Tema 1 el proceso de integración euroepa

I. El proceso de integración europea. De las Comunidades a la UE

Introducción

La Unión Europea es el resultado de un proceso de integración voluntaria entre los Estados-nación de Europa. Comenzó en la década de los años 1950-1960 con seis Estados, creció hasta quince en la década de los años 1990-2000 y se amplió hasta los veintisiete en la década de los años 2000 a 2010.

La UE comenzó como un mercado común de productos del carbón y el acero, y ha evolucionado hasta ser una unión económica, social y política. La integración europea también ha generado un conjunto de instituciones supranacionales ejecutivas, legislativas y judiciales, con importante autoridad sobre muchas áreas de políticas públicas.

Etapa fundacional

En 1945 Europa se encontraba sumida en una profunda crisis política. Los Estados se veían incapaces de mantener el estándar de vida europeo y de resolver los conflictos sociales del momento. Tras la Segunda Guerra Mundial, se produjo una división del espacio europeo, que lejos de propiciar un avance hacia la unificación del continente, potenció la creación de dos bloques opuestos: uno de ellos, el occidental, tutelado por EEUU, y el oriental, bajo dominio soviético.

El nuevo orden político que debía formarse tras la Segunda Guerra Mundial tenía que ser de tipo estatal, es decir, la reconstrucción europea debía hacerse a nivel nacional. Pero la figura del Estado que aparece tras el 45 no se correspondía a aquella que existía previa a la Segunda Guerra Mundial. El Estado se concibe como responsable no solo del mantenimiento de la seguridad y la justicia nacional, sino también de un amplio abanico de políticas públicas: es la idea del Estado democrático de Derecho.

La perspectiva de regreso de la figura del Estado fuerte y soberano se contrapone en cierta medida con el proceso de integración europea. Sin embargo, los federalistas europeos proponían la creación de un Estado democrático de Derecho que debía ser, al tiempo, abierto y cooperativo, y una solución a las tensiones entre la autonomía política nacional y la apertura. El Estado-nación debía trascender para dar lugar a los Estados Unidos de Europa.

A finales de 1948, en el Congreso de la Haya, Francia llama a una cooperación no sólo política, sino también económica entre los cinco organizadores (Bélgica, Francia, Luxemburgo, Países Bajos y el Reino Unido), que podía estar abierta a otros países de Europa, incluida Alemania. A finales de ese año, Francia acepta la creación del Consejo de Europa, concebido como autoridad política europea, con limitadas funciones, pero con poderes reales, atribuidos al Comité de Ministros y a la Asamblea Consultiva.

La caída de las exportaciones estadounidenses y la necesaria reactivación de las economías europeas condujeron a que EEUU desarrollara el Plan Marshall, dirigido a reactivar los intercambios comerciales y otros mecanismos económicos y financieros. Las ayudas percibidas por el Plan Marshall serían reguladas por un soporte institucional, la OECE (Organización Europea para la Cooperación Económica). En materia de defensa, EEUU apuesta por una alianza militar materializada en la OTAN.

La OECE se configuró como un foro centralizado de gestión del proceso de creación de un mercado único como instrumento de efectiva interdependencia económica. Estaba compuesta de una Asamblea General y un Consejo de Representantes de los miembros con un presidente y un Comité ejecutivo. Este Comité se componía de siete miembros, y estaba asistido por una secretaría integrada por funcionarios internacionales.

A la vista de esta voluntad de integración tutelada por EEUU, la URSS se dispuso a sellar la división de Europa mediante la sucesiva constitución de marcos institucionalizados de cooperación económica (la COMECOM en 1949) y en materia de defensa (Pacto de Varsovia en 1955). Se valió, además, de los partidos comunistas de Francia e Italia, que ejercieron presión contra el proceso de integración. Así comenzó una larga etapa de divergente integración-cooperación, que solo pudo saldarse tras la descomposición de la URSS.

De los años 50 a mediados de los 70

Fue el gobierno francés, en la declaración de Schumann, el que propuso que el conjunto de producción franco-alemana de carbón y de acero fuera sometido a una alta autoridad común, lo que garantizaría la creación de bases comunes de desarrollo económico. Esta alta autoridad quedaría abierta a todos los países que desearan participar en ella, proporcionando los elementos fundamentales de la producción industrial a en las mismas condiciones a todos ellos. Asimismo, hacía posible detectar cualquier exceso de producción de carbón y acero que pudiera ser destinado a un proceso de re-armamiento.

En 1951, Bélgica, Francia, Alemania, Italia, Luxemburgo y los Países Bajos firman el Tratado de París y se lanza el CECA, que entra en vigor en julio de ese mismo año. El CECA encarnaba un marco de relación entre iguales en instituciones, e implantaba una serie de reglas comunes, al efecto de crear una solidaridad de hecho entre los países componentes. Cabe de estacar que Gran Bretaña se mantuvo al margen de esta primera concreción comunitaria.

Los cárteles del carbón y el acero, y los operadores privados, dificultaron el control de esta industria por parte de los Estados. Gracias a la CECA, pudieron cooperar e imponer su voluntad política por encima de los intereses de los cárteles. Con la integración, recuperaban el poder sustantivo sin por ello perder la soberanía. Esta nueva administración también se aplicó a otras políticas, como las referidas al ámbito agrícola. De hecho, Europa Occidental fue la primera región del mundo en establecer el primer programa de gasto público realmente supranacional, y éste estaba dirigido a la agricultura: el PAC (Política Agrícola Común).

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