UNA NECESIDAD MÚTUA

UNA NECESIDAD MÚTUA

La  capacidad que tiene el hombre moderno de generar un orden, al organizar todo el conocimiento que ha recibido a lo largos de miles y miles de años, para así usarlo como fuente base de constantes investigaciones que apoyen el progreso del mundo entero, es la misma capacidad que tiene de destruirlo todo y volverlo un desastre, generando así un caos, ya que esa ambición que tiene por poder y aún más conocimiento, provocan una especie de necesidad por coexistir, la cual hace que sea necesario el orden para generar caos y viceversa, por ende, si uno de estos dos no está, el otro no podría existir. En un ensayo llamado "Esas cosas que pensamos", explican que el hombre está sujeto al caos de forma natural, ya que los constantes cambios por los que pasa, causan en él una inestabilidad para el mismo y a su alrededor mientras se adapta al nuevo entorno o situación en la que se encuentre, pero este caos, le permite fluir y ser flexible en cuanto a sus problemas, haciendo que pueda buscar soluciones rápidamente y poder alcanzar esa zona de confort que tanto anhelaba y de la cual salió sin haber querido, por lo que, el humano siempre va por su vida de una manera instintiva, buscando siempre la comodidad que desea, pero sin aceptar que para alcanzar esto debe sufrir en el proceso, ya que como dicen "Sin dolor, no hay gloria".

Podemos observar lo anterior planteado fácilmente en nuestra vida, o, mejor dicho, en el fin de esta, pues la muerte es un ejemplo claro de la necesidad que haya caos para que exista el orden. Desde que nacemos hasta día en el que fallecemos, solo somos una carga más para el mundo, constantemente lo destruimos, pero al morir, nuestro cuerpo se vuelve parte de la tierra y la beneficia al ser descompuesto, pero esto conlleva a que falte una persona más, lo que significa una probabilidad de extinción, a lo que es necesario el nacimiento de nuevos individuos que recuperen esa pérdida y lo eviten, entonces, para resumir, si nacemos, destruimos al mundo, pero al morir, nos destruimos a nosotros y la beneficiamos a ella, esto es un ciclo sin fin, un constante bucle del cual el humano nunca podrá escapar y que a la vez es necesario, pues sin vida no hay muerte y sin muerte no hay vida.

Se supone que el caos significa que hay confusión, desorden, azar, incoherencia y problemas, pero no es así, es verdad que la naturaleza nos impone unas leyes y unos sistemas que debemos seguir, pero estos son muy inestables y fáciles de evadir, pues cualquier minúsculo error que se encuentre, puede acabar generando problemas exorbitantes o también beneficios de igual tamaño si se sabe sobrellevar esto y guiarlo hacia un rumbo mejor, pero nuestro comportamiento y toma de decisiones, está en gran parte influenciado por nuestras costumbres y cultura, por ende algo que parecía ser tan predecible de que iba a salir bien, puede acabar en problemas graves si no asimilamos adecuadamente las situaciones, pues de este modo no obtendríamos la ganancia, la tranquilidad y la paz que nos brindaría el orden.

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