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Enviado por   •  10 de Octubre de 2014  •  2.168 Palabras (9 Páginas)  •  193 Visitas

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José Joaquín de Olmedo y Maruri (Guayaquil, 20 de marzo de 1780 – ibídem, 19 de febrero de 1847) fue un poeta, abogado y político ecuatoriano. Fue uno de los personajes con mayor trascendencia y participación en la historia ecuatoriana. Su figura se hizo notable en la era independentista, en la integración bolivariana y en los inicios republicanos de Ecuador.

En la era colonial española, Olmedo se destacó como gran orador en las cortes de Cádiz, con el fin de lograr la abolición de las mitas. Estuvo prófugo un breve Tiempo durante la Ley Absolutista promulgada por el rey Fernando VII. Volvió a su ciudad natal e inició, con otros patriotas, la preparación para la penetración guayaquileña, lo cual se desarrolló el 9 de octubre de 1820. Luego fue proclamado como primer (y único) Presidente de la Provincia Libre de Guayaquil, y prestó ayuda a Antonio José de Sucre para la emancipación de los restantes pueblos de la región. Protestó contra Simón Bolívar por anexar a Guayaquil, vía "manu militari", a la Gran Colombia; y en la posteridad lucho contra el régimen centralista de dicho país (Rebelión del Departamento de Guayaquil), impulsando la desintegración grancolombiana.

Sus padres fueron el capitán español Agustín de Olmedo y la dama guayaquileña Ana María Maruri. La educación primaria la recibió en su ciudad natal, la secundaria en el Seminario San Luis de Quito, pasando más tarde al Convictorio de San Fernando; luego siguió Jurisprudencia en la Universidad de San Marcos de Lima. Se distinguió como escritor y literato.

Olmedo regresó a la ciudad de guayaquil el 20 de agosto de 1808, teniendo la oportunidad de estar presente en la muerte de su padre, por quien sentía un profundo respeto y admiración.

El 10 de septiembre de 1810, Olmedo fue nombrado representante del Cabildo guayaquileño. Durante su vida, dedicó parte de su tiempo a la creación de novelas, cantos, obras, poemas, entre otros tipos de obras literarias. Entre sus más conocidas obras están: Canto a Bolívar; Al General Flores, vencedor en Miñarica; y Alfabeto para un niño. Diseñó la bandera y el escudo de Guayaquil, además de componer la letra para su posterior himno.

Su padre, Miguel de Olmedo y Troyano, era un capitán español natural de la villa de Mijas, cerca de Málaga. Miguel de Olmedo salió de Cádiz en 1756 rumbo a Panamá reclamado por un tío materno suyo, el también capitán Cristóbal Troyano de León, que desempeñaba por entonces la Comandancia General de la Artillería de Tierra Firme.1 En Panamá residió cuatro años, y después ocupó en Guayaquil el cargo de tesorero y comisario de guerra para la expedición al Marañón. En Guayaquil se quedó de oficial del fortín de San Carlos y se dedicó al comercio, haciéndose dueño de las fragatas "San Isidro" y "San Fermín". Contrajo matrimonio con la guayaquileña Ana Francisca de Maruri y Salavarría, de la antigua nobleza vasca asentada en la cuenca del Guayas, con la que tuvo a sus hijos José Joaquín y Magdalena.

Presidente de Guayaquil.

A los nueve años de edad, José Joaquín de Olmedo es llevado por su padre a Quito para cursar estudios en el Convictorio de San Fernando, regentado por los dominicos, donde aprendió Latinidad y Gramática Castellana. Allí tuvo el honor de tener entre sus maestros al Dr. Francisco Javier Eugenio de Santa Cruz y Espejo. En 1792 estaba de regreso en Guayaquil. En 1794 fue enviado a Lima, a cargo de su pariente el Dr. José de Silva y Olave, quien lo matriculó en el colegio de San Carlos. En 1799 fue alumno de la Universidad de San Marcos y figuró en un acto público de filosofía y matemáticas. En 1800 obtuvo por oposición en San Carlos la cátedra de Filosofía. En 1802 escribió Epitalamio con ocasión de las bodas de una pareja amiga. En 1803 escribió el poema Mi retrato y se lo envió a su única hermana Magdalena, que residía en Guayaquil, pidiéndole que al pie pusiera como letrero: "Amó cuanto era amable, amó cuanto era bello". El 15 de junio de 1805 obtuvo el doctorado en Jurisprudencia y pasó a dictar Derecho Civil en el colegio de San Carlos. El 6 de noviembre del mismo año se recibió en práctica y al año siguiente alcanzó el doctorado en ambos derechos Civil y Canónico, escribiendo sus poemas Matemáticas y Loa al Virrey. Para 1807 publicó En la muerte de doña María Antonia de Borbón, princesa de Asturias.

Después de 4 años de práctica se graduó de abogado en 1808, se incorporó al Colegio de Lima y dictó la cátedra de Digesto en San Marcos. Entonces se inspiró y compuso el prólogo a la tragedia El Duque de Viseo de Quintana y su famosísima silva titulada El Árbol, que terminó en 1809 y contiene dos partes, una filosófica y de gran sentido estético y otra menos cuidada con la que cierra el poema, pareciendo como si hubiera unido dos versos distintos. Casi enseguida fue llamado a Guayaquil porque su padre estaba grave. Arribó el 20 de agosto, para recibir de su padre el encargo de ser el albacea de sus ya menguados bienes y velar por el sustento de la madre (casi ciega) y todavía en el hogar.

En 1809 se incorporó de abogado de la Audiencia de Quito. En marzo de 1810 tuvo una hija natural con Ramona Ledós, acompañó al Dr. José de Silva y Olave en su viaje a España, en septiembre recibió en México el nombramiento de diputado por Guayaquil a las Cortes de Cádiz. En enero de 1811 aún estaba en México y leyó su poema Improntu. Semanas después viajó a España y se incorporó a las Cortes. El 12 de agosto de 1812 pronunció su célebre discurso sobre la abolición de las mitas; no era un gran orador, pero causó buen efecto. El diputado Castillo inició la discusión y las Cortes finalmente aprobaron la abolición de las mitas. Ese discurso se ha publicado varias veces desde que Vicente Rocafuerte lo dio a la Imprenta en Londres. Entonces consiguió que su protector y pariente José de Silva y Olave fuera designado obispo de la diócesis de Huamanga.

Secretario de las Cortes de Cádiz y después miembro y secretario de la Diputación Permanente hasta el 11 de mayo de 1814, fecha en que las Cortes fueron disueltas por Fernando VII y los diputados perseguidos y apresados, Olmedo se escondió en Madrid y regresó a Guayaquil en 1816, encontrando que su madre había muerto. A principios de 1817 viajó a Lima y escribió A un amigo, don Gaspar Rico.., a su vuelta, el 24 de marzo contrajo nupcias con su deuda Rosa de Ycaza y Silva, sobrina

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