SOCIEDAD Y POLITICA.

PRIMERA RELATORIA: LA RELIGION DE LOS IDOTAS

JEFFREY FORERO

Vivimos en un mundo que para nuestra omisión, se ha vuelto un teatro de marionetas, donde el espectáculo y la ficción se han hecho la regla y la ley, es tal el despojo de identidades que irónicamente este juego de roles crea, que ya ni siquiera nos deja ver de qué lado del teatro estamos observando.  Y a pesar de lo triste que suenan mis reflexiones no todos salen perdiendo, en especial los dueños, que se aprovechan de una temporada teatral que el público absorto e hipnótico no logra superar.

Se podría decir que la política es el instinto más recóndito del hombre, pero que tan invisible en la reflexión y tan importante en el vivir, se ha convertido en un arte selecto para aquel que mejor sabe vender sus pinturas. Pareciera ayer cuando los franceses de la mano de Rousseau y Montesquieu gritaban su lema de libertad, igualdad, y fraternidad, saliendo como héroes del mundo, a prender una luz en un panorama de tinieblas que tan fuerte, volvería a dejar aún más lúgubre y solitaria aquella luz.

Luz que sin duda nunca llego a las colonias europeas, donde el sol ardiente y las llanuras sin fin, parecían afectar algo el movimiento de una sociedad esclava por la historia, que esperando el florecer del furor de pueblos sometidos, se enfrentaron a una democracia sin demócratas, practicada al parecer por unos alumnos muy europeos que sin la corona y sin el titulo no se alejaban mucho de una Europa no muy lejana que hoy con algo de hipocresía solo de criticar un legado y una tierra estéril de ideas que ellos mismos se encargaron de quemar.

Primavera árabe seguimos diciendo aquí, pero lo que viene es el invierno más negro. Arturo Pérez. La primavera árabe tuvo mucho de verdadero: un movimiento popular que quería progreso, pero que en algunos países como Siria se ha transformado en un ajedrez en el que luchan de las facciones internacionales por el dominio del mundo islámico, está lejano de aquel deseo popular.

Quizás Locke y Hobbes no estén hoy para seguir hablándonos de sociedad civil y  plantear sus teorías sobre esta enferma sociedad, que se vanagloria de una cultura y razón que hasta el signo pesos ya identifica, y tan desdichados que cuando creían que ya tenían todas las respuestas, de pronto, cambiaron todos nuestros problemas.

El evangelio de estos días de divide entre lo que se puede pagar, y lo que se puede callar. Una sociedad ferviente de una religión que exige como oración al dinero y como seña a la mentira, donde sus profetas hablan de paz y le dan armas a sus feligreses y donde hasta los estudiantes se vuelven agnósticos a una religión que exige una seria cruzada intelectual, que permita salir de este vacío  cultural en que se ha convertido nuestro entorno.

En una sociedad de estas características, donde cada individuo busca salir dia a día de la miseria y en su inconsciente no existe el respeto por la ley, el delito y la transgresión de la norma para poder sobrevivir conducen a un caos social en el cual los individuos se agreden y la armonía social, fruto de la ley, desaparece casi por completo; pues las leyes se crean para regular la convivencia entre los hombres y la convivencia es fruto de ese respeto la ley. Muerta la ley, muerta también la convivencia. Se plantean pues dos problemas fundamentales que atentan contra la vida en sociedad; uno, el que no haya un estado plenamente identificable que interprete los anhelos nacionales y los haga respetar de quienes los violentan; y dos no existe educación para la convivencia.

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