¡Viva La Crisis!
Enviado por dicloniusbeta • 21 de Junio de 2013 • 1.354 Palabras (6 Páginas) • 2.196 Visitas
Resumen: ¡VIVA LA CRISIS! De Pierre Bourdieu.
1. El derrumbe de la ortodoxia y su legado
Bourdie en este punto, va a rememorar la creación de Theory and Society, una revista que abría una brecha en el monolítico bloque del “establishment” sociológico. Llegaría a convertirse en el punto de encuentro de todas las corrientes sociológicas minoritarias y marginales. A partir de la creación de esto, se habla de una “crisis” de las ciencias, por el hecho de cómo las ciencias mas “marginales” por decirlo de algún modo, intentan adentrarse dentro de la esfera científica mas “seria”.
Quienes principalmente empezaron a dar sus visiones “apocalípticas” de este suceso, serian el oligopolio científico (los profesores que ocupaban un lugar dominante en las universidades más importantes de EE.UU.), a quienes les diagnostica una ceguera en la operación de la construcción del objeto de estudio.
Esta comunis doctorum opinio, es la antítesis absoluta de acuerdo, a la vez total y provisional, sobre el cuerpo de las adquisiciones colectivas de una disciplina científica que, lejos de tener como función la de producir un consenso de fachada, hacen posible las confrontaciones a la vez despiadadas de la lucha científica, y por lo mismo, el progreso de la razón.
Estos, van a sostener que la clave de todo es una teoría “teórica”, (discurso profético cuya finalidad se agota en si mismo y que resiste y vive de la confrontación de otras “teorías”) forma, naturalmente una “pareja epistemológica” con lo que en la ciencia social estadounidense se llama “metodología”. Esta suma de preceptos escolásticos, terminan pareciendo mas a un ritual mágico que a una ciencia rigurosa.
Bourdieu va a rescatar las palabras de Kant, y va a decir que “la teoría sin investigación empírica esta vacía, la investigación empírica sin teoría esta ciega”. No sería necesario recordar tales axiomas si la división entre la teoría teoricista y la metodología empirista no estuviera sustentada por extraoridinarias fuerzas sociales. En efecto, ella esta inscrita en la estructura misma del sistema de enseñanza y, a través suyo, en las estructuras mentales mismas. De modo que incluso las tentativas más interesantes para romper con ese dualismo acaban atenazadas entre las tipologías abstractas y las hipótesis verificables.
Volvería a poner un ejemplo, sobre como muchos investigadores se manejan a través de la metodología de una escuela en particular. Al poner entre paréntesis el hecho crucial de que cada escuela (de los investigadores) debe muchas de sus propiedades más distintivas al conjunto de relaciones objetivas que mantiene con otras, la definición inicial del objeto obstruye casi completamente el objeto mismo que pretende aprender. Bourdieu va a encontrar esto como el mayor error empírico, pues no se puede estudiar algo sin considerar la existencia de su alrededor.
Bourdieu va a recomendar el combinar la objetivación estadística con informes interpretativos. Los documentos (comenzando por estadísticas oficiales), son el producto objetivo de estrategias de presentación de sí que las instituciones, ponen en prácticas, no siempre consciente y deliberadamente, y que la amenaza de la objetivación sin complacencia, encarnada por el sociólogo, hace a menudo acceder a la conciencia explicita.
La ciencia social debe romper con las pre-construcciones del sentido común, con la realidad tal como ella misma se presenta, de cara a construir sus propios objetos, incluso al riesgo de que parezca violentarse a esa realidad, de ajustar los “datos” a las necesidades de la construcción de ajustar los “datos” a las necesidades de la construcción científica, o más simplemente, de enfrentarse a una especie de vacio empírico, como cuando la información necesaria es incompleta o imposible de comparar, o peor aún, esta no existe y no puede ser producida.
Los estudios que no hacen sino ratificar las construcciones del sentido común y del discurso ordinario, convirtiendo los presupuestos cotidianos en defunciones científicas, tienen todas las posibilidades de ser aprobados por la comunidad académica y sus audiencias, y tanto más cuento más estrictamente se plieguen a las reglas mas superficiales de las disciplina científica, mientras que la investigación que rompe con la falsa evidencia y la aparente neutralidad de las construcciones del sentido común, siempre corre el peligro de aparecer
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