VIOLENCIA UNIVERSITARIA EN LAS UNIVERIDAES DE HOY

PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATOLICA DEL PERÚ

ESCUELA DE POSTGRADO

MBA CENTRUM

[pic 1]

ENDAYO FINAL

Trabajo correspondiente al curso de Pensamiento Crítico,

a cargo del Profesor Daniel Saba de Andrea, presentado por:

Romero Gutierrez, Stepfany Juliet

Lima - Perú

25 de Octubre del 2020

VIOLENCIA UNIVERSITARIA, LA MEMORIA Y LAS UNIVERSIDADES DE HOY

Romero Gutierrez, Stepfanny Juliet

Hace medio siglo, nuestro país vivió una fuerte migración y un crecimiento demográfico, pero también la ineficiencia del Estado ante los problemas sociales (CVR, II, 2003). El Perú se volvió un país urbano, pero con carencias sin subsanar, lo que causó conflictos sociales y finalmente radicalismo y violencia. Finalmente, llegó el terrorismo, cuya lucha armada afectó a todo el país de 1980 a 1993 (Degregori, 1990; 2013).

En esa época, las universidades debieron ser primordiales para el desarrollo de la población joven, un espacio cultural donde muchas generaciones tuvieran un espacio fundamental para comprender la sociedad; sin embargo, el sistema universitario fue clave en el origen y reproducción de la violencia senderista (CVR, III, 2003).

La Universidad peruana ya había sido parte de importantes hechos históricos y cambios positivos, desde la Independencia en 1821, hasta la Reforma Universitaria de inicios del Siglo XX, o la formación de los partidos políticos (MINEDU-SENAJU, 2012). Pero cuando apareció Sendero Luminoso, la universidad ya vivía un proceso de crisis económica y académica, sin presupuesto, apareciendo el radicalismo universitario: los hijos de los migrantes tomaron la idea de progreso a través de la educación, pero al no ver oídas sus demandas, ni sentirse representados, se percibieron como marginados, y exigieron cambios por la vía violenta en medio de, discriminación, desigualdad, y una admiración romántica por la política (Lynch, 1990). Desde los años 70 en adelante, este radicalismo fue mayor, mientras las universidades estatales se masificaban más.

Ahora bien, la militancia política de estudiantes universitarios en partidos políticos es parte de la dinámica legitima de toda sociedad: un autor argentino al analizar la presencia de partidos en universidades, concluye que la política, en una sociedad pacífica, da sentido de pertenencia en la vida asociativa universitaria (Grandinetti, 2019).

Pero Sendero Luminoso, en el Perú, optó por la persuasión para captar estudiantes para la violencia. Desde el marco filosófico, la persuasión es la expresión práctica de la retórica, y debe guiarse por la racionalidad (Guisan, 1989). Pero esta es una visión utópica, ideal, de la persuasión: la realidad es más compleja y la persuasión es la intención de cambiar la actitud del receptor (Díez, 1995), lo que implica elementos racionales, comunicacionales, para generar una opinión pública (Albertos, 2000).

Sin embargo, en las universidades mucho tiene que ver el gregarismo, la pertenencia, la segmentación, la opción por ese grupo, y la preferencia por lo conocido (Ramos, 2013). Por eso Sendero Luminoso captó estudiantes, pero con una transmisión unilateral, de manual, ideas absolutas, sin propuestas, buscando no la empatía sino la división en segmentos, dirigiéndose a los estudiantes más necesitados, buscando convertir a los persuadidos en adherentes. Fue natural que la prensa oficial criminalizara toda la comunidad universitaria. ¿Qué quería Sendero de los estudiantes?: su educación superior, para ser utilizada como medio de reproducción de su ideología: por eso muchísimos inculpados de terrorismo fueron universitarios (Chávez, 1987; 1989).

Por ello la captación fue dogmática, confrontacional, captando a muchos en los campus, utilizando tres instancias de persuasión y captación: el aprovechamiento de instituciones universitarias como vivienda, transporte y comedor (Rúa, 1996; CVR, III, 2003); la propaganda cultural con música folclórica y teatro andino (Sánchez, 2007; Valenzuela, 2009; Sánchez, 2016; Asensios, 2017); y la creación de gremios de fachada como asociaciones o federaciones (Asensios, 2017).

Hemos visto que, de manera legal, un partido puede actuar positivamente en las universidades (Grandinetti, 2019). ¿Esto se aplica a las universidades donde actuaba Sendero? Hubo una militancia senderista, fruto de la adhesión, a su vez consecuencia del trabajo de persuasión y captación, de algunos terroristas que debieron utilizar la oratoria, elemento fundamental del proceso de persuasión (Ramos, 2013).

Finalmente, la presencia de Sendero provocó de manera natural la intervención de las fuerzas del orden en los campus. La Universidad Nacional de Huamanga, en Ayacucho, fue intervenida en 1981 y 1989; la Universidad Nacional de Educación, en Lima, en 1987, 1989 y 1991; y la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en 1985, 1987, 1989 y 1991 (García, 2020a).

Por cierto, la captación de Sendero fue variada, mayor en provincia, menor en la UNMSM donde los estudiantes tenían expectativas  mayores, aunque toda la comunidad universitaria fue criminalizada, estigmatizada, por la prensa oficial (García, 2020b). Ese era otro problema, el de la necesidad de una prensa responsable.

...