“Vivir juntos” dentro de las escuelas

Siempre es interesante que podamos pensar nuestra convivencia dentro de las escuelas. Como plantean los distintos módulos que hemos leído, nos resulta de gran interés  poder problematizar esta idea de “vivir juntos” dentro de las escuelas. Resulta pertinente comenzar con el ejemplo de una situación escolar para empezar a entender muchos de los cambios que ha sufrido la escuela en los tiempos actuales.

Nuestro ejemplo es el que relatamos en la Clase Nº 3 , en la cual describimos el hecho mediante el cual una profesora estando en una clase de Construcción de la Ciudadanía; observa que dos alumnos comentan una situación particular y tratan de esconder un objeto. La docente se acerca a los alumnos y descubre que uno de ellos tiene un cuchillo en su mochila. Automáticamente reacciona retirando a dicho alumno y al objeto del aula y llevándolos a la dirección de la escuela. Una vez en dicho lugar, llama la atención efusivamente al alumno, realiza las actas correspondientes y luego regresa al salón realizando un llamado de atención al conjunto de compañeros. Mientras continuaba dictando su clase, la docente reflexiona sobre lo actuado y decide volver a conversar con el alumno que había traído el cuchillo. Para su sorpresa descubre que el joven había traído dicho objeto con la finalidad de utilizarlo en su defensa al salir de la escuela en el trayecto hasta su casa; ya que el recorrido que debía realizar implicaba pasar por una zona en la cual había otros chicos que podían agredirlo. Finalmente, la docente logró realizar una reflexión junto a sus alumnos sobre lo ocurrido y entender la realidad en la cual estaban inmersos sus alumnos y por ende sus clases. Posteriormente busca tener un dialogo mas abierto con sus alumnos y generar un vinculo mas cercano con el contexto en que daba sus clases.

La escena antes descripta podría ser una mas de las tantas que suceden en muchas escuelas, pero si empezamos a buscar algunas razones de mayor fundamento debemos hacer un análisis de lo ocurrido basándonos en el material analizado durante esta cursada. Primero intentaremos pensar la escuela dentro de los parámetros y los paradigmas de la modernidad, partiendo de la idea que las primeras acciones que realiza la docente pueden estar relacionadas con esta visión de la realidad. Luego trataremos de entrar la reflexión que hizo la docente sobre lo ocurrido intentando enmarcar dicha comprensión dentro la realidad actual atravesada por muchos cambios de la modernidad tardía. Finalmente desarrollaremos ideas sobre las estrategias que el docente podría utilizar para usar para cambiar su relación con el grupo y establecer nuevas forma en esto de vivir juntos.

Si miramos lo ocurrido, teniendo en cuenta las primeras acciones del docente, en cual impero la perspectiva de la vieja secundaria que tuvo la argentina durante gran parte del siglo XIX, en donde solo la mitad de los alumnos que egresaban de la primaria accedían a la secundaria y un numero todavía menor egresaba de dichas instituciones ya que no era , nuestro proceder se enmarcaría dentro de las ideas de la modernidad, donde el estado tenía un rol  central y hegemónico, por consiguiente sus instituciones tenían un función disciplinadora. Presentando  a la escuela con dos funciones básicas: el acceso al mundo del saber y la preparación para el mundo del trabajo. En la cual la imagen del docente poseia un alto prestigio.  Donde el conocimiento y los alumnos estában mediado por el docente y donde el docente hacia del “no saber” un insumo para el aprendizaje. En cual el  docente era como el de un árbitro que aplica y mediaba en conflictos. Donde la disciplina hacia crecer la autoridad y ésta se ejercía por investidura estructural.  Es  probable que el alumno que había traído el cuchillo hubiera sido expulsado y probablemente el docente prontamente se hubiera olvidado del tema.

Si por otro lado miramos lo ocurrido desde  la  escuela actual  dentro de lo que es la  modernidad tardía.  Fue distinto el pensar y accionar del docente en cuestión cuando reflexiono sobre lo sucedido y actuado.  Como primera diferencia tenemos una institución  en el cual dicha educación es obligatoria y en la que un número de adolecentes que antes ni siquiera pisaban la escuela es sensiblemente mayor. La escuela esta inscripta en un tiempo y en un espacio muy distinto. Ya existe una ruptura con los parámetros de comprensión que tenía la modernidad y al mismo tiempo se genera una mutación en la cual el pasado intenta permanecer y el presente no termina de consolidarse. Pertenecemos a una época marcada por un capitalismo global, flexible que determina las pautas de comportamiento alrededor del consumo, donde los Estados pierden su centralidad de dominio y de hegemonía y con ello las escuelas pierden la posibilidad de impartir conocimientos de forma unilateral.  Donde los docentes ya no imponen su autoridad a partir de su envestidura y donde los alumnos no se integran si no observan un vínculo significativo.  En la que se observa que esa vieja forma de ejercer la autoridad  sufre una lenta y profunda agonía. Las acciones del docente estuvieron atravesados por la integración de esa realidad al marco de la escuela

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