Un Pacto Para El Empleo

“Para recuperarse de la crisis: Un Pacto Mundial para el Empleo”

Es un documento de política global donde se abordan las repercusiones de la crisis financiera y económica internacional en el ámbito social y del empleo. Promueve una recuperación productiva, centrada en la inversión, el empleo y la protección social.

Recibió un firme apoyo político de todas las regiones que participaron en la Cumbre de la OIT. Se trata de la respuesta del aumento del desempleo, el empleo informal y el subempleo. Son cuestiones que a largo plazo hacen que aumente la pobreza, situación que alarma a la humanidad.

Tomando en cuenta que mas de 45 millones de personas se incorporan al mercado laboral, es necesaria la creación de mas de 100 millones de puestos anualmente para poder compensar el desfase económico actual. Se puede recalcar que lo anterior responde a la problemática de la crisis mundial del empleo podría persistir durante mucho tiempo a menos que se adopten medidas urgentes enfocadas en la reactivación del empleo.

El Pacto propone medidas que los países pueden llevar a cabo con el fin hacer frente a la crisis de manera efectiva y así lograr un equilibrio social, económico y ambiental. Algunas de estas medidas son:

• mantener el empleo tanto como se permita y respaldar a pequeñas y medianas empresas

• promover inversiones para la creación de nuevos empleos

• proteger y procurar a las familias afectadas por la crisis

• ampliar las oportunidades de ocupación, actuando de manera simultanea con la oferta y demanda.

• Capacitar a la fuerza de trabajo para que sea capaz de cubrir las competencias laborales.

Si se adoptan integral y coordinadamente, estas políticas pueden reducir las tensiones sociales, mitigar el impacto negativo en las personas, estimular la demanda agregada y reforzar tanto a las economías de mercado competitivas como un proceso de crecimiento más incluyente.

El Pacto busca satisfacer las necesidades de las personas y las de la economía. Todas las políticas serán coordinadas a nivel mundial, factor importante ya que extiende a su máxima expresión el impacto positivo para el empleo.

Así mismo, el Pacto dedica especial atención a los países en vías de desarrollo, a los menos adelantados y a los que disponen de poco margen de leyes para actuar contra la crisis. Busca la ayuda de países desarrollados que estén dispuestos a aportar recursos o a invertir a favor de la estabilidad económica.

El Pacto se compromete a hacer eficiente y eficaz la unión y colaboración para la correcta coordinación de las medidas y políticas que se lleven a cabo en las organizaciones internacionales pertinentes incluyendo organizaciones regionales, bancos de desarrollo e incluso la Organización de las Naciones Unidas.

Dentro de la Cumbre celebrada en julio de 2009, se decretó que el Pacto era la herramienta adecuada para promover la estabilidad económica y social a nivel mundial y que tanto países emergentes como desarrollados debían trabajar en conjunto para generar un crecimiento encaminado a la cohesión social y creación de empleos.

El Pacto está proyectado al futuro, y con base a esto de destacan cuatro áreas:

• un marco regulador y de supervisión financiera al servicio de la economía real, las empresas sostenibles y el trabajo decente

• comercio y mercados eficientes y bien regulados que redunden en beneficio de todos, sin proteccionismo pero con la debida consideración de la situación de los países de bajos ingresos

• la transformación de la economía hacia actividades con baja emisión de carbono y respetuosas del medio ambiente

• una senda de desarrollo sostenible que permita que todos los países — inclusive los países en desarrollo — pongan el empleo y la protección social en el centro de sus políticas económicas, sociales y de reducción de la pobreza,

El Pacto ofrece beneficios para todos, oportunidad de enfrentar la crisis en conjunto con una

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