Semana Santa en Santa Elena, sucesos extraños
Enviado por pepitosuarez • 7 de Septiembre de 2016 • Documentos de Investigación • 1.725 Palabras (7 Páginas) • 326 Visitas
Semana Santa en Santa Elena, sucesos extraños
Las fiestas religiosas que se viven muy a menudo en Colombia, especialmente las de Semana Santa, traen consigo gran cantidad de mitos, leyendas e historias, que solamente se escuchan y se viven en ciertos momentos del año. Todos estos relatos que se conocen en las zonas rurales, se encuentran relacionados con espíritus, brujas y seres mágicos que custodian lugares específicos del campo. Esto se vive en cada departamento de Colombia, con la diferencia de que cada comunidad social tiene su manera de ver e interpretar los personajes y sucesos extraños, convirtiéndose así, en historia personal de vida, en historia de la comunidad entera trasmitida por tradición de generación en generación.
Cada municipio de Colombia tiene sus propias narraciones, en las que cuentan detalladamente la identidad cultural de las comunidades, con el único objetivo de saber quiénes son y qué papel juegan en la vida. Todo esto se conoce en sociedades que guardan un lazo familiar milenario, pero, lastimosamente, muchas comunidades en Colombia son afectadas por la violencia o la urbanización desmesurada, trayendo consigo, la extinción de los relatos de vida construidos y trasmitidos por décadas de familia en familia, y de esta manera, generan desconfianza y desconsuelo ante la vida. Desde la época de la Violencia bipartidistas, las los secuestros y masacres por parte de la guerrilla y los paramilitares, han obligado a los campesinos a desplazarse de sus comunidades dejando atrás sus costumbres y tradiciones. De esta manera, todos los relatos que se han construido por décadas, son erradicadas por la ambición del dinero de unos pocos.
Un ejemplo claro de la erradicación de lo rural por lo urbano, es en el corregimiento de Santa Elena, ubicada al oriente de la ciudad a 17 kilómetros. Este corregimiento antioqueño, se divide en doce veredas en las que cada una tiene su identidad, pero a continuación, nos centraremos en la vereda Piedra Gorda. Esta vereda, tiene gran cantidad de mitos y leyendas por parte de sus habitantes, quienes tienen su propia versión de las narraciones que se escuchan muy a menudo como el de las brujas o animas. Una de las versiones orales, es el de la Cubalera, propia de esta vereda, pero, existe una leyenda que abarca a gran parte de la comunidad de Santa Elena y es el del origen la Laguna de Guarne.
Sobre esta leyenda, la señora Angélica Álzate, habitante de la vereda Piedra Gorda, quien tiene su propia versión, dice: “a mí también me contaron el caso de la Laguna, en una Semana Santa y había allá un bailadero. Estaba la gente bailando y tomando cuando iba la procesión e iban tocando la campanita, ninguna hizo caso y entonces el padre pasó y cuando el padre cruzó y llego a la otra esquina todo eso se “profundizó” y muchos se murieron, solo sobrevivió una sola persona que se arrodilló cuando la procesión iba pasando”[1]. Este relato, es un ejemplo claro del pretensión que tienen los habitantes de Santa Elena, al ser partícipes de la historia de los comienzos de la vereda.
En el pequeño testimonio que se presentó líneas anteriores, se evidencia la preocupación por saber el cómo surgió una de las lagunas más importantes del sector. De igual forma, llama la atención la relación que tiene la Semana Santa con este suceso trágico, en el que queda explicito las consecuencias que se tienen al no obedecer y respetar al Dios cristiano.
Pero no todos los habitantes creen y comunican a sus seres queridos cercanos estas historias. Sandra Yaneth Echavarría, de cuarenta años, nativa de Santa Elena, cuenta sentada delante de un jardín con una gran variedad de especies de flores, que sus ancestros creían mucho en las apariciones malignas que se manifiestan en ciertos momentos del año, en especial en Semana Santa, pero que ella, al no volver a escuchar ni a contar aquello, no cree absolutamente en nada y asegura que eso va en contra de Dios. Ella explica que “la gente en el campo es muy católica, esa época del año es muy importante por qué es un tiempo de “regocimiento”, y a los habitantes de aquí les gusta mucho estar en oración”.
Con una niña en los brazos, Sandra Echavarría explica que no tiene ningún problema en consumir todos los alimentos en el año, pero, en Semana Santa, explica que hay ciertas comidas que se deben evitar como “el no comer carne, no salir a pasear, no bailar. Todo esto no está permitido, porque la Semana Santa es una apoca que nos da el Señor para estar tranquilos, orando y compartiendo”. Sandra, asegura que la Semana Santa es un tiempo exclusivo de Dios, que en lo particular, no creen en ningún mito ni leyenda, pero, explica, que en tiempos sagrados, cualquier problemas que se entable con una persona o con uno mismo, es un conflicto directo con Dios.
El historiador colombiano, Javier Ocampo López, explica que “los mitos son deidades populares que se manifiestan como vivencias o realidades que las gentes las creen y las sienten”[2]. Con esto nos quiere decir, que los mitos no solo son cuentos para entretenerse por la noche fumando y tomando café, sino, como explica Ocampo López, que para el campesino antioqueño, la Madremonte no es una leyenda que se ve o se escucha como un cuento, sino, que es una realidad a la que se debe tener respeto y prudencia al estar en el campo, ya que ella es el espíritu protector de todo lo que se encuentra en ese espacio, es la fuerza mítica, y según los campesinos, ella es la responsable de las tormentas e inundaciones.
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