Isabel Carrillo Libro "Es Posible Educar En Valores En Familia"
Enviado por omarchoreps • 5 de Octubre de 2012 • 893 Palabras (4 Páginas) • 1.286 Visitas
La familia es la primera escuela de la vida, y es en la misma que los padres intentan transmitir a sus hijos, a través de un ambiente de amor, los valores que creen forman a una persona buena, íntegra, coherente y capaz de estar en sociedad. El dilema se presenta en el cómo lograr este objetivo tan amplio. Es muy importante el trabajo de los adultos (padres, educadores o cuidadores), que interactúan en la cotidianidad de la vida del niño. Para que el niño desarrolle valores debemos lograr que conozca el bien, ame el bien y haga el bien. O sea que entienda los valores, que adhiera afectiva y emocionalmente a los mismos y que fundamentalmente los manifieste en acciones. El secreto es que los adultos fomenten hábitos operativos buenos en los niños, lo cual ayudará a que adhieran afectivamente al valor. Es importante tener en cuenta que el niño generalmente comienza por hacer pequeñas acciones en favor de los demás. Sólo cuando su pensamiento madure entenderá el concepto que encierra cada valor moral.
Es importante que el hijo vea que los adultos hacen lo que dicen. Si en casa llaman al padre por teléfono y él le dice a su hijo que conteste que no está, eso marca una conducta ambivalente. Si el padre dice la verdad, trata con respeto a todo el mundo, desde el barrendero al presidente, no tira papeles en la calle, es respetuoso de las leyes, es más sencillo que el hijo entienda el mensaje. Por otra parte tanto en la escuela como en la casa, las reglas deben tener un sentido, y detrás de cada regla debe haber un valor que la haga consistente. Es muy diferente pedirle a un hijo que ordene su cuarto porque va a ser más fácil encontrar los juguetes, a dar la orden sin explicaciones. El niño asimilará el valor del orden porque la regla tiene algo que la sostiene. Prima así un orden social independientemente de lo que cada uno desee. A esto se le llama disciplina moral, que se traduce en reglas determinadas.
Por otro lado, cuando emitimos juicios sobre el comportamiento de los niños, debemos hacerlo siempre basados en la intención y no en el resultado de los actos. Muchas veces los niños juzgan por los resultados concretos, por eso es importante hacerles ver la intención. Asimismo, las penitencias deberían ser la consecuencia de la acción del hijo y no la consecuencia del enojo del padre. Si el niño rompe algo, debe colaborar en la reparación y no quedarse un mes sin tele. Así se educa en la autonomía moral.
Todo ser humano vamos en busca de la felicidad, para vivir en paz, vivir en armonía, para transmitir a los que nos rodea lo positivo de nuestra personalidad, sentimientos e ideas. Los docentes como transmisores de conocimientos, actitudes a nuestros niños, son las personas que en cierta forma debemos estar preparados ante diferentes situaciones que se presentan en el aula y poder salir favorable ante todo y todos.
Una de las misiones más importantes que debe tener el docente
...