Disacaridos
Enviado por Lycaners • 24 de Septiembre de 2014 • 2.898 Palabras (12 Páginas) • 207 Visitas
Disacáridos. Son un tipo de hidratos de carbono, formados por la unión de dos monosacáridos iguales o distintos. Los disacáridos más comunes son la sacarosa, la lactosa, la maltosa, la trehalosa.
La sacarosa, popularmente conocida por todos como azúcar común, es un disacárido que se encuentra formado por la combinación de glucosa y de fructosa. La primera es un tipo de azúcar que se halla presente en frutas y en la miel mientras que la fructosa es otro tipo que se encuentra también en las frutas y en la miel pero asimismo en los vegetales. En tanto, los disacáridos son un tipo de glúcido que se forman como consecuencia de la condensación de dos azúcares iguales o diferentes
Entendemos por sacárido: Cualquier componente del gran grupo de carbohidratos que incluye todos los azúcares y almidones. Casi todos los carbohidratos son sacáridos.
El azúcar de mesa
El azúcar es un alimento natural que se extrae de la remolacha o de la caña de azúcar. Se trata de sacarosa, un disacárido constituido por la unión de una molécula de glucosa y una molécula de fructosa. La sacarosa está presente en estos cultivos, al igual que en otras plantas, árboles, flores, frutas o verduras.
Luis XIV de Borbón fue Rey de Francia y de Navarra desde el 14 de mayo de 1643 hasta su muerte con casi 77 años de edad y 72 de reinado.
Conocido como El Rey Sol o Luis el Grande fue el primogénito y sucesor de Luis XIII y de Ana de Austria.
Luis XIV incrementó el poder y la influencia francesa en Europa, combatiendo en tres grandes guerras: la Guerra de Holanda, la Guerra de los Nueve Años y la Guerra de Sucesión Española.
Enrique VIII (28 de junio de 1491 – 28 de enero de 1547) fue rey de Inglaterra y señor de Irlanda desde el 22 de abril de 1509 hasta su muerte. Fue el segundo monarca de la casa Tudor, descendiente de su padre, Enrique VII. Famoso por haberse casado seis veces y por ejercer el poder más absoluto entre todos los monarcas ingleses.
Carlos V Carlos llegó a ser uno de los emperadores más poderosos de Europa por la gran extensión de sus dominios, ya que incluso en 1519 fue elegido Emperador de Alemania donde tuvo que enfrentar el problema originado en la reforma religiosa encabezada por Martín Lutero. Carlos V fue además el primer rey en regir unificadamente todos los reinos de España
Carlos I Durante la celebración de un baile en el palacio Casa del Príncipe (Prinsenhof) de Gante, Flandes, la embarazada archiduquesa Juana comenzó a sentir fuertes dolores en el vientre. Creyendo que se debían a una mala digestión, acudió al baño y allí, sin ayuda de nadie, dio a luz a su segundo hijo a las 3:30 de la madrugada del martes 24 de febrero de 1500.
Nacido en 1530, Iván el Terrible es un personaje básico para entender la geopolítica del mundo durante siglos. Tanto es así que las repercusiones de su reinado han sido de gran importancia hasta la actualidad. Fuera de discusiones sobre si se trata de un gran personaje o un gran criminal, lo cierto es que se trata de un hombre que despierta el interés y la fascinación de quien estudia la biografía de una vida agitada, convulsa y llena de un profundo odio y dolor.
Rusia absolutista
A medida que emergen nuevos detalles cobra perfiles más sórdidos la operación de rescate de las fuerzas de seguridad rusas en el teatro Dubrovka de Moscú. Amén de la incompetencia de las unidades Alfa, acreditada en acciones similares lejos de la capital rusa, el asalto al teatro ha puesto de manifiesto, sobre todo, el desprecio hacia la vida de cientos de personas secuestradas con que actuó el presidente Vladímir Putin en su determinación de acabar con los terroristas chechenos, pese a prometer reiteradamente lo contrario en las horas previas. Los responsables rusos siguen mostrando una pasión intacta por el oscurantismo y la desinformación, impensable en un Gobierno democrático.
En la operación de la que se vanagloria el Kremlin han muerto envenenados 115 rehenes, por el momento, y sólo cuatro por disparos, según la última versión de un fiscal general que cambia groseramente los datos. Los secuestradores -a los que se supone que un Gobierno democrático querría ver en el banquillo, y que podrían haber proporcionado información valiosa- fueron simplemente rematados con un tiro en la cabeza. Casi una veintena de los más de 300 hospitalizados está en situación crítica, lo que no impide que los médicos desconozcan todavía la composición del tóxico. Los equipos de rescate no fueron advertidos de que debían ir preparados para tratar a personas gaseadas. El silencio de Moscú sobre la composición del agente químico alimenta las especulaciones de que sea un compuesto prohibido por sus compromisos sobre control de armamento. Y además, se sigue dificultando a los familiares de las víctimas la visita a sus deudos.
El trágico episodio, que parece fortalecer la imagen de Putin en su país, ha servido además para desatar la caza del checheno en Rusia, en busca de complicidades, y para otorgar nuevos poderes al Ejército en su lucha contra los independentistas, como si hubiera alguna facultad de la que carecieran las Fuerzas Armadas rusas y los servicios de seguridad en Chechenia. Tras el nuevo rechazo por el Kremlin del renovado ofrecimiento de diálogo incondicional hecho por el destituido presidente checheno Aslán Masjádov, lo que cabe esperar es la escalada de una de las guerras más despiadadas y crueles del mundo, cuyas principales víctimas son los civiles.
Que Putin sea un hombre unidimensional no debe extrañar. Como ex agente del KGB, ha sido entrenado para eso. La solución a la soviética de la más grave crisis de su mandato se ha limitado a abundar en el desprecio por la vida asentado históricamente en el Kremlin, y del que probablemente no hay un mejor ejemplo reciente que el del submarino Kursk. En la nueva Rusia de Putin, un Estado nominalmente democrático, pero absolutista en el manejo de los resortes del poder, se siguen manteniendo todos los tics de desinformación, mentiras y manipulación de la opinión pública que han caracterizado a la vieja. Ayer mismo, Amnistía Internacional denunciaba cómo la falta de respeto por los derechos humanos y el clima de impunidad que marca la actuación rusa en Chechenia ha penetrado su sistema judicial, donde la tortura policial y las condiciones carcelarias inhumanas están a la orden del día.
Resulta insólito y deprimente en este contexto el coro de alabanzas occidentales -incluidas las doblemente apresuradas del Gobierno de España y de su Jefe del Estado- con que se ha saludado la acción de Putin, en línea con la connivencia pasiva mostrada con sus excesos en Chechenia. Los mismos Gobiernos abanderados
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