Amor por la sabiduría
Enviado por emoxa • 8 de Septiembre de 2011 • Examen • 499 Palabras (2 Páginas) • 904 Visitas
Aviemos personas que no conseguimos ver su utilidad y la creemos carente de sentido alguno. Y no es de extrañar, pues poca gente quiere perder el tiempo en un saber que no es capaz de proporcionarle una explicación definitiva a algunas cuestiones.
Cuestiones tan cotidianas como complejas, temas que mucha gente ignora por los prejuicios que tenemos desde niños, con los que vivir muchas veces carece de interés.
Pero el saber qué es lo que esconde la palabra filosofía en su significado y como ha ido modificando este significado a través del tiempo, como por ejemplo; en sus orígenes la palabra filosofía significaba “amor por la sabiduría”, pero este significado no duro mucho tiempo pasando a significar ya en la cultura griega con el nombre de la sabiduría misma.
La filosofía no da certeza de lo que contempla porque trata temas muy grandes y genéricos, nada cuantitativos; trata lo que hay en nuestro corazón, en nuestra mente, temas totalmente racionales y psíquicos (como el amor, la verdad, la felicidad), grandes objetos que, precisamente por ser tan grandes, impiden a la filosofía llegar a una respuesta concreta, algo que nos permita entender definitivamente estas cuestiones. No puede, no es posible.
Nada más y nada menos que desde el siglo VI a.C (a pensar como saber racional, porque pensar se ha pensado siempre). Y son muchas las personas que han dedicado su vida a plantearse qué es el amor, la verdad o la tristeza y no han encontrado respuesta definitiva. Pero eso ya lo sabían ellos, ya sabían los grandes filósofos que no iban a encontrar la definición exacta de verdad o angustia.
El sentido total de la filosofía, su principal fin, se podría decir, no es obtener respuestas inmediatas si no pensar, razonar, reconocer la propia ignorancia, reconocer que no sabemos nada. Filosofar. Algo que nadie dijo que fuera fácil.
Así de complejo y difícil es el camino de filosofía y con ella de la verdad y así de grandes, tan grandes como la felicidad o la tristeza, son los objetos con los que trabaja, y precisamente por ello, por ser tan grandes es complejo el recorrido a esa repuesta que no llega. No se es consciente de lo que nos rodea, de lo que tenemos a nuestro alcance. No entendemos que vivimos sin conocer nada siendo este el primer paso para entender la filosofía.
Reconocer nuestra propia ignorancia, darnos cuenta de que no sabemos nada de lo que creíamos saber. No tenemos más que prejuicios. Estamos envueltos en lo cotidiano, expuestos de plantearnos lo que es y lo que no es real, conformándonos con vivir sabiendo que 10+35 son 45y que un ocho horizontal significa infinito, y es en ese punto en el que no se puede entender la filosofía. Si queremos acercarnos a ella debemos asomarnos a la puerta del asombro, salir de nuestro día a día y preguntarnos ¿Cuánto es el infinito? ¿Qué es no tener fin?, ¿acaso algo puede no tener infinito?
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