SOCIECONOMIA EN MEXICO

La Población económicamente activa (PEA) representa en México 40 millones de personas en aproximado con un crecimiento a una tasa anual en promedio de 3%, (un millón 200 mil personas) y estas se incorporan al mercado laboral. Cuando el crecimiento económico ha sido mayor, el sector formal de la economía crece alrededor de 400 mil empleos por año, sin embargo resto de la nueva fuerza laboral (800 mil personas), se refugia en empleo informal o se incluyen en actividades ilegales o emigra a Estados Unidos de Norte América, pero la situación apremiante es que la economía no crece a un ritmo constante y sostenido, por lo que las anteriores consecuencias se presentan en aumento esto no es más que el reflejo de la falta de oportunidades de trabajo que tiene como resultado la bien llamada pobreza endémica del país, que da como resultado cada año un nuevo grupo de desempleados, lo que instituye un precursor para las actividades ilegales.

Una procedencia inmediata de esta falta de oportunidades es la escueta inversión en proyectos productivos que sean generadores de empleos formales, esto viene concatenado al abandono de un sistema financiero serio y la apatía en la política industrial gestada por el Estado en los últimos 30 años.

Nuestro comportamiento como mexicanos si bien no se puede homogenizar, se considera que en una parte proporcional significativa carece de una cultura de respeto a la ley por lo que posiciona a México entre los países en los que los estatutos se respetan menormente y solo se llegan a cumplir cuando se presenta una amenaza clara de sanción y autoridades con cabida para aplicarla.

Podríamos dilucidar que esta situación se presenta por dos factores principalmente y es que un segmento de las leyes no se puede cumplir por diversos motivos tales como, leyes que se contradicen, obsolescencia, son inadecuadas y no existen suficiente elementos en las autoridades con capacidad aptas para hacerlas cumplir. La segunda oportunidad se presenta en la ignorancia y el temor aunada al desprecio de diversos sectores sociales con respecto a las leyes que normalmente son sectores de escasos recursos económicos y que percibe a las leyes como impuestas, que no los incluyen por lo que las ven ajenas, situación que por el contrario, el grupo de personas que cuentan con recursos económicos significativos las adoptan como convenientes y si no lo son se acogen a la ley haciendo usos de recovecos o lagunas y las sortean por lo que aterrizando en ambos casos es el mismo: las leyes no se perciben como propias si no como un mecanismo para la sociedad que cumple discriminadamente y alcances y limitaciones dependiendo la oportunidad.

Bajo la observancia económica, la omisión de cumplimiento de las leyes por los grupos sociales embrolla y restringe la política económica instrumentada por el Estado, la recaudación fiscal se ve minada ya que hace inútil cualquier reforma y la reducción de la regulación,

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