualizada posible.
Aquélla que promueve ambientes de aprendizaje que capaciten a todos los alumnos y alumnas para participar en una enseñanza lo más individualizada posible.
Aquélla en la que la diversidad no se percibe como un problema sino como una riqueza para todos.
Aquélla que desarrolla valores inclusivos compartidos por la Comunidad Educativa.
Aquélla que educa en la diferencia, dando a conocer la particularidad de cada uno.
Aquélla que educa en el respeto, reconocimiento y valor de la diversidad.
El objetivo no es únicamente comprender la discapacidad, hay que dar un paso más: desarrollar valores positivos hacia las personas que la presentan. Valores que humanicen, que respeten y dignifiquen a las personas con discapacidad; valores que promuevan tolerancia, solidaridad, respeto e inclusión. Sin duda, informar y trabajar con todo el alumnado sobre la diferencia, abordar desde la rutina diaria cómo comprender e interactuar con las personas con discapacidad, ayudará a fomentar la convivencia, a desarrollar la empatía,
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