Viví el preescolar

Viví el preescolar

Al comenzar a hablar sobre mis experiencias en los diferentes jardines de niños, el primero al mencionar es el del contexto urbano, el cual dejo una huella muy importante en mi vida a lo largo de este semestre, pues fue el primer jardín de niños al que asistí, como estudiante de una escuela normal para observar acerca de la práctica docente. Pero cada uno de los jardines de niños me otorgó la satisfacción de experimentar algo diferente, pues todos con sus características muy propias, me enamoraron de esta carrera. Disfrute no solo el trabajar con niños de distintos contextos, sino también, el aprender de la experiencia de las educadoras que atendían a los distintos grupos en todos los jardines de niños a los que asistí. Al incorporarme a cada salón aprecie jornadas de trabajo de tercero y segundo grado de preescolar, así como el nivel inicial de niños lactantes en CENDI, además de haberme incluido en las sesiones con el grupo y las educadoras, me sorprendió la manera en la que los niños interactúan en clase, y las conductas que varían con respecto a la diversidad cultural, las nuevas estructuras familiares, y algunos otros aspectos que influyen directamente en la conducta de los niños. Pude observar la planeación por tiempos que algunas educadoras llevaban a cabo, para tener el control de las actividades dentro del salón de clases, y obtener los propósitos requeridos al desarrollar las capacidades propuestas por el programa de educación preescolar 2004, el cual fundamenta el objetivo de la educación preescolar. Los Preescolares de los distintos contextos llevaban a cabo su planeación por medio de este programa. El contexto Urbano no es el único que deja en mi una experiencia grata, el contexto Rural me muestra lo importante que es la familia en la educación infantil, el contexto Urbano Marginado da a relucir la importancia de los valores en una sociedad, el Indígena conmovió mi opinión acerca de la educación en comunidades lejanas, cada una de estas visitas me ayudaron a reafirmar mi vocación, a imponerme retos, para que la educación no sea solo un lujo, a contrastar las experiencias, a retomarlas y autoevaluarme, para saber si podre ser capaz de responder por la educación mexicana, en sus distintas modalidades y contextos sociales.

Para finalizar, tengo en mente ponerle al preescolar, no solo el significado de un escalón hacia la primaria, si no referirme a esta educación, como las bases del desarrollo integral de los niños. Estoy convencida que estas vivencias no solo me ayudaran a ser mejor alumna, sino que también, un día no muy lejano, al ser educadora, tomare en cuenta mis primeras visitas a los jardines de niños.

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