Sicko: La película sobre la falta de seguro médico y costos excesivos

SICKO

La película comienza hablándonos sobre los muchos miles de casos que a diario se

ven en Estados Unidos respecto a la falta de cobertura médica y a los excesivos costos

que el sistema de salud genera a los pacientes de enfermedades largas y costosas

como el cáncer o el VIH.

Hace un recorrido rápido por algunos casos puntuales donde se evidencia la falta de

caridad por los pacientes y la intensión que tienen las compañías aseguradoras de no

responder por las enfermedades de sus afiliados. Hay también un sentimiento de culpa

muy fuerte por parte de los médicos y el personal encargado de denegar las solicitudes

ya que muchas veces ni siquiera leían los documentos donde se plasma su firma, sino

únicamente cumplen con poner su nombre y cobrar sus cheques al final del mes, eso

muchas veces sin pensar en la salud del asegurado y mucho menos en los daños y

perjuicios causados a sus familias.

El daño (más evidente) empezó a causarse desde el 18 de febrero de 1971 cuando

se propuso “nueva estrategia de salud nacional, con el objeto de tener la mejor

asistencia sanitaria del mundo en los Estados Unidos de América y el propósito que

todo americano pudiera tener esa asistencia cuando la necesitase” que realmente era

una estratagema del gobierno de Richard Nixon propiciada por una entidad privada

comandada por Edgar Kaiser.

De ahí en adelante la salud en este país empezó a decaer de una manera

abrumadora; años después (sobre el año 2003) se aprobó la ley de mejora y

modernización del plan para recetas médicas “Medicare” para desembolsar

ochocientos mil millones de dólares a las compañías farmacéuticas y así subir los

costos de medicamentos para los usuarios.

Con respecto a países como Canadá o Reino Unido, Estados unidos está muy

atrasado en el sistema de salud ya que allí se les dan todas las garantías y ayudas posibles a los enfermos para que puedan curarse, mientras que en Estado Unidos, las

compañías hacen su mayor esfuerzo para que no puedan salir bien sin pagar hasta el

último centavo por su salud.

Lo más triste del asunto es que este modelo capitalista aplica tanto en estados

unidos como también en otros países, incluido el nuestro y no solo tiene tomada la

salud sino además la educación, la vivienda y la alimentación.

Tomando como ejemplo a Colombia, la deuda de las entidades promotoras de salud

y los distintos entes encargados de pagar a los hospitales públicos y a su personal por

los servicios, adeudan un valor aproximado de $4.9 billones, de los cuales el 59,2% es

cartera morosa, es decir mayor a 60 díasi

. Esto implica que los hospitales no pueden

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