Tradiciones Y Rituales Del Matrimonio En México
Enviado por Danpkr • 5 de Junio de 2013 • 6.381 Palabras (26 Páginas) • 776 Visitas
CAPÍTULO III
TRADICIONES Y RITUALES EN
ALGUNAS REGIONES DE MÉXICO.
Las fiestas tradicionales mexicanas son famosas en todo el mundo. Quizas sea su colorido o su alegre bullicio, los ricos platillos o el tiempo que dura el festejo, o quizás es todo el conjunto, ya cada uno de estos elementos caracteriza más o menos a toda celebración tradicional de México.
La celebración de una boda en México suele ser resultado de la combinación de tradiciones religiones indígenas y católicas. La preparación puede durar hasta semanas y la fiesta en si se prolonga varios días. Aunque todo parece ocurrir en alegre desorden, subyace un estricto orden ritual, que comienza con la pedida de la mano de la novia y termina cuando la novia aprende a la suegra las labores del hogar durante un año, en algunos sitios.
Cada comunidad tiene variaciones con respecto a los rituales y tradiciones, pero casi todas las fiestas duran por lo menos dos días. Al segundo día se le conoce como recalentado, lavado de olla o tornaboda. La música es omnipresente durante la celebración completa.
La autora Patricia Ponce expone una definición del matrimonio, donde indica parte del significado social que esta institución deja ver. A continuación se muestran las palabras textuales de la autora Patricia Ponce.:
Pese a la generalización de la práctica de la huida, casarse de blanco es una ceremonia que sigue permeando el ideal femenino.[…]El matrimonio es visto como un contrato y un albur, nunca como un proyecto de pareja, está muy interiorizado que es el único destino de toda mujer y hombre….
Esta definición parece entrar dentro del contexto de las tradiciones y rituales del matrimonio, debido a que varias de las culturas que aquí se exponen, tienen la visión del matrimonio como un contrato donde dos familias se alían, nunca se persigue el bienestar de los hijos.
Por otro lado el autor David Robichaux menciona una idea que puede guiar la investigación a partir de las tradiciones y rituales en México. La realización del matrimonio por medio de un ritual reporta una alta frecuencia estadística en el conjunto de alianzas y las que no cubren un proceso ritual se llevan a cabo fuera de las comunidades o deben enfrentar múltiples problemas con los grupos familiares.
La variedad de casos observados han permitido identificar las etapas estructurales del ritual conformadas fundamentalmente por el ejercicio discursivo oral. Las etapas tienen distintas fases por las que progresa el intercambio matrimonial a partir del ejercicio de la palabra ritual.
La operatividad del ritual ofrece diversas opciones que van desde cumplir con el canon tradicional en todas sus etapas, hasta seguir algunas de ellas, ya sean las del inicio (petición y quedamento) o las de conclusión que permiten recomponer el proceso ritual (boda, fiesta y consejos).
A. CIUDAD DE MÉXICO.
La ciudad de México ubicada en el centro del país muestra importantes tradiciones y rituales, la autora Leticia Solís Ponton describe de manera clara los rituales en torno al Matrimonio en la ciudad de México. A partir de la fecha en que el adolescente cumplía 20 años de edad, podía contraer matrimonio. El casamiento estaba considerado como un asunto que se resolvía entre familias. Los padres del novio, previamente consultaban a los adivinos a fin de conocer los presagios que deparan para la pareja, así escogían a la futura esposa de su hijo.
Se describen a las cihuatlanque, ancianas encargadas de servir como intermediaras entre las familias, pues no debía de hacerse ninguna gestión de manera directa. Esas matronas iban a visitar a la familia de la Doncella y ‘con mucha retorica y mucha parola’ exponían el objeto de su misión. Después de celebrar un consejo de familia y habiendo obtenido la anuencia de todos, se daba a conocer a los padres del joven finalmente el consentimiento de los padres de la doncella. Sólo quedaba fijar la fecha de la boda, preparar la comida, el cacao, las flores y las pipas para el festín de bodas.
La ceremonia del matrimonio, propiamente dicho, se celebraba en casa del novio al caer la noche. El día anterior se hacia una fiesta en la casa de la novia. A medio día tenía lugar una gran comida donde los ancianos bebían octli y las mujeres casadas llevaban regalos, se formaba un cortejo para llevar a la novia a su nuevo hogar. La alegría de los invitados se manifestaba por medio de cantos y danzas.
Después de los festejos los novios pasaban a la cámara nupcial, donde la autora describe que permanecían cuatro días en oración sin consumar el matrimonio, al quinto día se bañaban en Temazcalli , y un sacerdote iba a bendecirlos arrojándoles agua bendita. En estas condiciones y de acuerdo con estos ritos es como el hombre desposaba a su mujer principal y solo podía celebrarlos con una sola mujer, pero además podía tener tantas esposas secundarias como le conviniese. La regulación del matrimonio y de la vida familiar en la sociedad Nuevo hispana correspondía principalmente a la iglesia.
Los rituales previamente descritos, muestran la intervención de la iglesia católica para poder llevarse a cabo, sin embargo sabemos que estas tradiciones vienen practicándose desde tiempos más antiguos, como lo es la época de los Mexicas. Consideramos que, con la llegada de los españoles a México existió algún tipo de fusión entre estas dos culturas dando así como resultado los Rituales que podemos apreciar hoy sobre el matrimonio.
Por otro lado en la red encontramos otra descripción donde se indica que El matrimonio, como todos los actos rituales de los aztecas, seguía cánones bien establecidos. La edad indicada para el hombre eran los 22 años, y para la mujer, 17 o 18. Quienes concertaban el matrimonio eran los padres. Los del novio solicitaban a la muchacha. El primer intento debía obtener siempre una respuesta negativa en actitud de gran dignidad; en el segundo se aplazaba la respuesta hasta consultar la voluntad de la novia.
Ya obtenido el consentimiento se señalaba el día de la boda, y cuando llegaba la novia era conducida con gran pompa, entre música y alegría, a la casa del novio. Acompañado de sus padres, el novio salía a la puerta para recibir a su futura esposa con un incensario en las manos y rodeado de personas que llevaban hachas encendidas. Después de incensarse los novios mutuamente, él tomaba a la prometida de la mano y la conducía a la sala para que se llevara a cabo la boda.
Los novios se colocaban en una estera nueva bordada con primor cerca del fuego preparado con anticipación. Después venía el banquete; los esposos se daban de comer mutuamente sentados
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