UN CÀNCER SOCIAL, UN DESAFÌO MORAL
Enviado por jarubio • 8 de Marzo de 2020 • Ensayo • 1.541 Palabras (7 Páginas) • 104 Visitas
2. UN CÀNCER SOCIAL, UN DESAFÌO MORAL.
Durante años la sociedad ha sufrido por causa de un flagelo que ha cambiado drásticamente su manera de pensar y actuar, sin importar las graves consecuencias que esto conlleva. Dicho flagelo es la corrupción, que para los expertos en sociología; es un tema polémico y de suma importancia ya que involucra a todos los individuos sin distinción de clase, raza, credo o ideología política. En ese orden de ideas, “La corrupción es un cáncer social, que poco a poco destruye los valores y las buenas costumbres”. La finalidad de este texto es hacer un análisis concienzudo acerca del cáncer social llamado corrupción.
Según, el autor Suárez e Isuani (2008) existen elementos que identifican la corrupción: la búsqueda de beneficios particulares a expensas de un bien público, la interacción entre dos o más actores y el aprovechamiento de una posición de poder. En ese orden, el autor muestra claramente que la corrupción gira entorno a: un beneficio particular, la utilización del poder y la interacción entre varios actores los cuales participan en el acto por un interés personal. Sin embargo, vale la pena mencionar, que la corrupción es un cáncer, que solo aparece en las sociedades democráticas porque en ellas es posible hacer un control de alguna actividad política; mientras que en otros regímenes políticos como lo son las dictaduras el dicho control, pasa desapercibido o en su defecto queda fuera del conocimiento público.
Un ejemplo claro de esta situación, son los países latinoamericanos quienes se rigen bajo estos sistemas donde la corrupción, se hace visible en todos los círculos sociales y cada día se hace necesario combatirla, aunque los esfuerzos por hacerlo; resultan fallidos porque no hay conciencia por parte de quienes integran la sociedad.
Por otra parte, se cuestiona la apreciación de que todo acto de corrupción trae consigo el poder ofrecer, entregar o recibir un bien. En este aspecto los autores González Espinosa & Boehm (2011), señalan que existe una ambigüedad en cuanto a la apreciación antes mencionada de la corrupción, ya que ella solo está enfocada hacia la figura del soborno, que se da como manifestación de una clase de corrupción que se da explícitamente en el sector público, dejando al sector privado fuera de toda posibilidad de ser investigado por este tipo de acciones.
Es indudable, que la corrupción como cáncer social ha sido con el correr de los años un desafío moral, que tiene su origen desde el fundamento bíblico de la creación del hombre, hecho que según los estudiosos en el tema se remonta al pecado original. En otras palabras, “la corrupción del mundo desde la visión del pecado original permitía con relativa facilidad introducir en la ética, la violencia como un medio para combatir el pecado y las herejías que ponían el alma en peligro” (Weber, 1979, p. 170).Desde esta perspectiva, es importante acotar que el cáncer social llamado corrupción es un problema de carácter ético, que ha estado presente desde los inicios de la humanidad; donde el soborno se presenta como un síntoma visible que no siempre tiene la misma connotación en todas las culturas.
Así a partir de estas cosas, es evidente que la corrupción es un cáncer, que contamina a todo aquel que se relacione socialmente en los diferentes procesos de malformación de la sociedad, que en muchas ocasiones no son notorios ante la mirada social de entes reguladores, y en otras ocasiones va van más allá del poder político y económico. Es un fenómeno que hace cambiar la manera de ser y actuar del individuo. Puesto que, es algo que se escapa a la naturaleza del ser humano y sus debilidades, situación que se puede justificar en la idea de autores como Joseph Fouché (1758-1820), quien advertía que “todo hombre tiene su precio, lo que hace falta es saber cuál es”. De acuerdo con la idea del autor, se pude decir entonces que el ser humano muestra su peor faceta, cuando por ambición es capaz de hacer cualquier cosa a cambio de dinero. En efecto, la condición humana de los individuos es de cierta forma un agravante frente al cáncer de la corrupción, ya que todo ser humano podría siempre estar expuesto a la comisión de un acto de corrupción, cualquiera que sea su tipo o clase.
La corrupción es entendida como un fenómeno cíclico que se auto refuerza; donde factores como la desigualdad, los diseños institucionales inapropiados, los incentivos con fines oportunistas, la impunidad en las prácticas del delito y la aceptación de este se constituyen sin duda alguna; en la
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