Macario De Bruno Traven

Macario

Bruno Traven

Este libro habla acerca de la historia de un campesino de nombre Macario, de oficio leñador, trabajaba todo el día desde antes de amanecer hasta el anochecer con un solo sueño: comerse un pavo entero él solo, sin tener que convidar siquiera un poco de su pavo pues ese era desde que recuerda su más ferviente deseo pues el tenia once hijos que mantener con su sueldo de dos reales al día a veces menos.

Su esposa también trabajaba en el día, haciendo otras labores después de hacer de comer para los niños en casa, lavaba ropa ajena y así lograba juntar unos centavos para los fines de semana poder ir a beber un poco de mezcal en la tienda, sabiendo que a su marido le vendían la mitad de lo que compraba al mismo precio ella sabía el deseo de Macario de poder comerse el pavo entero el solo, ella siguió trabajando y después de tres años ella logra juntar el dinero para comprar tan deseado pavo y cocinarlo para que el pudiera disfrutarlo solo el día de su cumpleaños.

Macario se sentó la mesa como todos los días pero su esposa le dijo que tomara el pavo y se fuera a la selva a comérselo el solo pues sus hijos despertarían y le pedirían un pedazo y su esposa sabía que quería el pavo para el solo y Macario se lo agradeció, no con palabras sino con la mirada, esa mirada decía mucho en ese momento. Era para él y salió corriendo pero con sus herramientas al llegar a lo más profundo de la selva, se sentó bajo un árbol puso unas hojas de plátano, admiro el pavo y empezó a comer.

Al poco tiempo llego un señor vestido de charro, y él lo miro al haberle pedido un pedazo de aquel delicioso manjar que tenía a sus pies pero Macario lo negó y el charro le ofreció una parte de su vestimenta que era de oro y de plata pura, en sus botas llevaba unas espuelas de plata, a los lados de su pantalón botones de oro, pero Macario lo rechazó. Le ofreció que le daría todos los bosques y este se negó, diciéndole que si era dueño de todos los bosques aun así tendría que seguir trabajando y que su esposa le había dado ese pavo para el solo y aun así, dando aunque fuera un pedazo del tamaño de una uña el pavo ya no sería para él solo.

Macario se dispuso a continuar con aquel festín, cuando de pronto llegó un viejecito que le dijo que si le daba de comer, pues el llevaba un muy largo viaje pero le negó el pedazo de pavo deseado por aquel viejo, diciéndole lo mismo que al charro, si compartía el pavo ya no sería para él solo. El viejecito comprendió la acción de Macario y dijo que pasaría por su casa bendiciendo a sus hijos y esposa.

Después y por último llegó una persona muy delgada con una túnica muy oscura y él también le pidió un poco y al fin Macario le dijo que si, quejándose exclamo que nunca iba a tener un pavo para el solo y ante tal situación no tenia de otra más que compartirlo ofreciendo este la mitad del pavo, el extraño se sentó frente a él, y comienzan a conocerse, el extraño relata a Macario la necesidad de conseguir un reloj ya que el suyo había sido atravesado por una bala de cañón y este no funcionaba más, habiéndolo así conseguido de un capitán del cual se hundió su barco, este obtiene un cronometro inglés, mientras cada uno disfruta de su mitad del pavo el sujeto le hace mención de los dos visitantes anteriores preguntando a este si los había reconocido, Macario contestando positivamente la respuesta le comenta a su compadre como el lo llamaba que aquel hombre era un charro impostor, que el se había dado cuenta ya que el hombre se podía haber comprado hasta media docena de pavos porque tenia el dinero cocido hasta por fuera de la ropa.

El compadre le menciona al siguiente visitante, Macario con sentimiento admite también haberlo reconocido y la culpa que sintió al no haberle convidado un poco de su pavo, pero este se escuda en que su Padre era el dueño de todo y menciona los milagros que hizo con la comida.

Se admira el visitante al escuchar las razones por las cuales Macario no había convidado de su pavo a los dos visitantes y entonces pregunta por qué a él si le había ofrecido la mitad de su pavo, este le hace una historia referente a que el visitante carece de riqueza y poderes para transformar cosas, el compadre no cree la historia y le dice que le diga la verdadera razón por la cual este había convidado su pavo,

Macario le responde

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