Autobiografia
Enviado por dimasvillatoro • 28 de Febrero de 2014 • 1.499 Palabras (6 Páginas) • 270 Visitas
Sé que esta recopilación de recuerdos o vivencias harán saber que no fue en vano todo lo vivido cada día, esfuerzos que hice en alcanzar mis metas logradas en escoger el camino correcto del triunfo y de responsabilidad. Es importante para mi recordarme de mis vivencias, trasladarme en una máquina del tiempo, volver a vivir lo vivido es como abrir una caja de sorpresas que nos hace suspirar.
Es mi intención compartir mi vida, que se basa en cada día, cada mes, cada año. Donde me hará recordar alegría, tristeza, triunfos y derrotas; y creo que me enseñara a controlar mis sentimientos; revivir estos momentos maravillosos que en algún momento por la rutina de diaria de mi vida, lo fui olvidando.
Pensé que no podría recordarme de mis vivencias, pero sé que en estas circunstancias me traslade en una máquina del tiempo donde volvemos a vivir esas derrotas, esos triunfos que nos hizo ser la persona que somos ahora.
PENSAMOS QUE LA VIDA ES PARA SIEMPRE PERO NO ES ASI, SE QUE CADA UNO PIENSA DE FORMA DIFERENTE VIVE DE FORMA DIFERENTE
El inicio de mi aventura que Dios me regalo, comenzó un día lunes santo con mi nacimiento en el IGSS de Pamplona, a las 12:35 del mediodía, el 12 de abril de 1993, hijo de Mauro Leonel Villatoro y de Sandra Donis, el primogénito de cuatro hijos; según mi madre fui y soy una bendición ya que fue un parto complicado ya que me faltaba oxigeno en mi cabeza y tenía el cordón umbilical enrollado en mis piernas, y me forzaron a salir y por eso tengo cicatrices en mi cabeza; lo más complicado es saber que cada persona tiene su propio propósito en esta vida.
A primer año de vivencia todavía, cada semana me llevaban al IGSS por lo mismo del problema que tenía en mi cabeza, exactamente fue esa importancia en el cuidado de mi madre al tenerme vivo, ya que los doctores le decían; que yo jamás iba a poder caminar, hablar y hasta se atrevieron a decir que mi tiempo de vida iba ser muy poca.
Por esa razón de mi madre me dice que soy un milagro; al año y meses comencé a caminar, a dar mis primeros pasos y tropiezos, me cuenta que me celebraron mi primer año de vida, que ni me acuerdo que paso o que hicieron, pero dice que lloraba y a gritos porque me daba miedo la piñata.
A mis dos años decía mis primeras palabras me acuerdo muy bien que me costaba, ya que era un poco tartamudo y me recuerdo que me molestaban; y me dice mi mama que la consecuencia de eso fue que todavía tenía tres años y yo todavía tomaba pacha.
Recuerdo que nació mi hermana Adelibia (la segunda en nacer) siempre la cuidaba, le llevaba su pacha, a la mitad pero se la llevaba, la acurrucaba en mis brazos un ratito, siempre tuve eso de ser servicial. A los tres años de vivencia, comencé a resentir mas celos ya que nació mi otra hermana Abigail, ya no me daban tanta atención, fui aprendiendo a sobresalir con mis actividades a compartir con otros niños de mi callejón; había una señora, amiga de mi mama siempre me llevaba a su casa, ella tenía una tienda, pero lo más chistoso que era muy travieso, que un día entre a la tienda y agarre unos huevos, comencé a tirarlos y de plano me gusto como se quebraban al caer en el suelo, que termine quebrando casi un cartón de huevos, al final mi mama le toco pagarlos y me regaño por lo que había hecho.
A mis cuatro años de edad, experimente un nacimiento más, de mi hermano el más pequeño Evander (+); a esa edad comencé a convivir más con mi abuela ya que mis padres no tenían tiempo para mí, me iba a la casa de ella, me recuerdo muy bien que me mando a la tienda a comprar, vi unos chicles y los tome, en pocas palabras los robe, le contaron a mi abuela y ella me corrigió, a esa edad era un poco extrovertido con las personas que conocía, y muy tímido con las que no.
A los cinco años, paso un segundo milagro para mí; o podría decir una segunda oportunidad que Dios me regalo, ya que me recuerdo que mi abuela llego a nuestra casa, platico con mi mama, terminaron; y mi abuela comenzó a despedirse de nosotros, me puse a llorar porque yo me quería
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