Andrea Navagiero

Andrea NAVAGIERO (1483-1529).

Escritor y diplomático italiano, fue cronista oficial de la República de Venecia y embajador de ésta ante Carlos V y Francisco I de Francia. Su estancia en España la relata él mismo en un grandioso relato de viaje que, según Farinelli, fue publicado en Venecia en 1563.

También se la refiere al geógrafo Giambattista Ramusio en las cinco cartas que le escribe desde España. Años más tarde ambos relatos fueron traducidos al castellano por Antonio María Fabié, de la Academia de la Historia, edición a la que siguieron otras muchas hasta nuestros días.

El relato de Almería es bastante simple, ya que sólo se limita a explicar los efectos del trágico terremoto de 1522 que asoló la ciudad de Almería y causó graves desastres en toda la provincia. Esta narración se ha extraído de la reciente edición, Viaje por España (1524-1526); traducido y anotado por Antonio María Fabie; prólogo de Angel González García. Madrid, Turner, 1983, páginas 62-63; cuyo texto es similar al contenido en la publicación García Mercadal, Viajes de extranjeros por España y Portugal. Desde los tiempos más remotos hasta comienzos del siglo XX. Junta de Castilla y León, 1999, vol. II, páginas 33-34.

En esta misma parte, en 1500, principalmente en Granada y Almería, se sintió un grandísimo terremoto, en que ocurrieron muchas cosas memorables: el río de Almería se secó, y de la cúspide de un monte, en parte donde no había gota de agua, brotó un nuevo río, que se llevó después por el viejo cauce, sustituyendo así al primero, y dicho río arrastra en su corriente piedras labradas y otros materiales, de suerte que se conoce que cuando viene bajo tierra atraviesa cimientos de edificios. Se debilitaron con el terremoto y se arruinaron muchas torres y casas y falleció mucha gente.

Se sabe que en Marchena se arruinó el castillo, y en la cima de la torre más alta había un muchacho en una ventana; la cima fue a parar muy lejos al arruinarse la torre, y el muchacho se encontró en la ventana sin haber recibido ningún daño. En otro lugar se arruinó una casa en que estaba una madre con sus cinco hijos y todos perecieron menos una niña que, aunque estaba junto a su madre, se encontró en el tejado de la casa sin lesión alguna. Se encontraba durmiendo el dueño de una casa en su cama, y en la misma cámara un criado suyo sobre un arca; se hundió la cámara y mató al dueño, y el criado se encontró en la calle sobre la misma arca sano y salvo; cosas todas maravillosas, pero de las cuales, si bien se razona el trastorno que produce el movimiento de la tierra, se puede explicar la causa cierta y verdadera.

El terremoto de 1522 de que aquí habla Navagiero no pudo ser otro sino el que tuvo lugar a mediados de septiembre, del cual da cuenta SANDOVAL en el tomo I, de la Vida de Carlos V, p. 562. “En estos mismos días, podía ser mediados de septiembre, en el reino de Granada hubo un temblor de tierra, el mayor y más furioso que nunca los hombres vieron, ni se habla que en este tiempo haya acontecido, porque pasó así: que en la ciudad de Almería derribó la fortaleza y casi todas las torres y muros de la cerca de la ciudad y la iglesia mayor y todos los otros templos, con ser los más de ellos de fuerte y excelente labor”.

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