Temperamento
Enviado por michelle20 • 11 de Noviembre de 2013 • 887 Palabras (4 Páginas) • 228 Visitas
GENERO Y DIFERENCIAS CULTURALES
Desde los años noventa los enfoques de la diversidad cultural y de la igualdad de género se han convertido en dimensiones obligadas a tener en cuenta en las políticas del desarrollo. La importancia de ambas perspectivas se recoge en el actual paradigma del desarrollo humano, para el cual el ser humano y sus capacidades socio-culturales se sitúan como centro de interés de la cooperación. El desarrollo humano trata de ampliar las opciones y las capacidades de la gente, es decir, permitir que las personas elijan el tipo de vida que quieren llevar, pero también pretende brindarles tanto las herramientas como las oportunidades para que puedan llevar a cabo tal decisión. En esta definición se entiende que el desarrollo humano no se da sin la consideración cultural, sin el reconocimiento de la diversidad cultural y de sus referentes a la identidad. No se conseguirán aumentar las capacidades y las opciones de la gente, si se niegan a las personas sus raíces, su identidad, se cuestionan o denigran sus creencias, sus convicciones, si se crea marginación y exclusión por la lengua, religión, tradiciones, procedencia étnica, clase social, opción sexual, edad o sexo.
Con el enfoque del desarrollo humano no sólo se sustituye la visión economicista, que entendía el desarrollo en términos de progreso material y de modernización, sino que se establecen unos objetivos enfocados hacia los seres humanos, en lo social y en lo cultural. La diversidad cultural se entiende como un recurso y como una oportunidad para el desarrollo. No obstante, la diversidad cultural no es un valor en sí mismo, sino que su valor radica en su conexión con la libertad cultural, con él enfoque de los derechos humanos y particularmente con los derechos de las mujeres. No se puede invocar, por lo tanto, la diversidad cultural para defender prácticas que nieguen a las mujeres sus derechos fundamentales, la igualdad de oportunidades y la posibilidad de participar plenamente en la vida social, política, económica, religiosa y cultural. No hay que olvidar que dentro de cada cultura existen formas distintas de vivir género: no contribuyamos a mantener los prejuicios y estereotipos sobre las diferencias culturales, ni a idealizar nuestra cultura como más avanzada respecto de las relaciones de género podemos llevarnos más de una sorpresa. Es importante que ubiquemos los temas de género en su contexto y, en el caso de los inmigrantes en el marco de su proyecto y estrategia migratoria.
No olvidemos que buena parte de la migración genera familia transnacionales donde las relaciones se reacomodan creando nuevos contextos que influyen en género. Así mismo la vivencia de las diferencias con el país de acogida puede generar nuevas configuraciones: conservadoras o liberadoras, quizás los proyectos personales estén sometidos en mayor medida a las estrategias familiares. Se pretende que cada niño o niña pueda reflexionar
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