Drama SEMANA Santa
Enviado por chamare • 20 de Julio de 2016 • Ensayo • 2.023 Palabras (9 Páginas) • 277 Visitas
DRAMA SEMANA SANTA
“UNA ESPERANZA”
La escena comienza con un joven sumergido en dolor (sufrimiento evidente), mientras tanto a lo lejos aparece un hombre que empieza a observar lo que sucede.
El joven no aguanta su sufrimiento y decide hacerse daño, pero es detenido por el hombre.
JOVEN: ¡No aguanto más..! Qué sentido tiene seguir viviendo de esta manera, no encuentro paz aquí en mi interior, ya nada va a cambiar, ya no quiero seguir viviendo de esta manera, ya no quiero seguir viviendo…
CRISTIANO: ¡Alto!
JOVEN: ¡Suélteme!, déjeme en paz.
CRISTIANO: No lo haré, por qué quieres hacerte daño, por qué sufres tanto, créeme que ningún problema merece ser solucionado de esta manera.
JOVEN: Mi corazón siente un gran dolor, he luchado con todas mis fuerzas pero ya no puedo más, ya no tengo esperanzas.
CRISTIANO: Quizás yo pueda entender por lo que estás pasando, yo también he sufrido mucho antes, déjame ayudarte.
JOVEN: ¡No..! Tú no puedes entenderme, no pretendas querer ayudarme porque no lo podrás hacer, nadie puede, nadie sabe lo mucho que estoy sufriendo, nadie puede solucionar mi problema, nadie puede ayudarme.
CRISTIANO: Es verdad, yo no puedo entenderte, pero en estos momentos existe alguien que sabe que es lo que estas pasando, alguien que sufrió mucho más que tú, hasta el punto de morir, morir por ti.
JOVEN: ¿Morir por mí?
CRISTIANO: Sí, y murió por ti con la finalidad de que tú fueses feliz. Déjame contarte su historia.
El joven y el hombre toman asiento, entonces el hombre comienza a contar la historia.
(DIALOGO)
CRISTIANO: Todo comenzó en un pueblo llamado Nazaret, Dios mandó al ángel Gabriel donde una joven llamada María, la cual era virgen y estaba comprometida con José. El ángel le dijo:
“Llena eres de gracia María, el señor está contigo”.
Al oír esto, María se sorprendió. Entonces el ángel le dijo:
“María no tengas miedo, tú gozas del favor de Dios y ahora, por obra del espíritu santo tú tendrás un hijo y le pondrás por nombre Jesús, será un gran hombre, lo llamaran Hijo y Santo del Dios Altísimo, y Dios lo hará rey como David, para que reine por siempre sobre el pueblo de Israel”
María acepto diciendo: “Soy sierva del señor, hágase en mi según su palabra.”
Tiempo después el emperador Augusto ordenó un censo, por lo que todos tenían que inscribirse en su propio pueblo. Por esto, José salió de Nazaret y se fue a Belén junto con María, allí dio a luz María, no había lugar para ellos en los mesones, así es que nuestro salvador nació en un pesebre, en compañía de pastores, animales y ángeles.
JOVEN: ¿Pero Jesús no sería el rey? ¿Cómo puede un rey nacer en un pesebre?
CRISTIANO: No lo entiendes, es que su reinado no sería de este mundo, él se hizo hombre por amor para salvarnos, vino a comprarnos con sangre para que en su segunda venida tú y yo fuésemos parte de su reino, un reino que está cerca.
JOVEN: ¿Para salvarnos?, ¿Su reino está cerca?, y que te hace pensar que Jesús podría aceptarme, no sabes quién soy, ¿Cómo puede alguien como él amar a alguien como yo?.
CRISTIANO: Buenos y malos, todos somos hijos de Dios, él no hace distinción de personas, déjame contarte, una vez él se acercó a una mujer samaritana que estaba junto a un pozo, esta mujer era despreciada por muchos, pero no por Jesús….
ESCENA: JESÚS Y LA MUJER SAMARITANA (Jn 4: 1-42)
Entra en escena Jesús cansado y se sienta junto al pozo. Acto seguido entra la mujer samaritana para sacar agua.
JESÚS: Dame de beber.
MUJER: ¿Cómo es que tú siendo judío, me pides agua a mí, que soy Samaritana?
JESÚS: Si supieras lo que Dios da y quien es el que te está pidiendo agua, tú le pedirías a él, y él te daría agua viva.
MUJER: Señor, ni siquiera tienes con que sacar agua, y el pozo es muy hondo; ¿De dónde vas a darme agua viva?
JESÚS: Todos los que beben esta agua volverán a tener sed, pero el que beba del agua que yo le daré, nunca volverá a tener sed porque el agua se convertirá dentro de él en un manantial que brotará dándole vida eterna.
MUJER: Señor, dame de esa agua, para que no vuelva a tener sed, ni tenga que venir aquí a sacar agua.
JESÚS: Vé a llamar a tu marido y vuelve acá.
MUJER: No tengo marido.
JESÚS: Bien has dicho no tengo marido, porque 5 maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido, has hablado con la verdad.
MUJER: Señor, veo que eres un profeta. Nuestros antepasados, los samaritanos, adoraron en este monte a Dios, pero ustedes los judíos dicen que es Jerusalén donde debemos adorarlo.
JESÚS: Créeme mujer que llegará el día en que adoraran al Padre sin tener que venir a este monte ni ir a Jerusalén.
MUJER: Yo sé que va a venir el Mesías y nos explicará todo esto.
JESÚS: Yo soy, el que habla contigo.
La mujer deja su cántaro y cuenta que ha visto a Cristo a todo el pueblo.
Entran en escena el joven y hombre….
JOVEN: Entiendo que Jesús no hace distinción de personas, pero ¿como hará él para ayudarme en mi vida?
CRISTIANO: Quizás tú necesites un milagro y Jesús es experto haciendo milagros. Dejame contarte; Jesús regresaba de Jericó y en el camino se encontró con un ciego llamado Bartimeo…
ESCENA II: JESÚS Y EL CIEGO BARTIMEO (Mr 10: 46-52)
Entra en escena Jesús acompañado de sus discípulos y una multitud que le seguía de camino a Jericó, Bartimeo se encontraba sentado junto al camino…
(Bartimeo coge de la pierna a alguien y pregunta)
BARTIMEO: ¿Dime, que sucede?
HOMBRE 1: Es Jesús de Nazaret que está pasando por este camino.
BARTIMEO: ¿Jesús de Nazaret?... ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!
HOMBRE 2: ¡Silencio!, deja al maestro en paz.
(Bartimeo grita con más fuerza)
BARTIMEO: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!
(Jesús se detiene)
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