BRUNO TRAVENS

BRUNO TRAVEN TORSVAN

Bruno Traven Torsvan o Bernhard Traven Torsvan nació en Alemania Oriental (hoy Polonia) en 1882 o en Chicago alrededor de 1890, esto debido a la propia confusión creada por el autor, ya que defendió a capa y espada su intimidad divulgando todo tipo de mentiras sobre su biografía y escondiéndose de la luz pública casi siempre con éxito.

Vivió en Alemania haciendo vida de actor y participando en procesos revolucionarios con el seudónimo como Red Marut y que terminó por emigrar en 1924 a México para instalarse en Chiapas como Hal Croves. Se verá influido por la Revolución mexicana. La mayoría de sus narraciones transcurren en México y hablan sobre insurrecciones de oprimidos contra sus opresores con un estilo directo y sencillo, pero una gran sensibilidad antropológica, cultural, social y moral. Desde México envía sus manuscritos, que se traducen en 44 idiomas.

Fue un hombre discreto, dejó una obra formidable, un referente no sólo de la literatura mexicana sino de todas las corrientes literarias latinoamericanas que suscriben la novela social, el realismo mágico, la narración de aventuras o el género fantástico.

Se afirma que Traven escribió cerca de un centenar de cuentos. De esta cantidad que produce vértigo, tres colecciones son las más conocidas: Canasta de cuentos mexicanos (1956), que contiene diez cuentos; Cuentos del hombre a quien nadie conoce (1963), con nueve, entre ellos Macario, uno de los más hermosos relatos fantásticos (de la corriente demoníaca) jamás escritos; y El visitante nocturno. Historias del campo mexicano (1966), donde recoge mitos y leyendas indígenas. Cabe señalar que Bruno Traven escribió también artículos, ensayos y cartas, donde a menudo los géneros se mezclan, gracias a su colosal capacidad para narrar.

En 1957 se casó en la ciudad de México con Rosa Elena Luján, su traductora, apoderada y compañera entrañable Traven sigue resistiendo la fama y la publicidad, y se dedica plenamente a su trabajo hasta su muerte en la Ciudad de México el 26 de marzo de 1969. Su última voluntad fue que sus cenizas fueran esparcidas en el río Jataté, en la selva de Chiapas, un lugar muy querido para el escritor.

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