Diarios de la calle

En los últimos años… alguien ha inventado una máquina del tiempo y algunos hemos regresado a vivir como en la niñez, con películas y series tales como: terminator, Jurassic park, dragon ball; y series tales como: los caballeros del zodiaco, digimon... y más. Pero en medio de esta tremebunda jalea de películas pretendidamente filosóficas, serias y con “mensaje”, Me han invitado a ver Diarios de la calle, una película que dirigió Richard LaGravenese, al principio creí que se trataría de una película tan pretenciosa que haría que me quedase dormido, tal como lo hizo Asesinos inocentes, una película dirigida por Gonzalo Bendana. Aun así, la película tiene un par de cosas buenas, así que empecemos por ahí, hay pocas películas que se centren en este apartado, es decir en el contexto general de como un profesor se enfrenta a la forma de educar contemporánea, no, es más fácil encontrar obra de gore, asesinatos, e incluso películas llamadas de superhéroes, que últimamente han llegado al público, pero es ¿realmente necesario? No lo sé la verdad, para gustos colores. En todo caso, cabe destacar lo importante que es educar según el contexto del estudiante, como la película nos muestra, un chico pobre  y con problemas de todo tipo, no quiere, ni va a leer una obra, en la que un autor le regodea en la cara lo bien que vive su protagonista. Por ultimo hay que recalcar que esta película recalca bien la noble labor de ser profesor, no la de alguien que solo va a cumplir el trabajo, si no la de alguien que busca ensalzar a otra persona, que busque que llegue a la cúspide como ser humano.

Ahora por lo malo, Para empezar es una película que parece que haya sido copiada y pegada de “mentes criminales”, aunque cambiando algunos aspectos como la poesía de Bob Dylan por el rap de Túpac Shaqur.

La segunda

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