Subsidiariedad

Subsidiariedad

El humano no puede vivir solo, necesita crear relaciones con otras personas para formar grupos y formar relaciones con otros grupos a fin de sobrevivir o simplemente vivir mejor; y a su vez, cada individuo es libre de tomar sus propias desiciones de manera autónoma. Sin embargo, hay veces en que el problema es tan grande que se necesita la intervención de otras personas, grupos, comunidades, sociedades o paises para solucionar estos y así poder lograr un bienestar común. Esto precisamente es la subsidiariedad.

El principio de subsidiariedad tiene por objeto garantizar una toma de decisión lo más cerca posible del ciudadano, comprobándose constantemente que la acción que debe realizarse a escala conjunta se justifique. Básicamente, es una ayuda para realizar algo. En México hablamos mucho de subsidios; subsidios al transporte, a la gasolina, al campo, a la educación, a los alimentos, a la infraestructura. Pero, ¿Por qué hay tantos y cual es su finalidad?

En México, con el fin de impulsar proyectos, ayudar al ciudadano o simplemente agradar a su pueblo, el gobierno ha creado un sinfín de subsidios y ayudas, algunos muy básicos y necesarios, otros que son parches para una mala administración o manejo de algún sistema.

Los subsidios más sonados son los aplicados a las gasolinas, que para que la gente pudiera solventar el gasto en gasolina, hace algunos años se propuso y aprobó este, pero llegó el punto en que se volvió insostenible y por lo tanto se comenzó a retirar y es por eso que de unos años para acá se han dado los llamados “gasolinazos”.

El problema en México es que los subsidios funcionan más como caridad que como ayuda mutua, y al retirarlos o tratar de retirarlos la gente se enoja ya que sienten que es obligación del gobierno darnos eso. Los subsidios deberían ser a mono de préstamos, y vigilando que el dinero o la ayuda se emplee correctamente.

Hay en México muchos estudiantes becados sin merecerlo, que ocupan el lugar que podría servir a quien sí lo necesita, de igual modo hay programas de estudios internacionales que se desaprovechan y se dan a hijos de políticos. En otras áreas, está el Procampo, es un “apoyo” anual para que los agricultores puedan sembrar, pero de primera mano sé de muchos que ni siembran o no son agricultores y de todos modos reciben ese dinero, incluso nuestro “Presidente” Peña Nieto está registrado en Procampo.

El ejemplo que tomo para mi opinión de que los subsidios deberían ser préstamos es como en otros paises, las becas estudiantiles por ejemplo, son un préstamo que el estudiante debe pagar cuando se haya graduado, o que se les presta para que siembren pero al término del año deben dar un porcentaje de lo que hayan sembrado o bien, el dinero del préstamo más un interés. Así mismo, el concepto de subsidiariedad debe ser inculcado desde la casa al ser niños, no regalar todo,

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