Visualización del Feminismo en la Sociedad Venezolana

Visualización del Feminismo en la Sociedad Venezolana

Estudiante:

C.I.

Año y Sección:

Barinas, Junio del 2021

CAPÍTULO I
El PROBLEMA

I.1.- Planteamiento del problema:

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, las mujeres consiguieron el derecho al voto en casi todos los países europeos, acto que puede reconocerse como el inicio del feminismo como movimiento social, ya que paralelamente se produjo un reflujo de las luchas feministas. Fue una etapa de transición que tuvo como precursoras a Emma Goldmann, Simone de Beauvoir y Betty Friedan, quienes en sus publicaciones relacionaban la lucha feminista con la de la clase obrera y hacían aportes sobre la sexualidad femenina y las ubica como "iniciantes" del nuevo feminismo.

El denominado "nuevo feminismo", comienza a fines de los sesenta del último siglo en los EE.UU. y Europa, y se inscribe dentro de los movimientos sociales surgidos durante esa década en los países más desarrollados. Los ejes temáticos que plantea son, la redefinición del concepto de patriarcado, el análisis de los orígenes de la opresión de la mujer, el rol de la familia, la división sexual del trabajo y el trabajo doméstico, la sexualidad, entre otras y manifiesta que no puede darse un cambio social en las estructuras económicas, si no se produce a la vez una transformación de las relaciones entre los sexos.

El feminismo contemporáneo considera que la igualdad jurídica y política reclamada por las mujeres del siglo XIX y conquistadas en el siglo XX si bien constituyó un paso adelante, no fue suficiente para modificar en forma sustantiva el rol de las mujeres a nivel social y asume el desafío de demostrar que la Naturaleza no encadena a los seres humanos y les fija su destino. Se reivindica el derecho al placer sexual por parte de las mujeres y se denuncia que la sexualidad femenina ha sido negada por la supremacía de los varones, rescatándose el derecho a la libre elección sexual y ya no se acepta al hombre como prototipo del ser humano universal.

Dentro del feminismo contemporáneo existen numerosos grupos con diversas tendencias y orientaciones por lo cual es más correcto hablar de movimientos feministas que abarcan tres líneas principales: una radical, otra socialista y otra liberal, entrecruzadas por las tendencias de la igualdad y la diferencia. Cualquiera que sea la tendencia y orientación el feminismo propone una revalorización de lo femenino, planteando una oposición radical a la cultura patriarcal y a todas las formas de poder, por considerarlo propio del varón; rechazan la organización, la racionalidad y el discurso masculino.

Sin embargo esta tendencia de reivindicar y revalorizar a la mujer, exaltando su inmensa capacidad y supremacía sobre los varones, genera en culturas con distintos valores la existencia de un rechazo hacia la misma, sobre todo en las culturas latinoamericanas donde el machismo aun ocupa un lugar representativo en términos de poder. En este sentido la sociedad venezolana se encuentra aferrada a la filosofía machista, pues muchas de nuestras conductas y prácticas sociales se ven destinadas a fomentar la superioridad del hombre sobre la mujer.

Son muchos ámbitos en los cuales la mujer se ve marginada en una sociedad machista entre ellos están: el ámbito familiar, económico, intelectual, cultural, social, intimo, etc; lo que trae consigo una sustanciosa lista de consecuencias físicas y psicológicas como la desigualdad salarial-laboral, desequilibrio en los roles y estereotipos sociales, actitudes discriminatorias y la violencia de genero. Y suena difícil de creer, pero en muchos casos son mujeres que las actúan de acuerdo a esta filosofía apoyándola, fomentándola y heredándola a su descendencia.

En Venezuela se ha logrado percibir la histórica y concomitante presencia de la opresión de las mujeres, sin embargo en los últimos años se ha logrado crear el inicio de una fuerza feminista, inclusive desde el actual proyecto político que lo ha incluido como componente ético-teórico manera específica.

En los últimos años Venezuela ha experimentado un proceso de transformaciones sociales y políticas, que de forma evidente ha impactado al Estado y la institucionalidad que este ordena. El proceso constituyente de 1.999, hizo posible la posibilidad de aportar propuestas concretas a la redacción del nuevo texto constitucional, las personas, colectivos y movimientos se involucraran de forma directa en la construcción de las políticas públicas a través de la nueva constitución. Así, las organizaciones feministas y los movimientos de mujeres, experimentaron por primera vez en mucho tiempo la posibilidad de ser sujetos visibles no solo desde el reconocimiento de derechos hasta entonces postergados, sino también desde la participación activa y directa en el país.

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