Aspectos Políticos Del Pensamiento Bolivariano
Enviado por MafferValera1 • 5 de Marzo de 2015 • 2.123 Palabras (9 Páginas) • 302 Visitas
1) Concepto de Estado
La época en la que el libertador Simón Bolívar actuó no era el marco más definido sobre los conceptos que identifican lo que es Estado, Gobierno y nación. La forma general de gobierno que regía en Europa era la monarquía absoluta, cuya máxima figura era el rey; quien absorbía en su persona atribuciones en todo lo referente a estos conceptos.
A partir de la expansión de ideas filosóficas revolucionarias desde Francia, empezaron a deslindarse las características especiales de cada una de esas conceptualizaciones e identidades.
Se comprende que por la especificidad de su deber, las cuestiones que más interesan al Libertador sean las referentes al Gobierno; éste es el órgano de acción y el medio de expresión colectivo, y de él, en buena medida, depende garantizar la tranquilidad del pueblo y el asentamiento de la paz dentro del proyecto de independencia, es decir, la felicidad social. A Bolívar preocupa la problemática del gobierno por la repercusión trascendental de éste en la integración de la obra revolucionaria. Esa era la posición de Bolívar cuyo más inmediato y primordial objetivo era la sustentación de la república de Colombia. Por ello lo más determinante de su conducta política era únicamente el afianzamiento del gobierno, que era más indispensable que delimitar conceptos.
Los conceptos modernos de Estado, Nación y Gobierno ya están perfectamente definidos para la actualidad; por ejemplo:
Estado, según Vanni, “es un pueblo con territorio determinado, ordenado jurídicamente bajo un poder supremo para conquistar la capacidad de querer y obrar como un todo para fines colectivos, a fin de construir así una personalidad distinta”
Nación, es el congregado de individuos con idiomas propio y con un mismo espíritu de idiosincrasia y de costumbres.
Gobierno, es el conjunto de funcionarios, electos o nominados, sobre las cuales recae la dirección, administración y manejo de los intereses públicos.
2) División de los Poderes:
El estado moderno ha abandonado la vieja práctica de englobar en un solo entre todas las funciones del poder, para distribuirlas, según su naturaleza en tres ramas conocidas; en los sistemas republicanos coexisten esas tres ramas o poderes en una base de igualdad y de autarquía propia, al menos en lo teórico. La existencia de ellos se remonta hasta la época aristotélica cuando se presentó por el famoso ateniense, la llamada triada aristotélica, que comprendía la legislación, la justicia y la administración del Estado. Montesquieu, con su obra “El Espíritu de las Leyes”, formula la teoría de los tres poderes, determinó su distinción, sin que hubiera algún prejuicio para la necesaria interrelación entre esa triada.
Con la Revolución Norteamericana, por la que se crearon los Estados Unidos de América y, especialmente la Revolución Francesa, se puso en práctica el sistema de los tres poderes en las naciones, en forma paulatina pero efectiva, a pesar de que era una manifestación de rechazo a todo absolutismo.
La Republica de Venezuela creada por el Congreso de 1811, estableció la diferenciación de funciones gubernamentales al consagrar el funcionamiento del Estado venezolano dentro de los parámetros de los tres poderes, “Legislativo, Ejecutivo y Judicial”.
Pero recordemos que la Primera República fue de corta duración, ella en su ejercicio fue una entelequia y el sistema político escogido para impulsarla, el proyecto federal, no fue más que una utopía.
Las cosas cambiaron desde 1813, cuando Bolívar asumió para sí la responsabilidad de darle nueva vida la República de Venezuela. Lo logró a base de victorias y derrotas. De estos empeños titánicos surgieron la Segunda República y la Tercera República. Más la situación fue irregular por causa de la guerra, lo que dio margen al ejercicio de un gobierno de corte militar. No había otra alternativa para poder sacar adelante el proyecto de libertad; el gobierno de Bolívar debió en ser en oportunidades muy dictatorialista, en donde se tomaron medidas extremas como fue el lamentable fusilamiento del General Piar, en Angostura.
3) Centralismo y Federalismo
Estos dos sistemas de gobierno centralismo y federalismo, han sido siempre una constante práctica en los países del orbe. Sin embargo el Centralismo ha sido de mayor aplicación, pues en lo político-administrativo él favorece la práctica absolutista de gobiernos monárquicos o dictatoriales, pues es la única forma de controlar la totalidad de los aspectos que conforman la dirección de un Estado. En otras palabras consiste en un sistema de organización estatal en el cual las decisiones de gobierno son únicas y emanan de un mismo centro, es decir sin tenerse en cuenta a la hora de decidir, las diferentes culturas o pueblos sobre las cuales influye.
El federalismo, como sistema opuesto al Centralismo, es la organización política que establece en la coexistencia de un poder central soberano y centros semi-soberanos o autónomos, de naturaleza autárquica, pero que están englobados dentro de un orden constitucional general; es decir, es un sistema político en el cual las funciones del gobierno están repartidas entre un poder central y un grupo de estados asociados.
Para la época en que el Libertador luchaba por lograr la independencia del norte de América del Sur, muestra de cada uno de estos sistemas se tenían en Europa y en la misma América. En Europa, el centralismo se practicaba en las monarquías absolutas: Francia, Rusia, Portugal, Australia, etc. En América se tenía en ejercicio el federalismo, en los Estados Unidos de Norte-América y el mismo extenso mundo español era una federación ligada a la monarquía española. La aplicación de cada uno de estos sistemas exige una serie de condiciones socio-políticas; para federación en Estados Unidos la conducta parsimoniosa de los ingleses y su posición flemática de analizar y comportarse fue el mejor basamento para su implementación; En los pueblos de Latino-América, este sistema practicado al estilo de los norteamericanos, no servía como sistema de gobierno, pues las condiciones de la idiosincrasia de los suramericanos, de orígenes latinos, con sangre y espíritu más revoltoso, no permitían su implementación.
4) La Democracia
Los teóricos modernos nos dicen que la Democracia es un régimen político en que la voluntad y el interés general son las determinantes de la acción del Estado. La Democracia es excelsa, magnifica, pero lamentablemente en nosotros no existe una conciencia desarrollada a la sensibilidad democrática, ni los gobiernos son del pueblo sino de los partidos, para y por los partidos; ni la idoneidad es la condición exigida para los cargos públicos, ni la igualdad
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