Tango y Sociedad

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Introducción:

 El tango siempre refleja la realidad social de la época. En sus inicios, era un estilo musical creado por las clases bajas de la sociedad, el tango es la crónica de las circunstancias de vida en las cuales vivía mucha gente al final del siglo XIX en Buenos Aires.

 El compromiso con la disciplina de estudio del Tango, demanda un abordaje sistemático de actualización de los conocimientos que históricamente se tienen sobre él. Lo cual presenta cada vez más una demanda e interés social en el submundo de la cultura del tango y su historia.

 Con las olas de inmigración de masas promovidas por los gobiernos argentinos a partir de la segunda mitad del siglo XIX, muchos inmigrantes llegaron de diferentes países europeos a Argentina. Así bien, muchos de ellos, dejaron de una forma u otra sus huellas en el tango o han aportado en la creación y la evolución del mismo.

 Como la ciudad de Buenos Aires se fue extendiendo hasta las periferias y el norte, el tango se convertía en una música urbana y cada vez menos en una música del “arrabal” y de “las orillas”, aun conservando los recuerdos de su origen arrabalero. Éste era un Tango típico de la sociedad de masas.

 A continuación analizaremos las industrias cultuales, y su modificación en los hábitos de escucha. El cambio de guardia y sus características, y las transformaciones del baile según su contexto, con las modificaciones de los elementos constitutivos del tríptico. Baile, poética y música.

Capítulo I: Industrias culturales y modificación de los hábitos de escucha. Lamas y Binda.

 Se cuenta con un repertorio documental en discos y partituras desde inicio del siglo. Es fundamental determinar la trascendencia de este consumo.

 El tango se pensaba como un fenómeno solamente marginal, pero en realidad era abarcativo de la sociedad en su conjunto.

 En 1901, en cuanto al tango, la aceptación por las damas de clases elevadas estaba en curso.    Adelantándose 15 años a sus inicios como vigencia en estos estratos sociales.

 El tango sufrió poco a poco un proceso de aprobación. Presentándose como la única música o baile local que tuvo cierto porcentaje de rechazo. Los géneros criollos parecían –cosas de pobres-. El sentimiento nacionalista fue incluido paulatinamente a las clases altas.

“insistimos en destacar y haber tenido la sociedad porteña vasos comunicantes entre sus distintas clases. Siendo el tango música popular lo vemos consumir asimismo por las clases altas, sin perjuicio del gusto por la lírica y sus mejores figuras mundiales”

  Se incorpora el teatro al tango como recurso coreográfico y expresivo, dentro del llamado “criollismo”  fuera del escenario se encontraba en lugares como el café-concierto-.

 En 1902 tenemos el primer tango cantado en disco. “la bicicleta” de Ángel Villoldo.  Necesariamente existen intereses entre autor, empresario y artista. Esta unión de índole comercial supone la aceptación del género. Sino no se hubiese grabado este tipo de música sin un volumen de venta que lo justificara.

 Se pensaban a los intérpretes del género como analfabetos musicales. La supuesta carencia de mínimos conceptos impediría extraer de las partituras las riquezas de los temas. Quedando estas

ideologías sin sostén.

 No sólo conocían teoría los intérpretes  y compositores de tango, sino que era una urbe de melómanos, es decir mayoritariamente de músicos. Habiendo 500.000 partituras para la década, siendo 50.000 por año, de las cuales quedaron 35.000 en la ciudad de Buenos Aires. Un integrante de cada flia sabía escribir o tocar música. El número final de partituras impresas entre 1900-1909 sería de 3.180.000. quienes se denominaban músicos argentinos eran 420, siendo 36 mujeres.

 Pertenecer a la industria discográfica, es uno de los mayores negocios mundiales. Con un mundo comercial y un proceso de industrialización.

 Las primeras grabaciones en discos de temáticas nacionales fueron hechas en 1902, vendiendo 100 de ellos en un día, aparecieron bajo el sello Royal.

“en cuanto a tangos, hasta 1910 detectamos inicialmente 2 grabaciones en Royal y otras 322 en diferentes etiquetas, estimando un total de 350. Entre 1910-1920 hallamos 2.365, calculando que hayan sido aproximadamente 2.500”

 Los discos se vendían al público en un mínimo de $2.50, llegando a costar $6. Siendo que el jornal medio rondaba entre los $2 y $3 diarios.

 La importancia que generó es que se escuchaba  música en todo buenos aires, haciendo  que ni la más popular ni laboriosa orquesta típica podía ofrecer actuando diariamente la cantidad de interpretaciones que brindaban sus grabaciones. Sin involucrar al resto del país, esto ya era glorioso.

“el disco retroalimentó tanto género como repertorio”

 A través de él la música se tornó en un placer posible de cualquier momento.

Capitulo II: Cambio de guardia y características. Horacio Ferrer.

 Una forma muy importante para representar la historia del tango es la distinción entre la  guardia vieja y la guardia nueva. Son las dos circunstancias históricas de mayor importancia en el desarrollo de nuestra música popular.

 Hasta hoy no se ha logrado una integral diferenciación por la falta de estudio sistemático de esta historia.

 La transición de la guardia vieja que transcurre de 1880 a 1920 a la guardia nueva se da en 1920 a 1960. Más allá que en este período todavía se seguía tocando el violín a la manera de la guardia vieja. Luis a sierra, con respecto a la diferenciación de guardia dice:

“Nos inclinamos a afirmar que la solución del deslinde entre las dos guardias radica en un concepto de forma que es el conducto por el cual se ha operado el proceso evolutivo de nuestro tango. Creemos que es únicamente el aspecto formal, el rasgo equivoco de distinción entre la guardia vieja y la guardia nueva.”

 Ferrer comparte lo que dice el autor y dice frente a los verdaderos rasgos diferenciales, que hacen cierta la clasificación entre estas dos ya conocidas guardias

“el paulatino camino recorrido por el tango desde las orillas hacia el centro de nuestras ciudades, el cambio de posiciones y oficiantes, la aparición y consolidación de la industria aparejada al arte popular, la definitiva instalación del tango como espectáculo comerciable, la progresiva capacitación de sus ejecutantes, juntamente con las capitales instancias de su modificación formal”

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