Violencia en los colegios

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En este informe, el autor define que el bullyng o matonaje, consiste en un comportamiento agresivo que contempla varios aspectos, en donde el poder se inclina hacia un lado de la balanza que ejerce el agresor sobre su víctima, que naturalmente es más débil,  ésta víctima no es escogida al azar, es un acto premeditado con la intención de hacer daño en forma reiterada y por un largo tiempo.

Por otra parte, el bullyng también puede ser en forma directa, ya sea con agresiones físicas o verbales, como insultos, burlas, o también puede ser indirecta, a través de rumores mal intencionados, ya sea de un hecho real o inventado, haciendo que el resto lo excluya de sus grupos cercanos, o bien enviando a sus seguidores a que lo intimiden, lo que causa la burla y risas constantes entre sus pares.

En el último tiempo se ha hecho presente el cyberbullyng, el cual se manifiesta en forma anónima en internet mediante mensajes amenazantes o de muy grueso calibre a través de redes sociales, correo electrónico, chat, o incluso fotos donde le dan demostraciones de como terminar con la tortura a la cual lo tienen sometido, induciendo a la víctima a realizar actos que podrían llevarlo a hacerse daño o hasta el suicidio.

“Prevalencia: depende de la definición de esta dinámica y de la frecuencia de los episodios. Si se considera que un episodio de “bullying” basta para hacer diagnóstico, el bullying aumenta en la estadística. En un estudio de Nansel en 2004, en una muestra de 113.200 estudiantes de 25 países, se observó que desde el 9% en Suecia, hasta un 54% de los escolares en Lituania, estaba involucrado en episodios de “bullying”.” (Trautmann, p.14)

En este informe se estudia las edades o los niveles de educación donde fluctúa mayormente este problema y se define que en en el nivel de 4° básico el acoso es mayor o el doble que un nivel más avanzado como 8° Básico. La investigación también arrojó que en un nivel intermedio como 6°básico el 25% de los estudiantes habían sido víctimas y con los niveles de enseñanza media este porcentaje disminuye a un 10%.

Sin embargo, esta situación se presenta a nivel transversal ya que más allá de las edades, también se llega a la conclusión que el género también es una variante que merece ser estudiado para definir si el sexo es un gatillante para recibir agresiones. Efectivamente este estudio arrojó los varones suelen ser más victimizados ya que emplean la agresión física y verbal, por lo que las niñas utilizan la agresión indirecta, que por lo general es donde pueden atacar y hacer más daño a las mujeres, en estos casos el bullyng se presenta como un rumor o con la exclusión social.

Esta Investigación muestra que en todas las áreas donde se hace presente el bullyng, no tienen un lugar específico donde realizar las agresiones, pero si se lleva al lugar donde se enfoca esta investigación, se define que el patio del colegio o cualquier lugar sin supervisión adulta, da pie a ataques físicos o de intimidación, mientras que en la sala de clases con o sin profesor estas agresiones aunque no físicas igual se presentan en forma verbal.

“Como víctimas, el rango va desde un 5% en Suecia hasta un 20% de los estudiantes en Lituania, con un promedio en todos los países de un 11%. Como agresores, se comunicó desde un 3% en Suecia hasta un 20% en Dinamarca, con un promedio de 10%. El papel dual de agresor y víctima varió desde un 1% en Suecia hasta un 20% en Lituania, con un promedio en los países de 6%2. En Chile, la participación de los estudiantes en conductas de matonaje oscilaría entre un 35 a 55%3.” (Trautmann, p.14) 

Los autores nos entregan una serie de características personales de los actores y sus consecuencias, que permiten definir la personalidad de las víctimas y sus agresores.  Las víctimas generalmente son consideradas personas inseguras, solitarias, poco sociables, de pocos o ningún amigo, físicamente frágiles, buenos alumnos, tímidos o muy silenciosos, temerosos, siempre se ven tristes, suelen presentar cuadros de cefaleas y evitan enfrentarse al mundo.

Por otra parte, entre sus consecuencias se pueden percibir la pérdida de interés por los estudios, lo que puede desencadenar un menor rendimiento y fracaso escolar, baja autoestima lo que puede traducirse en problemas obesidad o su opuesto bulimia o anorexia, trastornos emocionales, estrés, trastornos fóbicos, problemas para relacionarse socialmente y en ámbito familiar, cuadros de ansiedad y depresión.

Del  mismo modo que si el acoso el prolongado en el tiempo, pueden considerar ideas suicidas, lo que es provocado por el aumento de poder que va adquiriendo el agresor y el desamparo que le produce a la víctima, esto puede significar que piense que todo lo que le ocurre es porque se lo merece, y en esta instancia se hace muy difícil cambiar ese sentir.  Toda esta situación provoca que en la edad adulta se una persona inestable psicológica y socialmente.

“Los bully-víctimas: tienden a ser hiperactivos, con dificultad para concentrarse. Son impulsivos, de tal modo que devuelven el ataque. Cuando son atacados, muchos estudiantes están involucrados como agresores, a veces, la clase entera. Ellos tienden a maltratar a niños menores o más débiles que ellos. Son los que han acusado más problemas de salud, más que las víctimas. Han tenido más problemas académicos, más que los agresores, tienen problemas de relación con sus pares y mayor uso de tabaco y alcohol.” (Trautmann, p.15)

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