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Sociedad Y Vulnerabilidad


Enviado por   •  15 de Septiembre de 2014  •  2.173 Palabras (9 Páginas)  •  191 Visitas

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La sociedad actual sufre un proceso de vulnerabilidad, es decir, se ve vulnerable de sufrir las diferentes problemáticas sociales. Al no poder superarlas, desembocan en la exclusión social. A los pobres estructurales, que son aquellos que provienen de una pobreza histórica y tienen las características de los sectores pobres: bajo nivel de educación, mayor tasa de fecundidad, bajo capital económico y social; se le suman nuevos pobres, quienes están integrados por sectores medios empobrecidos los cuales a causa del desempleo se ven consumidos en el descenso social.Dentro del marco general de pobreza y fragmentación social que describimos, entendemos que el sector más desprotegido es la niñez, que son los mismos niños quienes sufren las consecuencias de ésta crisis y en consecuencia, los futuros protagonistas de ésta historia.

Cada año aumenta el número de chicos en la calle. Es muy común verlos limpiando los vidrios de los autos en los semáforos, pidiendo en los trenes y subtes, abriendo las puertas de los taxis, etc.

Uno de los orígenes de ésta problemática debe indagarse en la actual situación familiar del niño. Estas ( las familias ) no actúan como grupos de contención de sus hijos, sino más bien todo lo contrario. Aumenta el número de los que arrojan a sus chicos a la calle y los motivos son entre otros, razones de convivencia y crisis económica.Principalmente se pueden diferenciar dos grupos de “chicos de la calle”:

-Los menores errantes que tienen un lugar adonde volver luego de su trabajo callejero o mantienen algún tipo de vínculo familiar. De todas maneras, esos lugares adonde vuelven, son hogares hacinados o con carencia de servicios sanitarios básicos, hogares pobres o pauperizados.

-El otro grupo es el de los menores abandonados, que son los que carecen de relaciones y de estructuras familiares.

El medio social de los menores errantes se caracteriza por se conflictivo, abusivo y violento. Esto hace que el infante degenere su personalidad y su adaptación por las carencias de afecto que producen.

Para los menores abandonados su medio social está constituido por grupos de pertenencia con los cuales se relacionan en la calle. En éste ambiente establecen nuevas relaciones que tienden a suplantar a las familias, es decir, que comienzan a construirse un nuevo mundo social, a sobrevivir en él, y a tener no solo un medio de subsistencia, sino nuevos referentes y nuevos valores llegando a crear otro tiempo y espacio en un nuevo código compartido con sus pares. Estos nuevos valores y referentes no son los ideales para el desarrollo del niño.

En este ambiente comparten con los demás su historia de abandono, maltrato y estrategias de supervivencia que van desde la venta de estampitas hasta el robo o hurto. De ésta manera, su crecimiento se da en un entorno que se retro alimenta desde la marginalidad, cerrando así la posibilidad de dar otro sentido a sus vidas. Por toda esta situación marginal los niños de la calle están excluidos del sistema.

La educación es un factor de inclusión, tiene como función principal formar al individuo para que pueda integrarse a la sociedad.

La cuestión es que los niños de la calle no van a la escuela ya sea por falta de recursos o porque van a trabajar. Algunos inclusive solo van, porque saben que allá pueden tener un plato de comida, y con esto se transforma la función de la escuela. El chico de la calle que no asiste a la escuela estará excluido de la posibilidad de superar un lugar en la estructura educativa. Aunque la educación sea gratuita y obligatoria, los chicos de la calle que asisten a ella no estarán en condiciones de igualdad con respecto a los niños de otras clases, ya que ellos tienen que salir a conseguir su propio sustento.

Es obvio que el trabajo perjudica a los niños en su rendimiento escolar. Se estima que los niveles de repetición y de deserción entre los niños trabajadores son más frecuentes así como la inserción a una edad más elevada.

Es especialmente en las áreas rurales, donde en las temporadas de intensa actividad agrícola, aumenta el trabajo infantil, promoviendo deserciones temporales o incluso definitivas de los niños en la escuela.

Así mismo, al no tener formación, tienen menos posibilidades de acceder a un trabajo que les permita mejorar su condición de vida. Además de todo esto, el mercado laboral es cada vez más exigente, lo que los excluye cada vez más.

También se presenta en los jóvenes, la falta de educación sexual, por lo cual no se toman en consideración las medidas anticonceptivas y dan a luz desde muy temprana edad, y teniendo así que abandonar los estudios en la mayoría de los casos.

Tampoco pueden criar a estos niños, ni darles la educación que ni siquiera ellos tuvieron. Así es como estos chicos también pasan automáticamente a ser chicos de la calle.

La falta de educación y la ausencia de inversiones gubernamentales en salud que cubren las vacunas de los niños y/o sus padres, inevitablemente desencadenan enfermedades cuyo fin significa la muerte prematura de los niños.

El hacinamiento, la falta de cloacas, agua potable, electricidad y un excesivo crecimiento demográfico no planificado, sacrifican la condición de vida de los niños.

La ausencia de estos beneficios aumenta los niveles de riesgo en la población infantil de contraer enfermedades tales como: diarrea, infecciones y desnutrición.

Una de las enfermedades modernas y más amenazadoras es el SIDA. Esta tiene un doble significado en la infancia. En el seno materno o en el parto el niño adquiere el virus de su madre, este recién nacido, sino tiene la suerte de revertir, no solo cargará con esta enfermedad por el corto plazo que esta lo deje con vida, sino que además pronto quedará huérfano por la muerte de sus padres.

Esta enfermedad también es contagiada por el consumo de drogas intravenosas y por transmisión sexual, en la mayoría de las veces ocasionada por violación o por prostitución, a la cual muchas chicas se ven sometidas por sus madres, padres o por voto propio para subsistir.

Los chicos de la calle están marginados prácticamente desde su nacimiento. Esta marginalización los conduce a alejarse de las normas sociales o en el peor de los casos, a romperlas. Estas conductas anímicas desarrolladas no surgen repentinamente, sino que forman parte de un proceso gradual de socialización desguiada que poco a poco se va agravando.

Los medio de comunicación agravan este problema ya que a los niños de la calle también les crean la necesidad de consumir lo que el mercado ( modas ). La imposibilidad de adquirir estos bienes o de satisfacer esas falsas necesidades desencadena infelicidad y desilusión, y conduce a los niños al robo para poder adquirirlos.

Esta vida

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