Autobiografía
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Análisis Final 1
UNA VIDA DE ALEGRIA Y FELICIDAD EN LA PAZ CON DIOS
AUTOBIOGRAFÍA
Edgar Reyes Rosales
18 de febrero de 2014
INTRODUCCIÓN
Todos los seres humanos, tenemos la dicha de encontrarnos dentro de un planeta que por la misericordia de Dios, está lleno de vida, y vida abundante.
“El día de mi cumpleaños, es de jocosidad para la mayoría de personas que me conocen, pues, es el 7 de diciembre, ‘día del diablo’. Todos los años, experimento ese comentario. Sé que no lo hacen de manera malévola, solamente se da, y lo celebro con alegría. Lo que no saben es que vivo en la paz de Dios”
Si la gente experimentara mi vida personal, (no del todo soy bueno, pues soy humano y lleno de errores), lograrían satisfacer la experiencia que se siente al conducirme dentro del entorno social. La vida religiosa me ayudó en cierto modo, conocer más de Dios. Sin embargo, la religión no conduce al cielo ni a la perfección. Se puede vivir con Dios, sin ser religioso.
Relato parte de lo que ha sido y es mi vida. De lo que me hizo sentir nuevamente las alegrías de ser niño, joven y adulto. Cierto es que hay avatares muy malos y peligrosos en este país llamado Guatemala. Los tiempos son los mismos, quienes cambian son las personas; los paradigmas que viven dentro de la mente humana, son los factores que determinan las actitudes a seguir.
No quiero mencionar el Bullying recibido en la niñez y adolescencia; ya que los recuerdos negativos, son mínimos en comparación con todo lo bueno que he recibido de parte de Dios y de la vida. Tampoco puedo presumir de dinero, pues no lo tengo. Pero como dijo Cervantes: “El saber es un valor, donde los ladrones no tiene jurisdicción”, y esto último propongo obtener.
Una vida de honradez y humildad, puede llevar al hombre a ser feliz, consigo mismo, y con quien le rodean.
A continuación, mi vida en pocas palabras. De cómo siendo niño llegué a conocer muchas facetas en le vida. Por lo que llamo: “Una vida de alegría y felicidad en la paz con Dios.”
UNA VIDA DE ALEGRIA Y FELICIDAD EN LA PAZ CON DIOS
AUTOBIOGRAFÍA
Edgar Reyes Rosales
Nací el 7 de diciembre de 1949, en la ciudad de Guatemala; mis padres fueron Arturo Reyes Ortiz, oriundo de la aldea San Juan Azacualpía, del municipio de Palencia, Guatemala, y María Cristina Rosales Bustamante, nacida en la ciudad de Guatemala.
1. NIÑEZ Y ADOLESCENCIA
Mi infancia fue como cualquier niño de barrio. Vivimos en la colonia “Los Ángeles” de la zona 6 capitalina. Recuerdo que con los compañeros de juegos, salíamos a los barrancos que circundaban las zonas 6 y 5, pues del lado Este del barranco junto a la colonia, era de la zona 5, (hoy está el cementerio “Los cipreses”).
Eran tiempos más tranquilos, pues nos íbamos por esos barracos, hasta la aldea “Las Vacas”, donde vendían rábanos, los cuales nos gustaba comprar, claro, cuando llevábamos centavos; con dos o cinco centavos, éramos felices, pues el dinero de ese entonces, tenía mucho valor.
El momento más lejano que tengo imágenes en mi mente, fue cuando yo tenía 4 años, (en ese entonces, todavía gobernaba Guatemala, el Coronel Jacobo Arbenz Guzmán). Recuerdo que los vecinos (eran muy unidos) celebraban actividades para recaudar fondos, para la introducción de la energía eléctrica en la colonia. En ese entonces, las canciones que recuerdo que se escuchaban en un bingo que realizaron, eran de tipo ranchero, y la famosa canción “La Vaca Lechera”. Es lamentable que en ese año de 1954, fuerzas invasoras, lideradas por el también coronel Carlos Castillo Armas, y con el contubernio del gobierno de Estados Unidos derrocaran al coronel Arbenz. Tengo aún la imagen de los aviones mustang, que sobrevolaron la capital guatemalteca. Vi como uno de esos aviones dejó caer un punto negro, el cual era una bomba, sobre el cuartel militar “Matamoros”, ya que las casas eran de un solo piso, y fue fácil ver como caía el objeto del avión.
1.1 ESTUDIOS
Mi mamá me inscribió en la escuela para párvulos “Domingo Sarmientos”.
Una escuelita allá por la 15 avenida de la zona 6, en el barrio de la parroquia. Mi profesora, fue la Seño Chonita, una mujer entrada en años, pero con una disponibilidad de enseñar. Para finales de año, la Seño enfermó, y la sustituyó una más joven, la Seño Angelita; para la fecha, yo contaba con 6 años de edad, nos íbamos solos hasta la casa, al salir a las 11.00 horas. No había peligro para los niños en la calle. En el trayecto, hay una escuela, que aún está en la 3ª calle y 15 avenida, llamada “Alejandro Marure”. En cierta ocasión, pasaba y escuche a un niño cantar una canción dentro de la escuela; me entusiasmé tanto por ello, que recuerdo que le dije a mi mamá que me “apuntara” en ella. En 1957 ingresé a la “Marure”, donde cursé toda mi primaria. Era una escuela muy bonita que tenía 2 patios, uno donde había arriates sembrados por los alumnos, y el otro patio para los recreos. En este patio, a un lado existía una piscina, que en los recreos pagábamos un centavo para meternos en ella. Cuando no llevábamos calzoneta, nos bañábamos con calzoncillo, los cuales exprimíamos, para luego ponérnoslos mojados bajo el pantalón, bueno éramos patojos. Algunas veces, el patio de recreo, armábamos guerras con pepitas de mango, o bien la funda de las naranjas pico de gallo. Nadie podía jugar, pues el patio se quedaba vacío. Todos los niños orillados alrededor del patio. Y otros lanzando los proyectiles, era alegre. En este tiempo, en Guatemala había aún calles empedradas: la once y doce avenida; la octava, séptima y sexta calles en la zona uno.
La secundaria la inicié el Instituto Adrián Zapata, donde cursé el primer año “pre-vocacional. El segundo años, lo perdí, pues nos afectó mucho a la familia, el hecho que mi papá, se emborrachaba muy a menudo.
Por esta época, la situación política en el país era turbulenta. Los regímenes de Ydígoras y Paralta Azurdia, persiguieron a los “comunistas”. Nuestra familia militaba en la “subversión”, ya que en tiempos anteriores fueron miembros del PGT, la ideología había pasado de una generación a otra. Esto también motivó la persecución, razón por la cual no tuvimos oportunidades de realizarnos, mayormente e mi caso. Prácticamente muchas puertas se cerraron.
2. TRABAJO
De 14 años ingresé a un taller de pintura, donde aprendí a rotular a mano, me gustaba, pues hacíamos dibujos
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