Voto obligatorio o voluntario

                          PARRAFOS SOBRE EL VOTO VOLUNARIO

La democracia y las formas en las que intentamos fortalecerla es un tema que permanentemente esta en la mente de los diversos operadores políticos en muchos países, el nuestro no es ajeno a este sentir. Al respecto, una propuesta que desde hace algún tiempo se está planteando es la que se refiere a que el voto sea voluntario y que según algunos congresistas no solo fortalecería la democracia, sino que, además, promovería partidos políticos sólidos, mejores candidatos y procesos electorales con ciudadanos que ejercen un voto con convicción. Sin embargo, pensamos que ante el creciente rechazo de la ciudadanía hacia la política y hacia los políticos peruanos y, revisando experiencias similares en algunos países de la región en donde se practica una democracia plena, nos da algunas luces y nos lleva en un sentido contrario al de quienes promueven la idea del voto voluntario. En este contexto se ha generado la siguiente controversia: ¿En el Perú, el voto debe ser voluntario u obligatorio? Consideramos que, en nuestro país, el voto debe continuar siendo obligatorio. A continuación, expondremos los argumentos que respaldan nuestra postura.

En primer lugar, nuestra actual coyuntura social y política y, el creciente y preocupante distanciamiento entre los ciudadanos y los poderes del Estado, como consecuencia de las continuas pugnas por poder, la corrupción y el inminente desvanecimiento de los partidos políticos tradicionales, nos hace pensar que los argumentos usados por quienes proponen el voto voluntario no tienen un asidero sólido. Pensar que la instauración del voto voluntario fortalecerá la democracia y a los partidos políticos y, mejorara la calidad de la política y de los candidatos, es ser miope a los verdaderos problemas sociales y políticos que existen actualmente en nuestro país. Según una encuesta de IPSOS Perú realizada a nivel país en octubre de este año, el 83% de la población no confía en el Congreso y el 84% desaprueba el desempeño del Poder Judicial, estas cifras son preocupantes pues nos muestran el rechazo de los ciudadanos hacia estos poderes del Estado lo que en definitiva se convierte en desinterés y falta de motivación hacia la política. El alejamiento de los ciudadanos de la vida política esta creando muros entre estos y, el Estado y las instituciones. Al respecto, sociólogos consultados han opinado que tardara mucho tiempo lograr que habitantes se sientan nuevamente ciudadanos y no podemos imaginar una democracia sana sin la activa participación de sus ciudadanos, en el quehacer político del país.  Por lo anterior, es que pensamos que, ante la actual apatía social hacia la política y la clase política, no es el momento para ofrecerles a los ciudadanos una herramienta que los distanciara aún más, del Estado y la institucionalidad.

Un segundo argumento a esgrimir, tiene relación con que la instauración del voto voluntario generara una caída substancial en la participación electoral. Para ilustrar esta situación, veamos que ocurre en Chile, este país posee un sistema social y político que aunque, no es igual al nuestro si tiene ciertas similitudes, el vecino país  instauro el voto voluntario el año 2012 inaugurando esta “novedosa” opción con elecciones municipales, el resultado fue que un 57% de sus electores se abstuvo de ir a votar, luego en el año 2013 en elecciones presidenciales 50.6% de abstención, en el año 2016 en elecciones municipales 66% de abstención y finalmente en el año 2017 con elecciones presidenciales en las cuales el 54% de los electores no acudió a las urnas de votación. Si bien estas cifras varían, la tendencia se mantiene y desde el año 2012 menos de la mitad de los votantes ha concurrido a las urnas. Otras cifras, en Colombia existe el voto voluntario, en el año 2018 en elecciones presidenciales tuvieron 46% de abstención, en El Salvador el voto es obligatorio, pero no hay sanción, en el año 2018 en elecciones legislativas tuvieron 67% de abstención y existen otros países con situaciones similares. Como vemos, la tendencia general ante el voto voluntario u obligatorio sin sanción, es hacia un aumento importante en el numero de abstenciones. En Perú, en las últimas elecciones el porcentaje de abstenciones se situó en el 20%, pensamos que en una situación donde el voto fuese voluntario esta cifra se situaría por sobre el 50%. Según estudios estadísticos efectuados a nivel de Latinoamérica, la baja participación electoral es explicada principalmente por la gran cantidad de jóvenes que se han alejados de la vida política de su país y no concurren a las urnas. Nuestros jóvenes, son nuestros futuros dirigentes, si los “ahuyentamos” de la vida política del país, nuestro futuro político es incierto. También, es importante hacer referencia a que, una baja participación electoral conducirá, inevitablemente, al cuestionamiento acerca de la validez de las autoridades elegidas. Sin embargo, al no concurrir a votar para elegir a quienes nos gobiernan, no podemos exigirles un comportamiento de acuerdo con su envestidura ni cuestionar su validez, al ceder a otros nuestro derecho a elegir también cedemos tácitamente, nuestro derecho a cuestionar. Por lo expuesto, pensamos que el voto es un derecho, pero también un deber. En consecuencia, debe continuar siendo obligatorio.

...