Violencia de género en España
Enviado por pmcab • 20 de Abril de 2022 • Trabajo • 2.911 Palabras (12 Páginas) • 102 Visitas
1. Introducción
Este trabajo va a tratar sobre la violencia de género en las parejas, concretamente la violencia física en las parejas en el año 2019 en España.
Los aspectos de los que vamos a tratar son las consecuencias físicas de las agresiones que sufre la víctima y cuál es el perfil tanto de la víctima como del agresor. Vamos a analizar las cifras sobre violencia doméstica física en las parejas en España en 2019 y además conocer las franjas de edad en las que se da más la violencia de género física y las que menos violencia se da. Para obtener esta información hemos recurrido a la página oficial del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), donde sacaremos barómetros de datos y encuestas sobre la violencia doméstica a nivel nacional en 2019.
Este trabajo consta de dos partes en el marco teórico, primero expondremos la significación de la violencia de género y específicamente la física, y a continuación el perfil del agresor y de la víctima y las consecuencias físicas que obtiene la víctima tras la agresión.
En segundo lugar, expondremos los datos numéricos sobre la violencia de género en España en 2019.
2. Marco teórico
2.1 Violencia de género en España
La violencia de género se define como todo acto de violencia basado en el género que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o mental contra una persona o un grupo de personas. Hay varios tipos de violencia de género, siendo estas la violencia económica, psicológica, emocional, física y sexual. Nos centraremos en la violencia de género física en parejas.
La violencia física incluye una amplia gama de manifestaciones que deja una huella en el cuerpo, aunque ésta no sea visible, y va minando la salud de las víctimas paulatina pero constantemente. Por lo general, este tipo de violencia suele ir aumentando en intensidad y frecuencia con el tiempo.
A continuación, vamos a tratar una serie de aspectos:
2.2 El perfil del agresor
No existe un prototipo de agresor, pero sí que hay ciertas pautas de conducta que son comunes en los agresores. Es cierto que pueden tener una forma similar de percibir, pensar y actuar, las cuales pueden desembocar en una enfermedad mental. Si bien hemos explicado con anterioridad que tienen conductas parecidas, estas son: celos, problemas de autocontrol, irritabilidad, baja autoestima y mala imagen de sí mismo, quieren tener siempre el control, son agresivo, autoritarios, y también suelen hacer uso del llamado chantaje emociona lpara que las víctimas se sientan culpables de no haber cumplido los placeres del agresor, además de persuadir a la víctima hasta que haga lo que él pretende. Además, también hay factores de riesgo que pueden llevar al agresor a ser violento:
Aspectos biográficos y demográficos: si un niño crece observando reiteradamente el maltrato doméstico de sus padres, éste va a crecer pensando que la violencia es un recurso eficaz y aceptable para solucionar los problemas en el hogar y los hijos deben aprender a convivir con ello.
Aspectos comportamentales: se tiene en cuenta las discrepancias conductuales del agresor, como el consumo de drogas y alcohol, los antecedentes, etc.
La doble fachada: esto es básicamente que se muestran con una actitud prudente en público, mientras que en privado vuelve a tener su actitud violenta.
Antecedentes de violencia con otras parejas: el agresor tiene una dependencia de agredir a otras personas. Cuando rompen con su pareja tienden a encontrar rápidamente a otra pareja.
Resistencia al cambio: se niegan a tener un tratamiento por miedo a romper el vínculo con sus parejas.
Abuso de alcohol y drogas: no es motivo para ejercer violencia. Muchos agresores recurren a ello para tener una excusa para maltratarlos.
Aspectos cognitivos: destacan:
El discurso: los agresores tienden a hablar en tercera persona de la violencia, sin darse por aludidos, para justificarla
Minimización y justificación: lo justifican con que la sociedad es patriarcal y, además, se justifican con que es parte de su naturaleza.
Negación: niega que haya cometido sus actos.
Externalización de la culpa: consideran que la violencia no es su responsabilidad, sino que es debido a una serie de factores externos.
Aspectos emocionales:
Baja autoestima.
Dependencia e inseguridad: miedo a perder a su pareja.
Aspectos propios de la interacción:
Aislamiento: lo utilizan para exterminar la autoestima e independencia de su pareja.
Celos y actitudes posesivas: los agresores se sienten inseguros y tienen celos, por lo que ejercen la violencia.
Manipulación: uso de chantaje emocional para manejar a su pareja.
Inhabilidad de solucionar problemas sin violencia.
2.3 Perfil de la víctima
El perfil de la víctima es muy diverso ya que en este fenómeno van desde las más jóvenes a las más avanzadas en edad y que varían en el nivel de ingresos e incluso la propia nacionalidad. Pero también es posible establecer una serie de pautas comunes en este grupo, destacando siempre que no tienen por qué mantener una relación o convivir con el agresor. Sin importar la naturaleza de la violencia ejercida sobre ellas, se suele producir una justificación de esta. Esto lleva a que se minimice el problema. En muchas ocasiones acaban teniendo un sentimiento de culpa por la violencia, de tal forma que acaban cayendo en la manipulación del agresor que la considera culpable. También muchas veces se autoengañan y no ven la realidad de la situación que está viviendo. Puede provocar que se sobrevalore a la pareja y tenga una esperanza (muchas veces con promesas del agresor incluidas) de cambio del agresor. Es probable que la mujer haya sufrido malos tratos en la infancia y haya desarrollado una baja autoestima y una alta tolerancia a la violencia, ya que se trata de un modelo aprendido antes. En estos casos en diferentes estudios se ha probado la continuidad de la víctima con la violencia, es decir, las víctimas que sufrieron diferentes abusos en la infancia finalmente acaban con un agresor. Por ello se destaca la atención que hay que dar a este tipo de víctimas. Las víctimas que provienen de hogares en los que se ha ejercido la violencia de género, interiorizan unos determinados estereotipos y roles de género, quedando grabada en su mente (de forma inconsciente) la desigualdad entre hombres y mujeres.
2.4 Consecuencias físicas
La violencia física es la que se emplea contra el cuerpo de la mujer produciendo dolor, daño o riesgo de producirlo y cualquier otra forma de maltrato o agresión que
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