Entrevista a César Coll.

Entrevista a César Coll.

1. ¿Qué tan importante es incluir a la sociedad para evaluar el sistema educativo?

Hoy en día, para bien o para mal, la sociedad ha degradado significativamente la labor docente. Tal vez sea un poco arriesgado permitirle a la comunidad supervisar y controlar 100% el funcionamiento del sistema educativo. Pero hay que tomar en cuenta que los educandos pasan la mayor parte del tiempo en casa, que lo que aprenden u observan lo practican dentro de las aulas escolares, y por lo tanto, es ilógico querer apartar este círculo del ámbito escolar. Sin embargo, podemos tomar ciertos puntos o elementos que nos proporcionen para el mejoramiento del sistema. De tal manera que, no debemos considerar a la sociedad como lo más importante, pero sí uno de los elementos más importantes para calificar nuestra educación.

1. ¿Considera importante cada una de las diferentes evaluaciones con las que se cuenta hoy en día?

Por supuesto, cada una tiene un objetivo específico, por ejemplo: la diagnostica muestra el nivel de aprendizaje que presentan los educandos, permitiendo así una intervención más acertada por parte del docente; la formativa permite apreciar si la intervención ha sido la adecuada o no, y así como las que mencione, las demás tiene un por qué. En conjunto, todas proporcionan una visión clara tanto de los aprendizajes de los niños, la práctica que llevan a cabo los profesores y el funcionamiento que tiene nuestro sistema educativo. Se complementan unas con otras. Y si se realizan correctamente, es 100% seguro que se obtendrán resultados positivos.

1. ¿Sería mejor que el docente se encargue de las evaluaciones para su grupo? ¿Qué no existieran los exámenes proporcionados por el gobierno?

Posiblemente sea una buena opción, aunque no apostaría a ella. Muchas veces los docentes no llegan a profundizar los temas por que se acercan los períodos de exámenes y deben abarcar todos los conocimientos que indica el programa. El gobierno proporciona exámenes realizados con la idea de que todas las escuelas llevan el mismo ritmo, incluso, exámenes que muchas veces no están contextualizados. Pero a pesar de ello, darle la libertad a los docentes de fabricar sus propios exámenes considerando el avance de los temas en su grupo, es una idea muy prometedora. Para llegar a este punto se debe estar confiado en que cada docente realiza su práctica de la manera más leal, limpia, etc. Y siendo conscientes, nuestra realidad está muy lejos de dicha idea.

1. ¿Qué opina de la evaluación como generadora de clasificación entre el alumnado?

Desgraciadamente, cuando se menciona la palabra “evaluación” es relacionada con algún número. La sociedad, a través de los años, ha fomentado la idea de que las calificaciones de 10 y 9 son símbolos de inteligencia, mientras que las calificaciones de 7 para abajo, indican un conocimiento vago. Sin embargo, los que estamos relacionados al ámbito educativo, sabemos que no debemos basarnos en una calificación para hacer un juicio definitivo, pues los educandos no son iguales. Cada estudiante posee habilidades diferentes. Es trabajo colaborativo descubrir estas habilidades para aumentar aquellas debilidades que el niño presente. La evaluación va mucho más allá que un simple número.

1. ¿Por qué cree que haya surgido la idea de la transversalidad?

Bueno, remitiéndonos a tiempos pasados, el niño iba a la escuela porque así lo deseaba, deseaba alcanzar el conocimiento, pues veía la importancias de esté en su entorno, aplicaba el conocimiento adquirido no solo dentro de las aulas escolares, sino también fuera de estas. En cambio hoy en día, en primer lugar, el alumno es obligado muchas veces por sus familiares para asistir a alguna institución, complicando con ello la apropiación del contenido proporcionado, pues no muestra interés por conocerlo. Ahora, si el maestro llega al aula preguntando que si “x” niños fueron al cine, pero en la sala había otros tantos; cuando el alumnado no sabe ni que es un “cine”, el interés nunca saldrá a flote y por lo tanto el proceso de aprendizaje será más lento y complicado. El que exista una transversalidad entre las asignaturas, permite que los niños tomen consciencia de que lo que se ve en matemáticas puede ayudar en ciencias, o viceversa. Generando así un aprendizaje más significativo y menos obligado.  

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