Pbro. Silviano Carrillo Cárdenas

Pbro. Silviano Carrillo Cárdenas

Silviano Carrillo Cárdenas, es un patriota excepcional, nació en la Ciudad de Pátzcuaro, Michoacán, el día 04 Mayo de 1861.

Ante el reto que implica nacer en tiempos difíciles en México, donde se vive una gran desigualdad social el pequeño Silviano descubre que la mejor manera de ayudar a su Patria es a través del sacerdocio, ya que por medio de él llegara a transformar a su pueblo, su personalidad se caracterizó por ser un ser humano sencillo, párroco incansable, sembrador de la paz y la justicia, preocupado por el bienestar de los obreros, indígenas y campesinos, para lo que trabajó en realizar sociedades mutualistas de talleres y escuelas de aprendizaje.  Persona solidaria que asume que la lucha para una mejor Patria consiste en ayudar al hermano para que tenga comida, vestido y sustento.

Su gran creatividad por defender los derechos de los seres humanos lo llevo a editar diferentes periódicos como la Unión católica, La luz de occidente, El niño entre otros más, los cuales los utilizó para alcanzar sus ideales a favor de la Patria. El comprendió que instruyendo y educando a los niños, jóvenes y adultos es posible el engrandecimiento de las naciones, por lo que vio en la educación el mejor medio para  hacer de su Patria el espacio donde los hijos de Dios vivieran con libertad y dignidad.

La noche del 17 al 18 de Julio del año 1901, un ladrón extrajo del Sagrario un copón de Hostias Consagradas en la capilla de la Purísima, anexo al Templo del Sagrado Corazón, este sacrilegio provoco un profundo  dolor en el corazón del párroco que amaba profundamente a Jesús Sacramentado, pidió a las familias y especialmente a jóvenes cuidaran de que ardiera ante el sagrario una lámpara especial que simbolizara el amor fiel a la Eucaristía.

Es así ante este hecho doloroso lo que  impulso a formar  la Congregación Hermanas Siervas de Jesús Sacramentado, el día 25 Noviembre de 1094, en Zapotlán el Grande (Hoy Cd. Guzmán Jalisco) con nueve jóvenes emprendedoras que sintieron el llamado de Dios y consagrar sus vidas en adoración continua y la educación de niños y jóvenes, amantes y adoradoras, respondieron al llamado de de Dios  de una manera generosa a ejemplo de Nuestra Madre María Santísima, bajo  la advocación de la Inmaculada Concepción, caminando siempre a lado de Jesús Sacramentado.

Fue un apóstol de la educación, considero que la escuela era el lugar óptimo para evangelizar, lo cual  ella seria ante todo cristiana.

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